Eunsu cerró lentamente sus ojos y los abrió de nuevo. Tenía la sensación de que algo malo estaba a punto de suceder, una gruesa corriente de agua corría por sus mejillas. Cuando esas lágrimas comenzaron a deslizarse por la punta de su barbilla, Eunsu las limpió con sus manos. Y, aprovechando el momento en que el poder de Seo Jeon se debilitó, escapó de su agarre.
Eunsu, que giró justo detrás de su eje, corrió sobre la áspera acera y no miró atrás. Sorprendido, Seo Jeon lo alcanzó rápidamente.
"¿A dónde vas? Tenemos que ir al hospital, yo..."
"Tengo la intención de preguntarle al Sr. Dowon".
Eunsu dijo, mirando al frente. Eran solo diez minutos a pie desde aquí hasta la empresa. Podría ir rápido. Solo tendría que ir y preguntar. '¿Es cierto lo que acabo de escuchar?'
La sien de Seo Jeon se curvó hacia arriba y hacia abajo ante las palabras de Eunsu. Al mismo tiempo, agarró su brazo y lo jaló hacía atrás con violencia.
"Ese bastardo ni siquiera puede recordar de todos modos, ¿cómo es que vas a preguntarle?"
"Sin embargo, lo haré".
Eunsu, que se había quitado de encima las manos de Seo Jeon, obstinadamente dio un paso adelante. Al bajar las escaleras de emergencia, las plantas de sus pies al igual que sus tobillos estaban hinchados por tanto esfuerzo, eso sin mencionar su torcedura y la muñeca que seguramente estaba rota.
Seo Jeon levantó los ojos como un toro enfurecido y le gritó a Eunsu por su actitud estúpida.
"¿Qué vas a hacer? ¡Sabes que Seo Dowon no puede recordar! ¡¿Por qué estás actuando como estúpido?!"
"Aun así, preguntaré por la verdad. Si no lo sabe, deberías hacérselo saber. Tengo que saber la verdad sin importar quien recuerde o no las cosas".
"Si vas, solo encontrarás cosas malas. Vas a quedar destruido".
"..."
Eunsu no respondió. Siguió caminando hacia adelante. Parecía haber decidido ignorar a Seo Jeon. Pero éste lo siguió con tenacidad y le lanzó amenazas a Eunsu sin parar.
"Piénsalo bien. Si Seo Dowon realmente te amara, ¿te habría echado de esa manera debido a tu breve aventura? Para Seo Dowon, tú eres solo un Omega que abre sus piernas a cualquier hombre".
"..."
"No cambiaría nada si supiera que lo que pasó en ese hotel fue la situación que yo había creado. Eunsu, incluso ahora, Seo Dowon no te ama, ni siquiera te quiere".
Ante esas palabras, Eunsu abrió sus ojos rojos e inyectados en sangre. Y gritó.
"¡No! ¡No! ¡No digas eso cuando no sabes nada!"
'¡¿Cómo nos queríamos?! ¡Cómo me miró! ¡Cuánto me amaba! ¡Eso no puede ser mentira!'
Solo eran mentiras con la intención desesperada de separarlos con fines egoístas. Por escapar de alguna manera de esta terrible realidad, por el deseo de vivir.
Las lágrimas caían constantemente de sus ojos llenos de veneno y maldad. Eunsu, cuya piel y labios se habían vuelto blancos, gritó fuerte, pero realmente no le convenía. Podía sentir claramente lo mal que estaba la condición de Eunsu en ese momento y cuánto se había derrumbado.
Seo Jeon estaba a punto de explotar por la frustración. Tiró del brazo de Eunsu hacia él y gritó al mismo tiempo.
"¡Eres tú quien no sabe nada!"
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Perdida M.
Roman d'amourLos personajes de esta historia son fictos y cualquier parecido con la realidad u otras historias es mera coincidencia. Esta novela contiene material para mayores de 18 años, todos los personajes son ficticios y son mayores de edad.