A dream come true - Joseph Quinn y T/n

Capítulo 39 - Reencuentro y Problemas.

Narra Joseph.

Tres dias.
Tres horribles dias.
Tres dias en los que no hay noticias de ________. Es como si se la hubiera tragado la tierra. La policía encontró huellas del hijo de puta de matias en la cafeteria, justo en la oficina. Estaban rastreandolo y tampoco aparecia, asique deducian que él tenía algo que ver con esto. Pero mas allá de eso, no pudieron encontrar nada desde el teléfono que mandaron la foto, ya que era uno descartable.
Todo está en la nada misma.
Yo estoy en la nada misma.
Cayendo cada día un poco más.

Todo es tan oscuro y lúgubre sin ella.
El mundo paso a carecer de la emoción y ganas de vivir que tenia cuando mi nena estaba a mi lado.
Porque a pesar de toda la mierda que pasamos, mientras estabamos juntos, el exterior no existia. Solo eramos nosotros.
Ahora esa calidez, color y paz que aportaba su presencia se ha ido.
Me he vuelto tan miserable en estos dias, que ni siquiera me conozco. Solo me dedico a fumar y tomar whisky, como si eso la trajera de nuevo a mi lado.
Ni siquiera he hablado con nadie mas que con Matt. Dios, mi madre se ha cansado de mandarme mensajes y llamarme, y nisiquiera a ella le he contestado.
No soy creyente, pero creo que ya perdí la cuenta de todos los dioses a los que les pedí y la cantidad de veces.
Solo quiero que ella vuelva a mi lado.
Ella es todo lo que necesito.

Sentado en el sillón de nuestro departamento, empiezo a recordarla otra vez por décima vez en el dia.
Recuerdo su olor, a frutilla, con esa crema corporal que le encanta usar.
Recuerdo su pelo negro largo y ondulado, que mis manos acariciaban todo el tiempo.
Recuerdo su risa cuando le hacia cosquillas en las costillas y ella me rogaba que pare porque se desesperaba.
Como disfrutaba de sus comidas cuando me cocinaba algo de su país.
Su voz regañandome cuando sin querer dejaba mi ropa encima de la cama en vez de dejarla en el cesto de la ropa sucia.
Cada puto lugar de nuestro hogar me trae su aroma y su voz.

Estoy aterrado de que esa noche haya sido la última a su lado. No quiero ni pensar en eso. He dado vuelta media ciudad para encontrarla y no hay nada que me conduzca a ella. Ni una sola pista al azar. Y me estoy volviendo loco.

Sacudiendo la cabeza dejo mi cigarrilo y la botella de whisky en la mesa y me dirijo al baño. Abro el grifo y me lavo la cara, despertandome un poco.
¿Mencioné que hace tres dias que no duermo?
Y desde hace tres dias he cancelado todo mi trabajo y desinstalé las apps de redes sociales que tenia. Por suerte nadie se ha enterado la verdadera razón y espero que siga asi. Los únicos que lo saben son Leo, Daniela, quienes deben estar por llegar dentro de una hora, y mi familia.

Me cambio de ropa y me pongo unas zapatillas deportivas cómodas.
Mientras abro la heladera para comer algo, empiezan a golpear mi puerta sin parar. Suspiro y cierro los ojos. Quien sea puede esperar.

T/n: ¡Joseph! Abre la puerta, ¡Por favor!

Me congelo, dejando caer la botella de vidrio con agua y salgo corriendo hasta la puerta. Cuando la abro, allí está ella y mi corazón termina de romperse.
La observo con unos pantalones de jean rotos y sucios, una campera negra dos talles mas grande y zapatillas negras. Cuando miro su rostro... Su labio partido y con sangre seca, moretones en su cuello y en un costado de su ojo. Tragandome toda mi ira, la agarro de la mano y la meto hacia adentro, cerrando la puerta.

Joseph: Por dios nena - me paso las manos por mi cara, confundido- que demonios...

T/n: Llama ahora a la policia. Prometo que te explicaré todo, pero en este momento Matias está inconsciente y atado a una cama en la habitación 17 del edificio de al lado. Por favor, llamalos urgente antes de que pueda escaparse Joe...

Joseph: Por supuesto, estoy en ello. Dejame que busque mis cosas e iremos al hospital. Quedate aqui- con rapidez corrí a la sala de estar, recogi mis llaves, mi billetera, mi abrigo y salimos corriendo hacia el auto mientras llamaba a Oliver.- atiende maldita sea...