-Ay Dios, sí que era incómodo...
-Lo sabemos, y lamentamos tener que sacar el tema, sin embargo, queremos aclararlo.
-No van a pedirme que, si ocurre, lo aborte, ¿verdad? Porque estoy en contra de eso.
-No, no, no, tranquila, primero escúchanos, por favor.
-Jamás te pediríamos que hicieras algo semejante, sabemos que ser madre en tu posición debe de ser algo complejo y complicado, y que seguramente no está actualmente en tus planes, créenos que en los nuestros tampoco por el momento, pero aun así, somos perfectamente conscientes de que, al tener sexo y pedirte que aceptes tenerlo sin condón, la posibilidad de un embarazo no deseado aumenta, aún con la pastilla diaria en tu sistema. No es que sea demasiado grande, no obstante, puede pasar, la posibilidad existe y, siendo adultos que saben todo esto, que son conscientes de las posibles "consecuencias" de practicar sexo de ésta forma, si llegase a pasar, queremos que te quedes tranquila de que nos haremos cargo de todo.
-Así es, no somos adolescentes precoces que no tienen forma aún de sostenerse y sería una complicación absoluta en sus vidas, somos hombres adultos, con su propio negocio y con edad suficiente como para hacerse cargo del resultado de sus decisiones y acciones. Si un bebé llega a nuestras vidas, nada le faltará nunca ni tampoco a ti.
-¿Y si por alguna razón terminamos? Porque un contrato no es de por vida, quizás en algún momento se cansen de mí o aparezca alguien más, lo cual no es del todo malo, después de todo, esto no es por amor, ¿no?
-Dudamos que algo así ocurra, pero de igual manera, en el remoto caso de que algo así pasara, no cambiaría en absoluto el trato que tendríamos con ustedes: separarse del padre o madre no implica la desaparición del hijo, uno no puede simplemente desprenderse de su prole como si se deshiciera de una prenda vieja. La responsabilidad no se va con el "divorcio" o la separación. Así de simple: aunque no estemos más juntos, a ninguno le faltará nada nunca y lo juramos, puedes estar tranquila, y para que veas que es real y que hablamos muy en serio, eso mismo está puesto en el contrato.
-Si llega a pasar, nos haremos cargo de absolutamente todo lo que haga falta.
-Wow...
-Sí, nos tomamos nuestras responsabilidades muy en serio, queremos que veas que nos comprometemos realmente contigo en todos los sentidos.
-Lo único que pedimos a cambio es que, si algo así ocurre, o cualquier cosa importante que pase con referencia a tu salud o similar, no nos lo ocultes y nos lo digas sin dudar. Solo podemos garantizar tu seguridad y bienestar si sabemos lo que necesitas o lo que ocurre con tu persona, ¿sí?
-Entiendo y, está bien, prometo ser honesta y no ocultar nada.
-Excelente, ahora sigamos con los demás puntos.
Así pasamos la siguiente hora y media, aclarando puntos importantes: en la mayoría pudimos llegar a un acuerdo, como el tema de a qué eventos los acompañaría, que ellos se encargarían de la prensa y lo que se dijera sobre mí para que no puedan perjudicarme (la prensa en busca de chismes y ventas, no le importa a quién hace daño), incluso sobre que pasaría algunas noches al mes aquí con ellos, lo cual me pareció lógico y acepté porque ellos ya habían aceptado mucho de mi lado.
Lo que sí, hubo cosas en las que no pudieron ceder, como el tema de mi "presupuesto de guardarropas", el cual implicaba una tarjeta a mi nombre que usaría (bajo la excusa de un presupuesto empresarial para un guardarropa de trabajo adecuado), para comprar prendas acordes a las diferentes necesidades, como un vestido para un evento, o ropa más formal para mi trabajo de asistente.
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Tráiganme un Sugar Daddy doble, por favor
RomanceNya, una joven estudiante de medicina de segundo año, es una de las mejores alumnas y estudia con una beca que consiguió con mucho esfuerzo, pero todo parece irse al diablo y desmoronarse ante sus ojos, cuando a su padre le diagnostican cáncer. Es c...