❝𝙊𝙝, 𝘾𝙝𝙖𝙣𝙣𝙞𝙚❞ ⎟ "ᶜʰᵃⁿᵐⁱⁿ"

;; Voy a joderte

Por alguna razón, esta vez Seungmin no disfrutó la broma como las anteriores, ¿La razón?

"No sabes cuánto te odio"

Esa era la razón.

Seungmin sintió un poco de dolor en su corazón al escuchar eso, y lo peor es que no pudo disculparse, porque si, por primera vez iba a disculparse con el australiano, pero este se había ido del aula después de aquella broma, desde entonces no había entrado de nuevo, y eso hacia decaer un poco al castaño, quien no quitaba la mirada del lugar en donde el mayor se sentaba.

— Seung, debíste hacer algo menos funable, rayos, todos en el aula te miraron mal después de eso –susurró Yeonjun hacia su amigo, quien tenía el rostro entre sus manos– aunque, pensé que lo disfrutarías, ¿Que pasa?

— No es nada, olvídalo –respondió con simplesa–

Joder, Seungmin se arrepentía de haber hecho la broma.
El sonido del timbre anunciando la salida había resonado por todo el lugar, haciendo que todos se levantaran de sus asientos y comenzaran a vaciar el aula.

— Hoy no podré irme contigo, Seung –comentó, colocándose su mochila– Iré por Beomgyu a su práctica de voleibol

— Está bien, nos vemos el lunes entonces –se despidió de su amigo con un choque de manos–

El pelirosa salió corriendo del salón, al parecer tenía prisa.
Seungmin suspiró y salió del aula con pesades, se sentía extraño, odiaba esa sensación.

— Alto ahí, Kim Seungmin –dijo el profesor Kang, quien era el tutor de grupo–

— ¿Qué sucede? –preguntó–

— Llegaron tres reportes hacia tí en menos de diez minutos por hacer bromas pesadas en las instalaciones del instituto, ¿Sabes que sucede cuando son tres? –el menor negó– Vas a detención, justo ahora.

— P-pero, ¡Tengo algo importante que hacer! –exclamó, sintiendo una mezcla de enojo y miedo a la vez–

— Eso hubiera pensado antes de hacerse el gracioso, ahora dirigase al salón de detención, un ayudante llegará en diez minutos al aula, estará vigilandolo.

Seungmin bufó de nuevo, no teniendo más remedio que ir y esperar una hora en detención.

No podía parar de arrepentirse por la broma.

Al llegar la salón, observó que no había nadie más que el.
Caminó a tres bancos detrás de los de enfrente y se sentó en uno de la tercera ilera, se preguntaba que era lo que iba a hacer en una hora, no le habían asignado hacer nada por el estilo.

¿A qué hora llegaría ese tal ayudante?, Comenzaba a aburrirse y no llevaba más de un minuto ahí.

De pronto, la puerta fue abierta, haciendolo voltear de inmediato hacia su dirección, sintiendo una tensión entrar a su cuerpo.
Christopher había entrado con un semblante serio, con un uniforme seco y su cabello un poco alborotado debido a las incontables veces que lo jaló del enojo.

El pelinegro no dijo nada, simplemente se sentó en el borde del escritorio, mirando fijamente al castaño.

— Chan... Yo-

— No quiero escucharte.

— Porfavor, solo quiero pedirte disculpas por lo que hice –dijo sincero, haciendo sacar una risa sarcástica del contrario–

— Wow, tonto Kim pidiendo disculpas, difícil de creer.

Por un momento Seungmin se sintió estúpido y quiso preferir callarse y mandarlo a la mierda, pero algo le decía que no tenía que hacer eso, lo que hizo que se detuviera al querer hacerlo.