—Estás mal de la cabeza si piensas que terminaremos por mi familia.
Hinata balbucea ante las palabras serias de Kageyama. Él simplemente niega y lo empuja adentro de la casa, cerrando la puerta tras él. La mochila, que quedó afuera, puede esperar.
—Es la mejor opción —Dice con una mueca.
Kageyama niega.
—La mejor opción es seguir contigo —Frunce su ceño—. ¿Sabías que no tengo buenos recuerdos con familia? —Hinata niega—. ¿O que ellos nunca me han dado un abrazo?
Esta es la primera vez en toda su vida que habla de su familia con sinceridad. Ni siquiera con Yamaguchi ha hablado así y de alguna forma, en esta situación, es capaz de decirle todo a Hinata si eso significa seguir con él.
—A mi familia nunca le he importado. Cumpleaños, navidades, fiestas... Todo ha sido una mierda. Por eso no vivo con ellos —Sigue explicando—. Y sí, que tienen el suficiente dinero como para mantenerme a mí, a mis hijos y a los hijos de mis hijos, pero eso no significa nada si nunca, en veinte años, me han dicho que me quieren.
Los ojos de Hinata brillan, aunque Kageyama no sabe si es porque va a llorar. Aún así, si su novio cae de rodillas y llora escuchando su historia, no va a parar. Ha abierto la boca y todo lo que se ha guardado contar por tantos años, ahora se lo dirá a la persona que más ama en este mundo.
—Iré a hablar con papá el sábado, pero iré contigo. Y si nos tratan mal, si llegan a hacer un comentario fuera de lugar, juro por Dios que nos iremos de ahí y empezaré de nuevo mi vida a tu lado —Toma sus manos, dándoles un apretón. Hinata hace un puchero—. Eres la persona más importante de mi vida y por eso no te voy a dejar.
—Pero es tu futuro...
—No es el mío —Niega sonriendo de forma ladina—. Es el que ellos siempre quisieron para mí. No quiero ser abogado, Hinata, ¡quiero jugar al vóley y quiero estar a tu lado! —Suelta una risa, sintiendo su vista nublarse—. Pero no permitiré que me dejes.
—Está bien —Hinata aprieta sus manos entre las del pelinegro—. E-Está bien, Tobio. Entonces... entonces no terminemos —Muerde su labio inferior, bajando la mirada—. Pero, ¿estás seguro?
—¿De qué?
—De todo. De arriesgar todo por mí —Alzó la mirada—. Es tu familia, es tu herencia, es tu estatus social...
—No es mi familia. Comparto sangre con ellos pero puedo jurarte por mi vida que nunca se han comportado como tal —Kageyama se agacha, tomando su rostro—. A parte, eres el amor de mi vida, ¿cómo no arriesgarme por ti?
Hinata lo mira como si intentara encontrar una pizca de juego en sus ojos, pero como Kageyama es tan serio como siempre, termina apretando sus labios y alzándose para abrazarlo por el cuello, desestabilizando al menor.
Quizás ahora es cuando se da cuenta de todo lo que ha sufrido Kageyama durante su vida y que él ha sido quien lo ha rescatado de ese pozo. Y se siente realmente mal por eso mismo, porque odia pensar durante cuántos años el amor de su vida se ha sentido solo.
—Ahora yo soy tu familia entonces.
Kageyama se congela en su lugar, deteniendo su mano para corresponder su abrazo. Hinata susurró, apretándolo contra él, con su voz rota y con un claro rostro angustiado.
—Ahora soy tu familia, Tobio...
Los días de la semana pasan lentamente y Kageyama no habla con su madre. Yamaguchi es quien termina pasando tiempo con ella, intentando hacerla cambiar de opinión y que apoye a su hijo, pero es inútil. Ella es terca al igual que Tobio.
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¿Cuándo empezaré a vivir? | Kagehina
FanfictionLos giros que da la vida son sorprendentes. De un momento al otro, el aburrimiento y cansancio constante de Kageyama Tobio, pasa a ser nulo cuando ve a un chico sonreír en el campus de su universidad. Se queda sorprendido, pensando cómo alguien tan...