❝𝙊𝙝, 𝘾𝙝𝙖𝙣𝙣𝙞𝙚❞ ⎟ "ᶜʰᵃⁿᵐⁱⁿ"

;; Caliente

La feria deportiva había comenzado.

Chan al ser representante del grupo, le pidieron verificar que todos los de su grupo se hayan anotado en algún deporte, por lo que estaría buscándolos y anotandolos en una tablita que llevaba consigo.
Eso ameritaba que fuera el último en anotarse, por lo que estaba un poco preocupado, pues inscribirse a un deporte era obligatorio, podrían llenarse de más los equipos al ir toda la universidad y no quería meterse a un deporte que no le gustara.

De repente, las puertas del gimnasio fueron abiertas, entrando por ahí un lindo castaño.
Chan no pudo no sonreír por un segundo, pero cuando recordó lo que sucedió hace un rato en la entrada, aquella sonrisa se había vuelto una mueca de molestia.

Al llegar, Seungmin rápidamente había comenzado a atacarlo con comentarios molestos sobre su cabello, pues esa mañana no había tenido tiempo para arreglarse el cabello, por lo que se esponjó un poco y tuvo que ir con su cabello naturalmente rizado.

Lamentablemente tenía que acercarse a anotar su información, aunque no quisiera, era su deber y no podía quedar mal con el profesor de actividad física.
Se acercó al chico lentamente, sacando un suspiro de por medio, poniendo la tabla frente a el.

— Apunta tu asistencia y a qué equipo querrás entrar –fué lo único que dijo–

— No quiero –sonrió, ganándose una mala mirada del australiano–

— ¿Por qué mierda eres tan insoportable? Anotate y ya, Kim.

El bajito sacó una risa burlona y tomó la pluma y la tabla con ambas manos, pero dejó caer la pluma, haciendo un "ups" con su mano.

Christopher volvía a contar hasta cinco.

— ¿Tienes manos de mantequilla?

— Creo que si, ¿Podrías pasarme la pluma? Me duelen las piernas y no puedo agacharme –hizo un puchero tierno, el cual provocó en Chan asco y ternura–

El pelinegro suspiró pesadamente y luego procedió a agacharse, recogiendo la pluma y dándosela de nuevo al coreano, quien sonrió con sarcasmo.
Pero de nuevo, el chico volvía a joderle la existencia al australiano.

Seungmin había dejado caer su mochila para después agacharse él mismo a recogerla, haciendo enojar al mayor.
Para rematar, el castaño comenzó a escribir de manera lenta sobre las hojas de la tablilla, luego de ver de reojo la cara de frustración de Chan, a propósito hizo un rayón en las hojas.

— Uy, lo sient-...

— ¡Mierda, Kim! ¿¡Por qué eres tan idiota!? –dijo con enojo marcado en su voz, arrebatándole la tabla y la pluma al chico, quien se quejó por ello–

— ¡Oye, no terminé de anotarme!

— No es mi problema –contestó–

Chan salió echando humo por los oídos, mientras su cara parecía un tomate por el enojo acumulado.

Seungmin simplemente lo miraba irse.

— "No es mi problema" –arremedó– idiota, ¿No tiene otra oración que decir? –sin más caminó hasta las gradas, sentandose ahí–

Kim amaba molestar a Chan, pero había algo más detrás de simplemente hacerle la vida un fastidio.
A Seungmin le gustaba el australiano, ¿Por qué se portaba mal con el?, fácil, no sabía expresar sus sentimientos, por lo que siempre molestaba cada que podía al mayor.

Y hablando del rey de Roma...

El castaño vió como Christopher salía de los vestidores con el uniforme deportivo del equipo de basquetbol, iba caminando aún con su semblante serio y enojado.

Aquel uniforme era de un color rojo con franjas azules a los costados, con el número diez y su nombre grabado en la parte trasera de la camiseta.

"Bangchan"

Literalmente Seungmin estaba babeando, ese uniforme le quedaba... ¿Cuál era la palabra?, Nisiquiera el se acordaba por estar centrado simplemente en mirar al pelinegro.

Para su mala, o estúpida suerte, cómo dice el, Chan sintió su mirada encima, lo cual provocó que el mayor lo mirara.
Kim volvió la mirada de inmediato, avergonzado y sonrojado, el chico el cual se supone que le caía mal vió como se le quedaba viendo sin parpadear.

Seungmin sentía sus mejillas arder como el mismísimo infierno, comenzó a sudar de repente y cuando vió hacia abajo...

Oh no...

Oh sí, el chico ya tenía una erección por simplemente ver a Christopher usar ese uniforme.

Se veía demasiado caliente con eso puesto

— Eres un idiota, Kim Seungmin –se susurró a si mismo, levantándose de su lugar, corriendo hasta salir del gimnasio y seguir su camino hacia el baño–