DESPERTAR

CAPÍTULO 3.

POV BECKY

Me desperté con el sonido de mi despertador. Estire mi mano para apagarlo y en el proceso, tiré un vaso de agua, mojandome un poco. Me levante rápidamente, y maldije internamente. Odiaba las mañana, y más cuando sabía que iba a hacer un día muy largo.

Después de alistarme, bajé a desayunar. Mis padres no eran muy estrictos con eso de comer juntos siempre, pero en el desayuno, era una regla fija.

-Buen día, princesa- Me saluda tiernamente mi padre.

-Buen día, papá- Sí, definitivamente la consentida.

-Cielo, recuerda que hoy acompañaras a tu papá con su compromiso- Dijo mi mamá entrando al comedor, con una jarra de jugo.

-A todas estas, ¿con quién te verás?

-Tengo una reunión con la hija de los dueños de la franquicia más grande de telecomunicaciones que tiene Tailandia. Es algo muy importante, y que se hayan interesado en mi proyecto, es una bendición- Dijo mi papá muy orgulloso.

Sabía que esto era importante para él, abrirse pasó en este país y expandir más su empresa. Esto normalmente le tocaría a mi hermano, pero él se encontraba de viaje por el mundo. Dándose el año sabático que no me permitieron por lo último que pasó.

Desayunamos tranquilamente, mis padres eran la pareja perfecta. Se conocieron cuando eran muy jóvenes, mi madre viajo de intercambio al extranjero, y ahí empezó todo. Creo que en todos estos años no se han separado ni por un momento. Aproveché ese momento para dejar volar mi mente y permitirme pensar en ella.

Sí, en ella.

La chica que se robó por completo mi atención cuando la vi ese día en el bar. Creo que todo estuvo destinado para encontrarnos. Mi amiga Lisa necesitaba cubrir el show principal, y su bailarina no pudo llegar. Sabía que yo bailaba, y no dudo ni por un momento en pedírmelo. Insistió tanto, que no pude negarme. Aparte, era algo excitante, y me gustaban las cosas así.
Desde el momento en que subí al escenario sabía lo que haría. Empezó la música, y con eso mi baile. Estaba muy enfocada en lo que hacía, pero mire a una mesa, en la que se encontraban tres chicas. Pero solo una destacaba. Me miraba fijamente, y empecé a dar volteretas en el tubo. Nos miramos fijamente, y ella lamio sus labios. Yo a eso le respondí con un guiño y rompimos el contacto. Bajé a tomar un descanso, y me preguntaron si subían a una mujer o un hombre para el espectáculo final. No dude ni un segundo, y pedí a la chica que me miró fijamente.

Cuando salí, ella estaba sentada sin moverse. Empezó el show, nos miramos, y me puse detrás de ella, tocando sus hombros y en ese momento empezaron a sudar mis manos. No sabía porque, pero me puse un poco nerviosa, pero ignoré el sentimiento y seguí. Bajé a su oído, y le susurré si estaba nerviosa. Sentí que su piel se erizó, seguí el show. Y decidí ser más atrevida, me subí encima de ella, y tomé su cabello echando su cabeza hacia atrás. Con mi nariz acaricié su cuello, y la solté un poco, mientras me seguía moviendo. Ella inesperadamente puso sus manos en mis muslo, y me sobresalte. Sé que ella se dio cuenta, y me miró dándome a entender que ella también podía ser atrevida. El show terminó más rápido de lo que quería. Bajé rápidamente del escenario, me sentía un poco acalorada.

Después de eso, Lisa me había concertado un privado con alguien. Me molesté demasiado, hasta que me dijo que era la chica del show. Que estaba muy interesada en mí y en dejarme algo.
Sonreí para mis adentros, y acepté.
No había aceptado por el dinero, ni nada. No lo necesitaba, aparte no creía que fuera a pasar otra cosa. Pero si pasaría, ¿me importaría? No, no me importaría. Lo haría con gusto.

Verla sentada casi que a la orilla del mueble, mirando todo, me dio curiosidad. No tenía para nada aspecto de frecuentar lugares así. Después de enfrascarnos entre dimes y dirés. Empezamos a mantener una conversación, si se podía decir, amena.

