Capítulo 24.

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Hoy es once de noviembre.

Hoy cumplo 29 años y estoy pasando uno de los momentos más complicados de mi vida....más complicados que incluso yo misma.

Desde el jueves, desde que Daniela Calle se marchó de mi casa sin tan siquiera darme un beso de despedida no he dejado de pensar en ella un solo minuto. No la he visto, no ha dado señales de vida, no sé nada de ella. Tengo cada minuto y cada hora de esas 48 horas marcadas en mi pecho por culpa de su ausencia, no me dejan respirar tranquila, no me dejan dormir en paz, no me dejan comer con apetito, no me dejan hacer mi vida en general.....tengo la conciencia mal.

Además no paro de darle vueltas y vueltas y más vueltas a cómo voy hablar con Jackson. ¿Qué voy a decirle? ¿Cómo se plantea algo así?¿Qué se le dice a alguien que cree que lo tiene todo? Él no se lo espera, lo voy a romper en mil pedazos, Jackson está convencido que yo no me acuesto con él desde hace días porque estoy en una de "esas rachas" de las que le hablé cuando me contó que Johan tenía sospechas sobre Daniela. Para nada cree que es porque no le deseo, ignora por completo que me he enamorado de otra persona ignora el hecho de que no le quiero como le quería...

Soy consciente que Jackson se va a convertir en un juguete roto y esto es algo que también me atormenta por supuesto. Jackson no es un juguete y esto no es un juego....sin embargo tengo la sensación que yo no he parado de jugar ¿Curioso verdad?

Son las nueve de la noche de ese sábado once de noviembre y me encuentro en la terraza de un centro comercial junto a Mari. Ambas estamos tomando un refresco "haciendo tiempo" para luego asistir a mi propia fiesta sorpresa de cumpleaños. Finalmente no sé quién asistirá y la verdad es que me da igual, a mí solo me gustaría que asistiera ella, mí Daniela pero ya noestoy segura de que vaya a ir, de que le apetezca verme ¿Estará enfadada? Puede que sí, puede que no...no lo sé...joder poco menos que la traté de guarra! ¡Es que soy estúpida!

No me besó al irse Os lo he dicho ya ¿Cierto?...Pero es que ese detalle me jodió muchísimo porque aún sabiendo que no merecía ese beso conciliador mantenía la esperanza de que en el último momento me lo regalara y no fue así...que va, ni mucho menos... Daniela aún mantiene orgullo aunque yo le haya aplastado la mitad de él...aún le queda un poquito de orgullo de mujer.

Tampoco sé si finalmente Vale y Daniela se han conocido en persona, si pudieron cuadrar sus agendas o quedar en algún momento pues de la pelinegra no he sabido nada, cero por completo.

Lo único que sé de buena tinta es que Mari parece la encargada de entretenerme hasta la hora indicada, es a quién le ha tocado alejarme del perímetro de mi casa...que sea ella a mí me da igual, siempre estoy bien con mi gran amiga Mari pues me divierte y entretiene que es lo que me hace falta estos días pero lo malo de que sea ella y no otra persona es que ella no acaba de comprender que yo ya sé que tengo mi fiesta sorpresa, que ya sé que está preparada y totalmente planeada.

-¿A qué hora hay que ir? -Insisto de nuevo.

-¿Pero ir a dónde Poché? -Me contesta haciéndose totalmente la loca mirando a las musarañas.

Por segunda vez la miro con mis cejas bien alzadas mostrando incredulidad total pues confieso que es la segunda vez que le he preguntado, la primera se ha hecho la completa sorda.

Sorda y loca en ese orden ha sido.

¿De verdad no sabe que soy cómplice de mi fiesta? ¡Coño si estaba conmigo cuando Vale llamó a Daniela! ¿En qué coño de planeta vive?

-A mi casa Mari ¿A qué hora tenemos que ir? ¿A las diez? ¿A las once? -Pruebo a decir mientras divago con mi cabeza.

-¿A tú casa? ¿Para qué? Es que Poché no sé de qué leches me estás hablando...¿Qué te aburro? ¿Quieres marcharte? -Cuestiona sinmucho interés.

Guardaré Mi Libertad | Adaptación Caché | TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora