Las náuseas matutinas se prolongaron. Lo que pensó terminaría en tres o cuatro días, se prolongó por más de tres semanas. Cuando lo buscó en internet, la información refería un tiempo de hasta tres meses. Era terrible.
Gracias a esto, Eunsu estaba perdiendo peso. Ni siquiera podía comer un tercio de lo que antes era su ingesta promedio de alimentos, así que era natural que se viera más delgado. Ante su apariencia febril, Dowon no fue el único en externar su preocupación hacia su salud, los miembros del departamento también comenzaron a notar que algo no estaba bien con él.
Con una cara moribunda, Eunsu puso excusas que no fueron convincentes para nadie, desde estar bajo un régimen alimenticio, hasta una acidez repentina. Ante eso, los miembros se manifestaron alarmados.
"¡Oh, Dios mío! Jefe, ¿Quién le dijo que necesitaba perder peso?"
"¡Cielos!, no importa cuán estricto seas con los alimentos, un peso muy bajo es peor que la obesidad".
"¡Jefe Yoon!, la grasa para el cuerpo humano es necesaria, no puede desatender su salud!"
... Etcétera.
Eunsu estaba realmente preocupado por su porcentaje de grasa corporal. Por supuesto, se sintió mal de tener que expresar verdades a medias, pero una parte de él sintió mucha felicidad al darse cuenta de que había personas preocupadas por su bienestar.
Eunsu sacó la pajita que estaba adherida al cartón de su bebida rehidratante. Eso era lo único que su cuerpo toleraba. Mientras suspiraba por la nariz y hacía [clic] con el mouse, una pequeña alarma apareció en la esquina del monitor.
[Ven a la oficina de la Dirección General].
Era un mensaje de Dowon. Eunsu saltó en ese momento y se dirigió con pasos ágiles. Sin embargo, estaba un poco preocupado de mostrarse en ese estado ante un Dowon impredecible, pero oler un poco su feromona no sería tan malo.
Tan pronto como se abrió la puerta de la sala de juntas, Eunsu saltó a los brazos de Dowon. Dowon, sorprendido de que pudiera caerse, rápidamente lo abrazó.
"No puedes hacer movimientos así. ¿Sabes qué tan duro es el piso de mármol? ¿Qué pasa si te caes?"
Dowon palmeó la espalda de Eunsu y lo regaño. De cualquier manera, Eunsu estaba distraído, enterrando su nariz en su cuello, inhalando lo más que podía la feromona Alfa dominante.
Dowon dejó escapar un pequeño suspiro y lo llevó al sofá. Colocó a Eunsu en su regazo. Eunsu movió su cuerpo para encontrar una posición cómoda.
"¿Qué tal el desayuno?"
Preguntó Dowon.
"Comí un plátano y..."
"¿Solo un plátano?"
"Limón caramelizado".
"¿Solo eso...?"
Eunsu asintió con la cabeza. El rostro de Dowon se endureció. Pero no estaba en el entendido de que Eunsu no era capaz de probar alimento alguno, y era por eso que sus preocupaciones crecían aún más. Acarició suavemente el cabello fino de Eunsu. ¿Qué debería comer? Era inútil porque ni siquiera podía olerlo aunque trajera esta y aquella comida.
Lo único que su estómago toleraba hasta cierto punto eran frutas y bebidas iónicas, pero era difícil obtener suficientes nutrientes solo comiendo eso.
Estaba embarazado, en una etapa donde no podía comer nada, por lo que su peso se estaba reduciendo considerablemente. Era imposible hacerle entender ese tipo de cosas a alguien con la personalidad explosiva de Dowon. Era algo que no debería decir descuidadamente.
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Perdida M.
RomanceLos personajes de esta historia son fictos y cualquier parecido con la realidad u otras historias es mera coincidencia. Esta novela contiene material para mayores de 18 años, todos los personajes son ficticios y son mayores de edad.