Un pensamiento incómodo

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Después de este momento tan incómodo, Paola se fue aterrada para su casa. Allí a solas en su habitación se puso a meditar todo lo ocurrido para entrar en razón y determinar qué hacer en lo sucesivo con respecto a Jenny. Veamos.

¡Por Dios! ¿Qué fue eso? ¿Cómo es posible...? ¿Cómo podría Jenny... y de mí? Aun no puedo creerlo. Nunca pensé que Jenny tuviera esos tipos de sentimientos hacia mí. Creí que teníamos una pura y sana amistad. Yo no puedo corresponderle, yo no soy como ella, jamás he tenido ese tipo de inclinación hacia el mismo sexo. ¿Soy tonta o qué? Ahora que lo pienso, ella nunca, específicamente dijo que era yo esa persona de quien estaba perdidamente enamorada. Viéndolo de otra forma, no solo yo soy su mejor amiga, también lo es Martha. Pero, sea cual sea esa preferencia, no me gustaría estar en su lugar, es una posición en la cual se sufre mucho, porque no todos tenemos esa misma inclinación sexual. Pero no importa qué, ella aún sigue siendo mi amiga.

Ella tuvo el valor, el cual no he tenido yo, el de ser sincera y valiente de decir lo que realmente siente a la persona que tanto ama. En cambio, yo soy una cobarde. Comparada con ella, yo perdería mucho menos. No sé, en lo sucesivo, cómo manejar esta trama tan amarga y difícil de sobrellevar. Si mi amor es un imposible, mucho más es el de ella. Pero, aun así, ella se arriesgó a... a pesar de lo desagradable que eso podría significar.

Jenny y yo tenemos mucho tiempo siendo buenas amigas, siempre le he estado muy agradecida por su incondicional amistad. No es justo que la tire a un lado por un posible malentendido, o por un insignificante desliz de su pasión juvenil. Estamos en una etapa de muchas confusiones, pues somos adolescentes, estas cosas nos pasan con mucha frecuencia. Quizás esté confundida. Después de todo, los sentimientos tienden a confundirnos.

Espero que mi reacción de hace un momento no le cause mal. No quiero imaginarme qué sería de mí si Raúl, al yo confesarle mi amor, actuara así, tal como yo lo hice con ella. Eso sería espantoso. Me siento tan mal. Quiero remediar este daño que le he hecho. ¿Qué estaría Jenny pensando de mí ahora? Ella tuvo la confianza de confesarme su secreto, quizás el más recóndito de su vida, y verse ante tal reacción no es nada bueno.

Cuánto me gustaría ahora que, lo he pensado, ir a disculparme con ella, pero ya es muy tarde, mis padres no me dejarían salir a estas horas de la noche. Espero verla mañana en el liceo. Espero saber elegir bien mis palabras para hacerle entender que comprendo sus sentimientos, y que me disculpo por mi tonta e indolente reacción, y aunque yo no le corresponda como es su deseo, que me permita seguir siendo su amiga, como siempre lo hemos sido. Estoy tan apenada. La hice verse a sí misma como un monstruo, estuve espantada. De todos modos, espero resarcir este daño tan pronto como pueda mañana.

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