DESPERTAR

CAPÍTULO 15

POV FREEN

Me sentí liviana y un poco mareada. Escuchaba ruidos muy lejanos, cómo pitidos de máquinas. Sentí en mi rostro un tacto frío, intenté abrir mis ojos poco a poco. Me costaba mucho, los sonidos empezaron a ser más cercanos, mi mente tenía flashes de yo estrellandome contra algo, después una voz dulce, y mucho dolor. Me dolió un poco la cabeza, y sentí que alguien me hablaba pero no entendía que me decía. La luz cegadora del lugar dónde me encontraba quemaba mis ojos. Poco a poco pude abrirlos, y cuando se enfocaron, su cara fue lo primero que vi. Becky me miraba con lágrimas en sus ojos, y una sonrisa de oreja a oreja.

-Por fin despertaste, no podía respirar bien.- Seguía un poco aturdida, sí esto era el cielo y ella estaba en el, no me quejaría. 

-Agua, por favor.- Es lo único que pude decir. Mi garganta ardía por la resequedad. ¿Había dormido mucho? ¿Cuánto tiempo pasó? Creo que sigo viva, al menos.

Ella rápidamente se apartó de mí, y busco un vaso de agua en una mesita cercana.

-Toma, te ayudo.- Con manos gentiles me ayudó a levantarme un poco, sentí un dolor terrible en mis costillas, y solo pude quejarme.

-Está bien, está bien. Lo siento, toma agua para que puedas acostarte otra vez.

Después de tomarme todo el vaso de agua, Becky me ayudó a ponerme en mi posición inicial.

-Llamaré al doctor, y le diré que ya despertaste.- La tomé por la mano rápidamente y me di cuenta que tenía una vía.

-No te vayas, quédate conmigo.- Le pedí.

Ella me miró con ternura, y sus lágrimas empezaron a brotar nuevamente.

-No sabes el miedo que sentí, pensé que iba a perderte. Fue mi culpa que salieras tan rápido esa noche, debí insistir en que te quedaras.

Estiré mi mano para limpiar sus lágrimas caídas, ella se acercó más a mí y depósito un beso cálido en mis labios. Me dio la fuerza suficiente para hablar.

-Estoy viva, y nada de esto es tu culpa. Son cosas que pasan. Así que deja de pensar en eso.

-Te he extrañado tanto, sé que estabas aquí, pero no poder hablar contigo o que me dijeras cuánto me amas, fue una pesadilla. Nos dijeron que despertarías cuando el sedante pasara, pero sentí que fueron siglos.

-¿Cuántos días estuve así?

-Tres días, los peores días de mi vida.-Dijo haciendo un puchero, se veía tan tierna, quería besarla.

Ella debió ver mi expresión, porque se acercó a mí rostro y me dio un beso.

-Te amo, no vuelvas a hacerme esto.

-Te amo, no lo haré.

-Tus padres están descansando, no se han ido ni un solo día pegados a ti.

-No debieron, ¿y tú? ¿Haz descansado?-Mire su cara, estaba más pálida de lo normal y sus ojeras eran notorias.

-He dormido en ese pequeño sillón, pero no importa. Solo quería que ya despertarás.

-Luces cansada.

-Cuando regreses a nuestra casa, podremos descansar juntas.

Nos miramos por un largo rato, ella me hizo mimos con su mano, y nos alejamos solo cuando la puerta de la habitación se abrió.

-Oww, qué sorpresa. Srta, Sarocha. Veo que ha despertado. Y no me han avisado.- Dijo el que supuse que era mi doctor mirando a Becky. Ella se ruborizó y bajó la mirada avergonzada.