Capítulo IV

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Una vez mas,

Una ultima vez,

Correr así,

Llorar así,

Morir aquí,

Soñar por ti.

*Sueños de un hombre en miseria.

Kieran Rohan- Alto Señor del Círculo íntimo

4 de Septiembre de 2020

Todos en la comisaría estaban ocupados, pero quien estaba frente a el lo miraba escéptico, y de nuevo Jared entendía por que, la cuestion es que no sabía como llego a ese por que.

Habían pasado 5 días desde el incidente.

Desde que todos olvidaron a Ronan.

Nadie a parte de el lo recordaba, era como si no hubiese siquiera nacido.

Empezando con su departamento.

La mañana siguiente de lo que paso, desperto en su cama todo tan normal y acomodado que creyo que los eventos de la noche anterior no eran mas que una pesadilla.

Hasta que fue a la habitacion de a lado para contarle el raro sueño que habia tenido a su amigo, que noto que algo no estaba bien.

Para comenzar la habitacion estaba desierta.

Y no decierta de personas solamente.

Si no que allí no había nada.

No estaba la cama, el closet, la ropa tirada en el piso, no estaban los posters de Taylor Swift (la cantante favorita de Ronan), no había nada.

Y eso prendió una señal de alarma en el cerebro del Joven.

Fue corriendo a la sala, y todo estaba perfectamente ordenado.

Y eso lo asusto aún más.

Corrio abrir los gabinetes, no estaban los vasos, tazas y cubiertos favoritos de Ronan, solo los suyos.

Abrio el refrigerador y de nuevo no había licuados de proteina allí, ni comida vencida o con moho.

Miro las paredes.

Nada ninguna sola foto de él.

De Ronan.

Las fotos donde antes posaban juntos ahora solo lo mostraban a él, donde antes tenía una sonrisa, ahora estaba una cara sería.

Esta debía ser una broma de Ronan.

Pensó en que quizas era su broma de abril, como siempre, pero miro el calendario estaban en agosto...

Busco en el movil para llamarlo.

Pero no existía el contacto.

Marco su número, puesto que se lo sabía de memoria.

Nada.

El movil daba como fuera de cobertura.

Ya estaba hiperventilando.

Su amigo estaba bien.

Se repetía sientos de veces mientras salia del departamento y corria por las calles hasta el lugar de trabajo de este.

Al llegar preguntó.

-¿Ya ha llegado Ronan?

La mujer destras de escritorio lo miro confundida.

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