El comienzo de la perdida

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Todos de este lado del mundo se preparaban para la llegada de la primavera. La vida estaba naciendo de nuevo, abriéndose paso por la blanca nieve que aún quedaba del frío invierno. El viento helado corría llevando el fragante aroma de las flores y rozaba sus mejillas suavemente. Con el paso de la estación, la expresión de las personas comenzó a iluminarse gradualmente.

El clima era agradable como para quedarse allí, por lo que era buena idea salir por un poco de aire fresco.

Eunsu estaba esperando tras las puertas principales de la compañía, aún faltaban quince minutos para que fuera la hora acordada. Pero dado la personalidad de la persona con la que había acordado salir, era seguro que estuviera mínimo con diez minutos, no, quizá con cinco minutos de anticipación. Por lo que Eunsu llegó antes.

Eunsu estaba golpeando la punta de sus zapatos con movimientos hacia arriba y abajo, los frondosos árboles que recorrían toda la acera se mecían suavemente. Aún era muy pronto para ver los cerezos, por lo que no tenían retoños. Sin embargo, en un mes eso sería diferente.

Sería maravilloso si pudiera mantenerse así de brillante y en el futuro poder regresar a ver esas hermosas flores de suaves pétalos.

Eunsu acarició suavemente su estómago. En su presente, ahora algo estaba creciendo en su vientre y en algún momento, será tan hermoso como una flor. Pero para eso, aún faltaba mucho tiempo y no podía ser algo apresurado.

Pero Eunsu pensó que sería genial poder verlo crecer más rápido.

Sin saber, las comisuras de los labios de Eunsu se curvaron y su nariz se arrugó. Una leve sonrisa se dibujó en su rostro. En ese momento, un lujoso automóvil tipo sedan que le era familiar se estacionó frente a él.

Con la sonrisa aún en su rostro, Eunsu caminó hacia el automóvil. Antes de que pudiera acercarse lo suficiente, una persona descendió del lado del conductor y caminó ágilmente.

"Eunsu, ¿llevas mucho tiempo esperando?"

Quien le llamó, era su pareja, el Alfa de Eunsu y el padre de esa nueva vida que crecía en su cuerpo.

Quitándose su abrigo, con agilidad cubrió el cuerpo de Eunso. El aroma de Dowon llegó a su nariz, era una fragancia especial que le daba una sensación refrescante y pura. Eunsu inhaló ese agradable aroma y respondió a sus palabras.

"¿Eh?"

"El viento aún es frío y no llevas ni siquiera una bufanda..."

Con un golpeteo de su lengua, Dowon habló como si no estuviera satisfecho con esa actitud. Pero sus acciones no se detuvieron y acomodó el abrigo sobre el cuerpo más pequeño que el suyo. Eunsu tomó su mano y la retiró suavemente.

"Ahora es primavera, no es necesario usar bufanda".

"Aun así, tienes que cuidar tu cuerpo, estás embarazado".

Down acarició suavemente la mejilla de Eunsu, después depositó un suave beso sobre la punta de la pequeña nariz, uno más en su barbilla y finalmente uno en sus cálidos labios. Eso le ocasionó cosquillas a Eunsu, quien comenzó a reírse ante esa muestra de cariño. Algo en su corazón picó, pero tras cinco minutos, permaneciendo allí con esa gruesa capa de tela sobre su cuerpo, el calor se elevó sobre su cuerpo.

"Estoy bien".

"... Entonces vamos".

Dowon no estaba seguro de esa respuesta, pero en ese momento sus acciones fueron diferentes a las esperadas. Tomó suavemente la mano de Eunsu y lo guio hasta el automóvil. Le ayudó a entrar, sentarse y le colocó cuidadosamente el cinturón de seguridad. Se aseguró que estuviera correctamente asegurado y después entró en el asiento del conductor, desactivó las luces de precaución y arrancó el automóvil.

Perdida M.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora