⚠️escenas algo subidas de tono⚠️
si les incomoda no lean♡La silla de escritorio soltaba chillidos sutiles de vez en cuando, esto debiéndose a los inquietos movimientos que el castaño estaba haciendo. Suspiros escapándose de sus gruesos y brillantes labios debido a las caricias que estaba recibiendo en sus piernas por parte de su novio, el cual se encontraba de rodillas entre sus piernas, paseando sus manos de forma lentamente de arriba hacia abajo por toda la extensión de estas.
-. Iván, lo que sea que querás hacer hacela corta, que en menos de una hora debo prender.- Advierte con voz pesada el mayor por dos días, acariciando con una mano el revoltoso cabello negro del alto, la otra apretando fuerte el reposabrazos de la silla.
El nombrado suelta una risita antes de levantar sus ojos rasgados y ver al castaño con diversión.
-. Pará emoción gato, quiero intentar algo y para eso debo probar el terreno.- Responde en un murmullo, acercando sus manos a las caderas del más bajito, ambas posándose justo sobre el borde del pantalón de chándal que estaba usando el castaño. - Ahora, sé bueno y levanta un toque el culo.- Agrega, jalando un poco del borde hacia abajo, los boxers empezaron a asomarse a la par que él iba bajando la prenda. El más bajo obedeciendo casi de inmediato la petición del pelinegro.
Una vez los holgados pantalones tocaron el suelo las piernas del mayor temblaron debido al fresco clima que había allí en su cuarto de streams, viendo como el impulso de cerrar sus piernas estaba complicado debido al delgado cuerpo del más alto entre ellas.
-. Te las depilaste... - Mencionaa en un susurro cautivado el pelinegro, tocando en apenas un roce las canillas del de ojos verdes.
Carrera se sonrojó ante la mirada brillante y atractiva que el menor le estaba dando a sus pálidas piernas, arrepintiéndose un poco de haber aceptado que le quitaran los pantalones.
-. Y si boludo, me habías pedido que lo hiciera para que hicieras lo que sea que tenés en mente, ¿por qué no me querés decir?- Pregunta a lo último, notando que la mirada marrón del menor había cambiado de dirección, ahora viendo fijamente sus muslos aplastados en la silla.
Spreen, aún viendo las carnosas piernas de su novio responde de forma simple, sus manos apoyadas en el pantalón tirado.
-. Porque ya lo vas a ver, no seas impaciente Rodri.- Con voz divertida, pero ahora un poco más gruesa, habló. Sus manos subiendo aún con un toque suave y superficial por las rodillas del castaño hasta los muslos externos, donde las dejó descansar. Una sonrisa pequeña se formó en sus labios al notar la diferencia de temperatura de estos con sus manos.
-. Boludo, ¡estás congelado! - Se quejó el castaño tomando las muñecas del pelinegro y haciendo algo de fuerza para sacar las frías manos de sus piernas.