【A ​| N】||ᴊᴀᴇᴍʀᴇɴ||

Capítulo 10

Después de regresar de un almuerzo un poco.... Intenso, Renjun llegó a la oficina para enterarse que la más ni menos Samantha Smith estaba en la ciudad y no solo eso. Jaehyun les informo que esa noche irían a cenar. Apenas había salido del ascensor cuando Jaehyun los intercepto e ignorando el hecho de que Renjun traba de alejar a un Jaemin empalagoso unos centímetros, Jaehyun les informo que esa noche tenían una cena programada, y ninguno de los dos podía decir que no.

Renjun tenía un mal presentimiento sobre esta maldita cena, jamás le había gustado Samantha, y el desagrado era mutuo, esa mujer lo odiaba. La relación de esa mujer con Jaehyun era rara. Samantha era la mujer más frecuente en la vida de Jaehyun, muchos años atrás supo que se habían acostado, y como siempre Jaehyun la desechó, pero ella era una ingeniera muy respetada, así que continuaban viéndose por cuestiones de trabajo, y en ocasiones... volvían a acostarse. Pero Jaehyun era Jaehyun, y él no estaba muy interesado en nada formal. He ahí donde no comprendía la obsesión de Samantha por Jaehyun ¿De verdad eso era amor? Además, sabía que la mujer no era una santa tampoco, andaba con todos y con nadie a la vez, era la versión femenina de Jaehyun. Y ella odiaba a Renjun, jamás había intentado ocultar su desagrado por él puesto que Renjun era la persona de confianza de Jaehyun.

Ella tenía un sexto sentido y en una ocasión que tuvieron un encuentro ella le había acusado de estar enamorado de su jefe. Por supuesto, Renjun ya tenía práctica en controlar sus emociones al respecto e ignoro a la dama. Tenían más de dos meses que no se veían, porque ella había estado en Italia, y que al regresar hubiera invitado a Jaehyun a cenar y le pidiera que llevara a Renjun no le daba buena espina. Lo más normal sería que ahorita ella y Jaehyun estuvieran como conejos en una habitación de hotel. No cenando como personas civilizadas.

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—Pareces asustado —comentó Jaemin detras de Renjun. Inconscientemente se había detenido cerca de la entrada, desde ahí se podría apreciar la mesa al final de la habitación donde Samantha estaba saludando a Jaehyun con un beso en la boca.

—¿Has visto esas hienas que salen en los documentales sobre naturaleza? —preguntó sin mirar a Jaemin. En cambio, fingió una sonrisa cuando Samantha con su perfecta sonrisa e inmaculado peinado miró en su dirección y los saludo con la mano.

—He visto hienas en vivo y a todo color, recuerda que soy fotógrafo ¿Por qué lo preguntas?

—Estas a punto de enfrentarte con la líder de todas ellas —Jaemin rio ante su comentario, pero aun así lo empujó hacia la mesa. Le agradecía, dudaba mucho que hubiera podido caminar hacia allí por propia voluntad.

—Renjun querido, cuanto tiempo sin verte —La hiena se aproximó hacia él para saludarlo con dos besos en la mejilla. ¡Oh mierda! Ahora definitivamente estaba seguro de que algo planeaba. Jaehyun presentó a Jaemin y todos tomaron asiento. Jaemin se sentó delante de Renjun y a un lado de Samantha, por lo tanto, Jaehyun estaba delante de Samantha y a un lado de Renjun.

—Yo invitare hoy, tengo ganas de emborracharme, ¿Beberás conmigo Renjun? Jaehyun ya me ha dicho que él tiene trabajo que hacer mañana —dijo Samantha, a Renjun le dio escalofríos por la mirada que le dio.

—Yo trabajo para él, por lo tanto, también tengo trabajo —contestó con calma, mientras el maître servía las copas de vino.

—Siempre tan eficiente Renjun —ella sonrió, estiro su mano y toco la mano de Jaehyun. —¿Qué harías sin este hombre Jaehyun? —Jaehyun rio, se apartó del toque de Samantha y paso un brazo sobre los hombros de Renjun. Renjun se tensó. ¡Joder! Esto no iba bien. Su corazón se aceleró ¿Qué pretendía Samantha?

—Sería como si me cortaran ambos brazos —sonrió Jaehyun. Con tan simples palabras bastaban para que a Renjun le costara trabajo respirar. Entonces algo llamo su atención delante de él. Jaemin los estaba estudiando con atención, hasta ahora no había dicho ni una palabra.