❝𝙊𝙝, 𝘾𝙝𝙖𝙣𝙣𝙞𝙚❞ ⎟ "ᶜʰᵃⁿᵐⁱⁿ"

;; Fastidio

Christopher era un chico tranquilo, aplicado y amable, no le hacía daño a nadie a menos que lo tomaran de mal genio, cosa que solo pasaba con una sola persona en específico y eso era su problema.

Kim Seungmin era su nombre.

Desde que entró a primer grado de universidad, aquel chico no dejaba de molestarlo día a día, hora tras hora, minuto por minuto, pareciera que molestarlo era su pasatiempo favorito, por lo que el pelinegro ya estaba harto.

Ahora, se encontraba sentado en su pupitre, acostando medio cuerpo en la mesa, ese día se sentía cansado, con demasiado sueño y estresado, pues había dormido hasta tarde por hacer un proyecto, el cual no entregó porque al profesor se le había ocurrido faltar, cuando puso todo su esfuerzo en ese trabajo hasta solo dormir dos horas.
Abrió sus ojos al recordar que tenía que dar un aviso a los compañeros del grupo, al ser representante daba los comunicados entre otras cosas.

Con pesades, se levantó de su lugar y caminó hasta ponerse enfrente de todos, estaban en hora libre, por lo cual muchos estaban platicando, comiendo o haciendo otro tipo de cosas.

- ¡Chicos!, ¿Me prestan atención un momento, por favor? -Habló alzando la voz, haciendo que todos lo miraran de inmediato- El profesor de literatura me pidió que diera el aviso de la fecha de expiración del texto escrito que-...

Sus palabras quedaron en el aire al sentir como algo golpeaba su cabeza, al dirigir la mirada al suelo, vió que se trataba de una bolita de papel.
Cerró sus ojos, suspiró y contó hasta cinco, ya sabía de quién pertenecía aquella molestia, por lo que lo ignoró con éxito.

- Bien, les decía, el texto escrito sobre el tema que cada uno eligió, se entregará el día viernes antes de las doce del medio día, también les informo que la feria deportiva será el día de mañana, para poder unirse a un equipo deportivo pueden ir a las nueve de la mañana al gimnasio, ¿Alguna duda?

Miró a todos los compañeros, quienes negaron a la pregunta, excepto alguien, quien levantó la mano rápidamente, Chan lo miró por unos segundos pero volvió a ignorarlo por completo.

- ¿Nadie?, Perfecto, graci-...

- Oye, idiota, ¿No ves que estoy levantando la mano? -señaló su brazo estirado con obviedad, causando que el pelinegro rodara los ojos-

Un suspiro volvió a salir.

- ¿Que quieres? -preguntó con pesades-

- Lo siento, no puse atención, me perdí desde que empezaste a hablar -sonrió cínicamente, ganándose una mala mirada del australiano-

Los amigos del castaño rieron, haciendo estresar aún más al pelinegro.

- No es mi problema.

Sin más, se sentó de nuevo en su lugar, ignorando las quejas que el chico hacia, volviendo a recostarse en su pupitre para dormir aunque sea quince minutos.

Seungmin era un fastidio, un maldito dolor de culo el cual odiaba Christopher con todo su ser, pero no podía no sentir aquella atracción por el castaño.
Si, a Chan le gustaba aquel lindo chico, desde que lo vió por primera vez había quedado flechado por el bonito chico con cara de cachorrito, pero su actitud era del asco.
Tenía un carácter demasiado pesado, o al menos con el.
El menor solo se dedicaba a molestarlo cada que podía, quizá hasta solo lo molestaba por respirar.

Mientras tanto, Chan aguantaba el martirio todos los días, incluso hasta los días en que no había clases, pues desgraciadamente vivían en la misma calle.

El australiano solo aguantaba las ganas de no explotar a causa de Kim, porque no importaría que tanto le gustara el castaño, lo destrozaría de cualquier forma.