❝𝙊𝙝, 𝘾𝙝𝙖𝙣𝙣𝙞𝙚❞ ⎟ "ᶜʰᵃⁿᵐⁱⁿ"

;; Estúpido Bang

— ¡Basta, dejen de hacer tanto bullicio! –excoamó el profesor, llamando la atención de todos en el aula– A continuación voy a llamar la atención de los alumnos que no se anotaron a ningún deporte. –después de haber hecho una pequeña pausa para revisar su lista, comenzó a nombrar a aquellos alumnos– Choi Soobin, Han Jisung, Jang Chaeyoung y Kim Seungmin, ustedes, vengan a mi oficina después de esta clase.

Seungmin abrió la boca con sorpresa, para luego mirar a dónde Christopher se sentaba, ¿Enserio no lo había anotado en la tabla cuando él mismo lo vió inscribirse al equipo de voleibol?, ¡¿Pero qué le pasa?!.
Instantáneamente se instaló un gran enojo en el castaño, haciendo que su lápiz se rompiera por hacer fuerza en el puño.

Su amigo, quien se sentaba a su lado, lo miró con asombro, viendo la agresividad que había ejercido Seungmin en el lápiz.

— Dios, relájate, el lápiz no tiene la culpa –dijo, mirando aún sorprendido como con una sola mano el lápiz había sido roto–

— Cállate, Yeonjun –respondió, sintiendo su mandíbula doler de tanto apretarla– maldito cabeza de oveja, no voy a dejar esto así...

Al terminar la clase, lo que fué unos pocos minutos después, Seungmin no lo pensó ni una vez, al ver que el profesor se había ido, salió disparado de su asiento, caminando hecho furia hacia el australiano, quien de nuevo estaba recargado en su pupitre, intentando dormir de nuevo, pero su sueño se esfumó de repente cuando alguien había golpeado con fuerza su banco, haciéndolo mirar rápidamente al propietario de ese golpe.

— ¿¡Por qué mierda no me anotaste!?, ¡Tu mismo viste cuando me anoté a un equipo! –dijo con enojo, con su rostro casi enrojecido– Ahora por tu culpa van a meterme a un equipo estúpido de los que nadie quiere entrar

— Si no te hubieras comportado como un hijo de puta no estarías aquí jodiendo –contestó– Tenías que anotarte tu mismo y firmar, pero claro, al estúpido Kim se le ocurrió ser un niño de prescolar

— Ja, ¿¡Tan difícil fué aunque sea solo anotar mi nombre!?

Seungmin había golpeado de nuevo el banco, provocando que Christopher se levantara de golpe, parándose justo enfrente de el, tan cerca que podía jurar morirse ahí mismo.

— ¿Tan difícil era no hacerme enojar? –preguntó, estando a una distancia demasiado pequeña, casi pegando ambos pechos y frente pero eso no se podía bien, ya que el castaño era más bajito que el–

— Te enojas fácilmente, Bang –dijo con gracia, haciendo enojar de nuevo al pelinegro– ¿Que vas a hacer al respecto, eh?

No me preguntes eso...

Mierda, Christopher enserio quería decirle todo lo que quería hacerle al respecto, pero claro, no iba a decirlo así porque si, iba a delatarse completamente si eso sucedía, así que se le ocurrió decirle la palabra clave que quedaba con todo aquello.

— Voy a joderte –contestó fríamente–

Y de muchas maneras...

Seungmin sintió sus piernas temblar de repente, estaba aguantando demasiado las ganas de terminar esa conversación con un coqueteo, pero para su mala suerte el profesor había entrado de nuevo para llevarse a aquellos alumnos que había mencionado anteriormente.

No podía quedarse ahí todo el día, entonces caminó saliendo del salón y dirigiéndose al despacho de aquel profesor.

Después de una conversación donde debatían qué deporte escojer de los pocos que quedaban, finalmente Seungmin había salido de ahí, aún más hecho furia que antes.
Caminó a la cafetería, en donde se encontró con sus amigos comiendo en una de las mesas.

— ¡Seungmin Hyung! –saludó Jeongin, quien sonrió lindamente para el castaño, pero este no le dió la misma sonrisa– Uy, ¿Estás de malas, Hyung?

— Si, ¡El profesor me metió al equipo de golf! –contestó exaltado, cruzándose de brazos– ¿Quien mierda juega eso?, Todo por culpa del estúpido Bang

— Relájate amigo, ¿Que tal si hacemos una de esas bromas que te gusta hacerle? –dijo Yeonjun, iluminando el rostro del chico en milisegundos–

— ¡Eso es!, ¡Gracias Yeon!

Seungmin se había levantado de nuevo de aquella mesa, nisiquiera había durado más de un minuto sentado ahí, el quería iniciar ya con su venganza, no queria perder el tiempo.

— Pero... ¡Nisiquiera comió algo! –dijo el chico mientras Jeongin negaba con la cabeza–

Vaya, Kim tendría que enfrentar las consecuencias después de lo que haría, y todo por no pensar en ello....