𝙃𝙀𝙇𝙇𝙃𝙊𝙇𝙀 [𝙏𝙓𝙏]

4

ੈ✩‧₊˚

—¡Hueningkai! —grita exhaltado intentando recuperar desesperadamente su aliento.

No sabía cuánto había estado corriendo en línea recta por el pasillo, y ahora que lo notaba, aquel parecía estúpidamente largo, tan oscuro y sucio como las demás partes del edificio.

Seguía escuchando la voz de hueningkai, gritando y llorando al final del pasillo, sin embargo no podía llegar ahí, no podía encontrar el final y la voz solo parecía alejarse más cada segundo.

Soobin quería gritar de la impotencia, solo quería encontrar a su prometido para poder salir de ese horrible lugar de una vez por todas y dar por terminada esa pesadilla.

—¡Soobin!

Esta vez su voz fue fuerte, se escuchaba tan cerca que incluso el mencionado debió encender su linterna para asegurarse de que kai no estaba justo a su lado.

Claramente no era así.

—¡Hueningkai! —grito sintiéndose débil, estaba volviendose loco ahí, escuchando a su amante por todos lados sin poder si quiera identificar desde donde lo llamaba.

—¡estoy aquí! ¡Ayudame!

Ahora era perfectamente claro, la voz venía desde lo que Choi creyó era el final del pasillo, un agujero de oscuridad pura desde el suelo hasta el techo.

—¡Kai! ¡Kai! ¡Cariño! —grito aliviado al encontrar el rostro del menor entre la oscuridad.

Soobin no dudo en ir corriendo para poder auxiliarlo, sin embargo antes de poder llegar a él, justo a unos dos metros y medio algo que no supo identificar lo detuvo de golpe haciendolo caer al suelo.

—... ¿P-pero? —adolorido por el reciente golpe se pone de rodillas para pasar sus manos por aquello que le impedía cruzar hacía donde estaba el castaño.

Una especie de pared invisible que le dejaba ver claramente a su novio del otro lado, ambos estaban de rodillas en el suelo mirándose con tristeza, quizás porque sabían que algo malo iba a suceder.

—soobin... —Murmura kai empezando a llorar desconsoladamente.

El rubio no se quedó quieto, se levantó como pudo y empezó a golpear lo que sea que era eso para intentar pasar a rescatar a hueningkai de la oscuridad detrás suyo, sabía que algo pasaría y no pensaba quedarse sin hacer nada a esperarlo.

—¡voy a ayudarte! ¡Por favor! —desesperado sigue estampado con todas sus fuerzas sus puños en el "vidrio".

Las manchas de sangre no tardaron en aparecer, sus manos sangraban desde las heridas abiertas en abundancia, le dolía y mucho pero no podía ni siquiera pensar en eso, solo quería sacar a su prometido de ahí, no le importaba romperse los huesos si así lo conseguía.

—¡Hueningkai! —las lágrimas vuelven su vista borrosa rápidamente.

Ya no tenía idea de qué hacer, nada parecía hacerle un rasguño a la pared invisible y kai solo estaba ahí de rodillas llorando en silencio con la mirada clavada en el suelo.