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Jason

Los escuché la vez pasada— digo con la cabeza baja -, harían una bonita pareja. Todos lo dicen.
Ella se queda callada, con las manos juntas, juega cin sus dedos nerviosa.
—Todos lo dicen en la oficina. Creo que ... no importa.
—No, nada de eso —responde ella apresurada, como si quisiera negarlo a pesar de que sabe que ni hay forma.
—¿En serio? Si que te gusta estar con él.
Ella se muerde los labios y se limpia los ojos. Ni siquiera se atreve a llorar
—Eso... no es verdad - dice en voz baja con un leve tono de culpa.
—Está bien, te creo, pero... La semana pasada tuvimos que cancelar nuestros planes porque tenías "cosas que

hacer con él". Está bien, eso no me molesta... aunque estoy mintiendo. Pero, ¿debo seguir guardando las apariencias?

¿De qué hablas?— pregunta ella temerosa.
—Supuse que lo evitarias. Está bien. —Respondo decepcionado— Nuestra relación, la que me pediste que ocultara. Dijiste que te diera tiempo para que lo mostrarames a los demás. Llevamos un año así porque no estabas lista. Dime, ¿ya lo estás?
Ella niega con la cabeza y se esconde de mí. Esa acción antes me parecía tierna, ahora me desespera.
—¿Te preocupa lo que digan los de más todavía, no? Sí, soy un zorro, mi apellido es Warn, igual que el de mi hermana por mi padre y mi madre es un conejo. Tu eres un conejo, uno que sale con un depredador. Pero eso no es lo que te preocupa, ¿verdad? sino lo que piense él, lo que piensen en la oficina, los animales en la calle.
- Él no... yo —Pare ce que trata de arrancarse las palabras de la coba, pero le es imposible.
—¿Qué? Le has contado muchos cosas, incluso más que a mí. Está
bien, supongo que hay cosas que no merecía saber, aunque, soy
tu novio, pero creo que eso no es suficiente.
—Él no es... yo no.
Se queda muda y comienza a temblar, cierra los ojos para evitar las lágrimas.
—Te gusta mucho estar con él, por eso los demás creen que harían
una bonita pareja. Te hace reír, te saca sonrisas y sé que te ha
regalado flores. Que los es condieras no significa que no
se los supiera. Soy conciente de que te agrada más que te vean con él porque él es una liebre, es más común que caminar conmigo de la mano.nEstá bien,  no? Pero, tengo una pregunta, ¿por qué te aferras a quedarte conmigo si no te gusto?
—¡Claro que me gustas! —exclama molesta con unas pequeñas lágrimas en los ojos—, es só lo que...
—¿Tienes uno excusa? No quiero escucharla. Está bien, quieres
salir con él mientras me llevas a mí de la mano, hazlo, pero pronto te vas a cansar de mantenerme en la espalda.
Ella vuelve a morder sus labios y se agarra una oreja para acariciarla.
—Sé que él te preguntó qué clase de relación tienes conmigo y tu respuesta fue que ninguna. Sé que lo respondiste sin remordimientos. Está bien. También te preguntó si tenías alguna relación amorosa con alguien y tus palabras fueron las mismas. Incluso sé que él tiene planes de avanzar contigo y que tú estás dispuesta a permitirlo. Está bien, pero, ¿por qué no has cortado conmigo? Se nota que estás ansiosa por estar a su lado.
—¡Eso no es cierto! —responde molesta viéndome a los ojos finalmente. Yo suspiro y frunzo el ceño.
—¿No? Entonces hagamos público lo nuestro, caminemos de la mano cuando salgamos por la calle y dile a él que tienes una pareja.
—Es que... - ella me evita, yo veo mis manos sobre mis piernas.
—Está bien, no importa, pero me gustaría preguntarte algo. — Ella levanta la mirada como si quisiera darse una esperanza en
mis palabras—. La vez pasada vi que tenías una carta de él que no dejabas de leer. No es que me quisiera entrometer, pero un papel con corazones rojos y morados no son del tipo de regalos que le harías a un amigo por más intimo que sea. Te vi a ti leerla varias veces y sonreir, incluso la guardaste en tu cuaderno. Me
supongo que la tienes en casa. Así que, di me... ¿ te enamoraste de él?
Jeady quiere negarlo, pero se da por vencido y acepta pues sabe que no podría mentir. Baja la mirada y se esconde detrás de sus manos. No va a decir aceptarlo, sin embargo, sabe que yo sí.
—Está bien, está bien, no hay problema. Estoy cansado. Lo amas y eso está bien, eres sincera, pero sólo quiero decirte algo.
Escucho que llora desesperada, parece que me suplica. Eso ya no me ablanda.
—Quiero terminar la relación, te devolveré las cosas que están en mi departamento y dejaremos de vernos. Mañana pediré mi cambio de ciudad. Estaba plane ando mudarme y quería decirte, pero creo que tienes muchos planes aquí. Está bien, tienes que seguir adelante y no te ibas a quedar estancada conmigo siempre. Al inal yo iba a ser una carga. Tal vez nos veamos mañana, pero no necesitarás saludarme.
Me levanto de la banca donde estamos, ella me toma de la mano, pero pronto me suelta.
—¡No te vayas!— me exige desesperada.
—¿En serio quieres que me quede? Es tarde y sé que él te está esperando. Por favor, deja de mantenerme a tu lado, te hace daño.
Doy la vuelta para irme mientras reprimo mis emociones. No quiero sentir nada por Jeady. Mientras me alejo puedo escuchar de fondo su llanto. Sé que no va a venir, pero al mismo tiempo no quisiera que se arejara. Yo no pienso regresar, tengo cosas que empacar.

Las Cosas SeriasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora