Te abrí mi corazón

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- Quédate conmigo, Will. Quédate.

Las palabras de Hannibal resuenan en la cabeza de Will. Piensa en la noche anterior, en lo feliz que estuvo de haber follado con Hannibal y cómo de triste se puso éste cuando se fue.
Le costó mucho hacerlo, pero no quería ser anudado. No todavía. Will no sabe si su elección está hecha,  si es Hannibal el alfa que desea sea su compañero. Se lo está repitiendo desde que salió de esa casa hace unas horas como un mantra, su mente intentando convencerle de lo que su corazón ya sabe.

Cuando llega a casa lo primero que hace es ducharse, iluso, pensando que así limpiará el olor que Hannibal ha dejado en todo su cuerpo. Se frota insistentemente, se echa tanta colonia que apesta y se dispone a salir de su casa justo en el momento que Chilton llama con los nudillos en su puerta.

- ¿Will? Soy yo, Frederick.

<<Mierda. ¿Qué hace aquí?>> Will se mueve sigilosamente, no quiere ver a Frederick ni a nadie ahora mismo.

- Sé que estás ahí, Will. Te estoy oliendo – Chilton dice la palabra oliendo con desprecio.

Y Will sabe qué conlleva ese tono. No solamente le está oliendo a él, sino a Hannibal. Tanta agua, tanto dejarse la piel enrojecida absolutamente para nada. A veces Will odia ser un omega. Sería todo tan sencillo si fuese normal, un humano normal y corriente.

- Hola Frederick. ¿Quieres pasar? Estaba apunto de irme.

- No, gracias – su cara es de enfado, los ojos vidriosos.

- ¿Pasa…algo?

- Dimelo tú.

- No sé a qué…

- Hannibal ha acudido al Hospital Psiquiátrico bien temprano esta mañana. Lo sé todo Will. No quería creerle pero…ahora…apestas a él.

- Fred…yo…

Los puños de Fred se aprietan, Will teme lo que va a pasar. Si Fred se abalanzara sobre él, siendo un alfa como es, ganaria.

- Siento lo que va a pasar, Will. Pero no es justo.

Y empuja a Will dentro de la casa, forcejeando con él en el suelo. Will le golpea en la cara, en el pecho, llora incluso. Y Chilton, el hombre respetado que dirige un Hospital Psiquiátrico, aquel cuya infancia había sido más feliz que la de la mayoría, se deja llevar por su instinto alfa, violando a Will.

- Para, Fred…por favor...Puedes…contenerte.

- No quiero, Will…no te resistas, será mejor así.

Lo que más odia Will no es el hecho de que Fred no pueda contener sus instintos, una parte de él hasta puede comprenderlo. Lo peor de todo es que su propio cuerpo omega está reaccionando al toque de Fred, al olor de Fred, a sus ansias por dejarle desnudo y a imaginarse montando a Chilton del mismo modo que lo hizo con Hannibal horas atrás.

Fred sujeta de las muñecas a Will con una sola mano…hasta que deja de hacerlo. Y Will no huye, no desea hacerlo. Sus manos empujan a Chilton sobre él dejando que bese su pecho por completo, ya desnudo. Visto desde fuera, los dos cuerpos son uno solo cuando los dos están sin nada de ropa, sudorosos en el suelo.

De golpe, el frío. Y Fred al otro lado con Hannibal encima de él sujetándole por el cuello.

- ¡HANNIBAL! – grita Will-. PARA.

- Estaba apunto de violarte, Will – aprieta el cuello de Chilton con sus manos-. ¿No es cierto, Chilton?

- Tú….me dijiste…-. Chilton intenta hablar pero no puede.

El ganado de Will Graham (ACABADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora