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🌆 . . . CHAPTER ┆ ˓˓ because the bunny was also able to protect the big bad wolf˓˓ 💟 ━━━━━
La noche era tranquila en la residencia Miller, como siempre el capitán de los sherriff estaba dando alguna excusa para no convivir con su hija, pero en realidad había comenzado a pagar un departamento de quinta en Piso Patera del norte solo para no ver a su propia sangre. Alicent llevaba una semana extraña, sin siquiera una visita de Rayder pero a su vez en aquella semana había conseguido lo que podría llamar como un amigo consejero, un viejo sabio como la coreana lo llamaba, Robert Gligard, al igual que las personas en el 24/7 parecían constantemente buscar la atención de la menor de los Miller, era como si sin aquella bestia salvaje y rabiosa que era Johnson, todos buscaban un poco de Alicent Hightower.
Todos sentían que algo se avecinaba, en silencio, pero no sabían que era lo que azotaría la isla con una noticia de Weazel New.
Toques brutos y descuidados, sacudieron la puerta principal de aquella lujosa casa, confundida la pálida se acercó abrir sus pequeños labios quedaron entreabiertos debido a su rostro sorpresivo y su confusión que solo incrementaba, habían estado una semana sin dirigirse palabra y Rayder se veía incluso peor que la primera vez que lo vio en la comisaría con ojeras bajo sus ojos, rojos he hinchados, el labio roto y la nariz sangrante con la ropa mojada y más moretones por su cuerpo, pero aquello que la hizo lanzarse a su ayuda no fueron sus heridas o mirada perdida, si no aquellas suaves lagrimas escurriendo por sus mejillas.
──────Ra-…──────Su palabra quedo en el aire, en cuanto aquell bajito pero musculoso cuerpo la abrazo efusivamente, enrollando sus brazos en su cintura dejando sus manos en sus manos y su rostro en su pecho, escondiendo su mirada. Un sozollo hizo que el latir de la asiática se descontrolara ──────No, Ray. N-No llores…
Consoló, correspondiendo al abrazo y respirando con una presión en su pecho por el sentimiento de ver a Johnson llorar en su pecho. Apoyando su mentón en su coronilla y acariciar sus rastas, sin importarle llenarse de barro, sangre o mojar su ropa por el contacto con Rayder, buscaban sentir el calor mutuo después de una semana separados.
──────¿Quién te hizo esto, Raydie?──────
El mayor no le contesto, froto su rostro en su clavícula buscando ese aroma a bebé que calmaba el problema andante que era toda su cabeza en ese momento y todo lo que venía acarreando desde que se sintió alejado de aquella única persona que parecía calmar su ira y devolverle la estabilidad emocional, sintiendo un reconfortante calor en su pecho con solo verla. Sentía que volvía a tener oxígeno al estar abrazados uno a otro, se sentía vulnerable como nunca y ser consolado por la hija de Miller calmaba su llanto; suspiro contra su piel de bebé y cerró los ojos, sintiéndose en casa luego de tantos años;