Sentía la tensión palpando el ambiente, y me fui acercando a ella. Sus labios me eran muy atrayentes, debo admitir. En el momento que confesó su curiosidad hacía mí, no hubo tiempo para tomar una decisión, porque desde el momento en que la vi, sabía lo que quería. La besaría.
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-Becky, hey- Me llamó mi mamá, sacándome de mi ensoñación.

-Disculpa, estaba pensando en la universidad- Mentí descaradamente.

-Ya veo, pero no es tiempo para eso, querida. Tu papá te espera, deben ir a la reunión.

Me levante del comedor, y fui a donde estaba mi papa esperándome.

Esta nueva casa era enorme, muy lujosa y elegante para mí gusto. Me gustaba lo moderno, pero aquí en Tailandia, prevalecía lo tradicional. Amaba nuestra casa en Londres, era muy pintoresca y moderna. Y no me perdía en sus pasillos. Me culpaba internamente haber arrastrado a mi familia a esto. Tener que mudarnos tan de repente, dejando atrás nuestra cómoda y tranquila vida. Pero era algo que se tenía que hacer, yo no podía seguir un segundo más en aquel lugar.

Encontré a mi papá, me esperaba ya en su carro. Me monté y me empezó a hablar de cualquier cosa y que estaba muy feliz de que empezará a formar parte de su negocio.

-Y cómo te iba diciendo, esta empresa es muy importante. Tiene su base aquí en Bangkok, pero tiene sucursales en varios países.

-Es bueno, papi. Si quieres después de la reunión podemos ir a comer algo, para celebrar. Porque sé que cerraras ese trato.

-Eso espero, cariño. Muchos colegas me han comentado, que la presidente es algo difícil de convencer, y no cierra tratos tan fácil.

-No te preocupes, tu proyecto es algo diferente. Aparte, iré yo. ¿quién podría resistirse a esta sonrisa?- Dije señalando mi boca.

-Cierto, cierto. Eres mi amuleto de la buena suerte, cariño.

Después de viajar por más de media hora al centro de la ciudad, entramos al imponente edificio. En el lobby nos recibieron con una gran sonrisa, y nos dirigieron por un gran pasillo.

-Aquí será la reunión, pueden sentarse. ¿Les ofrezco algo para tomar?- Preguntó la amable secretaria.

-No, gracias. Esperamos a nuestro abogado- Dijo mi papá, sonriéndole a la chica.

De pronto llegó el abogado de la empresa, estaba algo aturdido.

-Disculpen el retraso, el trafico estaba un poco fuerte.

-No te preocupes, ya estamos todos aquí.

La secretaria aviso que en unos momentos llegarían los ejecutivos. A mí me aburría un poco esto, así que empecé a mirar por todos lados, era algo imponente esta sala de reuniones. Una mesa alargada y toda de vidrio pulido. Toda la pared ocupaba un ventanal que hacía ver infinito el espacio. Seguí mirando y había una placa de reconocimiento al empresario del año, por sus aportes a la comunidad, pero me llamó un poco la atención el nombre "Frank Sarocha". ¿Sarocha? Me sonaba mucho este nombre. Sarocha, ¿dónde lo había escuchado? Y de pronto vino a mí mente, una cierta chica que huyó cuando sintió mis labios en los suyos. Freen Sarocha, pero no podía ser. Tenía dinero, claro, pero ¿podía ser? Miré a mi padre y le pregunté.

-¿Sabes el nombre de la presidenta de la compañía?-Pregunté ya algo nerviosa.

-Claro, es Fre...

Y fue interrumpido por el grupo de personas que entraba a la sala, y con ellos la secretaria que anunció:

-Les presento a nuestra presidenta, Freen Sarocha.

Y entro ella, vestida toda de blanco, y con una postura imponente. Bueno, imponente hasta que miró a la mesa y me vio. Quedó pasmada, cómo si hubiera visto un fantasma.

No puedo creer mi suerte.
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Gracias por su apoyo, en un rato subo otro capítulo.