[CANTO I: EL PINTOR]
La vida pasa, mientras miro al paraíso en busca del descanso,
descanso de una mente que jamás descansará.
Vuelvo a mi mundo, con un suspiro de tristeza miro a mi lienzo en blanco,
busco pintura, abro mis baldes mientras las ventanas se llenan de luz matinal en mi gran estudio.
Una gran catedral llena de mis grandes obras, por las que el mundo me conoció.
Las miro de forma deprimente, y ellas me miran a mi, orgullosas de su padre.
Y luego al blanco lienzo, expectantes de que será de mi nueva obra maestra.
Ellas se imaginan todo, yo no imagino nada.
En un arranque de inspiración levanto la mirada otra vez. Para admirar la inmensidad de mi torreón, parece infinita, llena de pinturas que hablan entre ellas, llenas de vida. Pero aun así, no es suficiente.
Tomo pintura roja, dibujo tristes rostros en el lienzo, gritan, chillan y me exclaman en su sufrimiento. Mientras dejo un negro vacío de fondo.
Los otros rostros y paisajes me miran con preocupación, mientras el día termina. Oscurece y mi mente se deteriora
[CANTO II: DECADENCIA]
Lloro ante mi obra más grande.
Mi frustración llora por mi, grita de desesperación ante pintura roja que cae en mi lienzo.
Todo parece estar arruinado,
un paisaje distorsionado con rostros de indescriptible dolor.
Es todo un asco.
Soy un asco.
Cabeceo al lienzo con rabia.
No funciona,
Doy fuertes pinceladas, no funcionan.
Mi sonrisa sale de forma natural, en respuesta al estrés.
"Todo estará bien"
"Está arruinado"
"No importa"
"Si importa"
"Puede mejorar"
"Eres una desgracia"
"No es el fin"
"Claro que lo es"
"No es algo por lo que preocuparse"
"Eres un inútil incapaz"
"No"
"Si"
"Te quiero"
"Te odio"
Voces pelean en mi cabeza mientras miro atentamente al desastre de colores en mi lienzo,
cubro de la goteante pintura roja mi cara y empiezo a masacrarlo a cabezazos con más pintura y lágrimas.
Mientras mi sonrisa, mi falsa sonrisa, queda marcada en el lienzo.
Finalmente decido retirar el lienzo y empezar de 0,
sin darme cuenta de que se había convertido en un ciclo, y que tantos lienzos desperdiciados terminaron cayéndome encima.
Rio, rio y rio, me carcajeo en desesperación, desesperación de una obra maestra que jamás terminaré, porque siempre puede ser mejor,
Porque nunca soy suficiente.
[CANTO III: AMANECER DE UN NUEVO DÍA]
He decidido resurgir desde el núcleo, las pinturas miran el nuevo panorama con horror mientras retiro los lienzos de mi cuerpo.
Aún estoy manchado de pintura fresca
reflexiono, no puedo descansar, la obra debe continuar.
Pero en este nuevo Vals veo una nueva luz matinal en este infierno.
Mis pinturas, mis grandes obras me sonríen mientras lagrimas salen de mi otra vez.
Esta vez es diferente, es alegría, felicidad. Tuve una idea.
Después de años, tuve una idea.
Me regocijo y me acomodo en mi silla otra vez, busco mi ultimo lienzo y lo acomodo en el caballete.
Dibujo uno de los paisajes que tanto me caracterizan, esta vez es diferente.
Dibujo a mi bella catedral. Amanecer de un nuevo día decido llamarla.
Dibujo su interior, dibujo mi torreón, está destrozado, con lienzos blancos mal pintados por el suelo.
Con pinturas vivas que charlan entre si, me alegro y sonrío.
Mi paisaje sonríe, mi mundo sonríe.
Caótico, inestable y bello, bello es el, bello en su desastre, bello en su perfección,
bello en su imperfección.
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Pensamientos De Medianoche
AléatoireRecopilación de poemas extraños e historias cortas para el disfrute de quien se atreva a leer