My polyamorous love

Especial.

Tokoyami.

Saliendo del exámen de admisión para UA caminé hacia casa, procurando dar pasos lentos ¿Por qué quisiera ir a un lugar donde solo es gritos a cada rato?. Deje de caminar al escuchar unos cuantos gritos eufóricos.

Al llegar a dónde se encontraban los gritos note que se trataban de varias personas que al parecer estaban felices de ver a Hawks ahí, el héroe más joven y rápido, se sabía que al estar soltero todas las chicas y algún que otro chico buscaba la atención del susodicho.

Alzando los hombros sin importancia volví a mi camino a casa, sin notar la mirada curiosa de alguien.

Pasado el tiempo, con un suspiro abrí lentamente la puerta de mi hogar, quitándome los zapatos que llevaba, dejándolos en su lugar empecé a caminar hacia mi habitación.

— ¡FUMIKAGE! ¿Qué horas son estás de llegar? Y no se te ocurra decir alguna excusa para esto, te hemos visto salir en la televisión, estabas con ese que dice ser un héroe.

Escuché la voz de mi padre, suspirando entre a la sala que es donde se encontraban aquellos dos que al parecer decían ser mis padres, lo curioso es que ninguno tenía la característica cabeza de pájaro que mantenía yo.

— Había demasiada gente en el supermercado, por lo mismo que se encontraba por el área Hawks, y no es que él diga que no es un héroe, está más que claro que sí es un gran héroe, por algo es el actual héroe número tres.

Suspire mientras dejaba la bolsa con los productos comprados en la mesita que se encontraba ahí, tomando una de las manzanas salí de ahí antes de que dijeran otra cosa.

Hawks.

Después de ser el centro de atención por un rato más seguí pensando en aquel chico de cabeza de pájaro, ¿Quién es? ¿Cuál será su peculiaridad? Por lo visto, aún está estudiando, ¿Habrá hecho exámen de admisión en alguna escuela para heroes?.

Con un gran suspiro después de despedirme de todas me fuí a la agencia junto a mis compañeros que al parecer también se encontraban cansados, pero al final, la misión había sido un éxito, y claro estaba que en cuanto pudiera les daría un descanso.

Mientras caminaba a mi oficina volví a recordar al chico, llamando a Tata, aquel compañero que ha sido fiel a mi, y sobre todo, que es mi mejor amigo.

— Disculpa que te llame nuevamente, seguramente ya quieres regresar a casa.

— No te preocupes Hawks, dime qué es lo que ocupas amigo.

— Bueno... Se que con tu pareja planean en tener un hijo... ¿Crees que si yo quisiera lo mismo, sería buena idea? Ya sabes... Que el chico crezca con la idea de seguir los pasos de su padre, el constante ajetreo del oficio, el que voy a tener que estar saliendo mucho de casa y hasta algunas veces del país...