Nota cuatro

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Llorando en las iglesias, rogándole a Dios. Que tenga paciencia, que no se olvide de vos...

...

- Pasaron dos semanas y volviste a empeorar, ahora no podías ni abrir los ojos. No sabía cómo afrontarlo, no sabía cómo ayudarte, no sabía que hacer para traerte de nuevo conmigo.

Cada día me aferraba más a las esperanzas que me daba la iglesia, rezaba cada noche sin poder contener las lágrimas, pidiendo que no te dejen ir, que alguien te salvara.

Cuando ya ni si quiera la fé me dió esperanzas, me uní a uno de esos círculos de apoyo para superar la muerte de un ser querido. Aún no pasaba y no quería que así fuera, pero debía afrontar mi realidad.

Temía porque realmente fuera así.

Plegarias [Erick Brian] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora