[ DROCON: EL DRAGÓN DE LA MENTIRA ]

3 0 0
                                    

¨al principio no me di cuenta de que necesitaba todo lo que tengo hoy¨ dije yo, con algo de remordimiento. ¨nunca quise que nada de eso pasara...¨ observé al vacío, y él me devolvió la mirada. Regresando mi ser a la cruda realidad. Sangre que adorna las paredes, 3 cuerpos casi irreconocibles que cubren el suelo, y las cabezas degolladas de mis compañeros... Una sombra imponente me observa desde el otro lado de aquella cruda mazmorra, se acerca a mí lentamente, sudo, forcejeo en mi arrinconamiento, mientras la bestia se acerca cada vez más a mí, finalmente me tiene entre sus garras. Se acercó a mi oído y dijo con una voz profunda: ¨No, tu aún me sirves¨ Y justo después de eso desperté, eso fue... ¿Una pesadilla dentro de otra pesadilla?, sea lo que sea, ya no importa. Ya han pasado 3 meses desde que se fueron, y yo aún no soy capaz de procesarlo bien, pero, aun así, quizás sea el momento de revaluar mis sentimientos al respecto. Es momento de avanzar, es momento de seguir con el día a día, yo ya no puedo seguir con esto.

Salí de mi casa y me dirigí a ver el tablón de recados en el pueblo ¨esto solía ser más divertido con ellos¨ pensé mientras me adentraba en la inmensidad del mar de anuncios. Ayudar a recoger tomates, buscar un pollo perdido... Tanto para elegir y nada que llame la atención, al final decido ir a por el pollo, es lo que suena más entretenido. Tomo nota de la dirección del lugar y en un par de horas de caminata estoy ahí

Al llegar, me encuentro con un hombre amable pero preocupado. Me explica que su pollo, llamado Coco, ha desaparecido misteriosamente y teme que haya sido atacado por algún depredador. Me ofrece un sombrero de paja y un par de botas de lluvia para que esté adecuadamente preparado para la búsqueda.

Con determinación, empiezo a explorar el área cercana a la granja. Sigo las pistas y rastros que el dueño me indica: huellas de plumas, restos de maíz dispersos y marcas en la tierra. Avanzo entre los árboles y los arbustos, siguiendo cada indicio.

De repente, escucho un suave cacareo proveniente de un seto cercano. Me acerco sigilosamente y veo a Coco, asustado pero ileso. Con calma y paciencia, logro persuadir al pollo para que salga de su escondite y lo cojo suavemente entre mis manos.

El dueño de Coco, aliviado y agradecido, me recompensa con una bolsa de tomates frescos de su huerto. Acepto su amable gesto y nos despedimos con una sonrisa.

De vuelta a casa, con el pollo a salvo y los tomates en mi bolsa, reflexiono sobre mi jornada. Aunque todavía hay heridas abiertas y pesadillas acechando mi mente, ayudar a alguien y devolver algo de normalidad a mi vida me ha dado un respiro.

Quizás, en medio de la oscuridad, la luz se encuentra en los actos más simples y cotidianos. Tal vez, poco a poco, pueda sanar y encontrar una nueva dirección para mi vida. Solo el tiempo dirá, pero por ahora, seguiré adelante, un paso a la vez. Me recuesto y le doy un mordisco a uno de los tomates mientras poco a poco me vuelvo a quedar dormido, aun no son ni las 5 pm, pero estoy agotado por el cansancio.

- ¨ ¡ Hey -----! ¨

+ ¨ ¿N'aeem? ¨

siento como una voz masculina llama mi nombre, sé que es mi nombre, pero realmente no puedo escuchar que lo diga. Lo mejor que puedo escuchar es un vago intento de sonidos indescifrables, que aún así me llaman. De un segundo a otro, todo fue blanco, y otra vez, aquella mazmorra. Tal y como había terminado el sueño anterior, esta vez aquella sombra tiene más forma, la forma de un reptil... Mas parecida a la silueta de un dragón, si tuviera alguna forma de describirlo

- ¨Entonces has estado ocupado hoy ¿no es así? ¨

+¨ ¿Si...? ¨

Aquella sombra me cuestiona, no entiendo sus intenciones, realmente me siento incomodo frente a su presencia, casi como si intentara intimidarme

Pensamientos De Medianoche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora