10| El tiempo es rápido

104 13 38
                                    

—Mike

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Mike. ¿Estas seguro de haber aprendido todo?

Sus manos descansando en la escopeta reflejaban lo cansado que estaba después de horas enseñando cada pequeña cosa del arma, ya que Mike a propósito me dijo todo el tiempo que no entendía nada. Él logró cansarme en un par de minutos de tanto hacerme hablar y repetir cada cosa.

La noche se acercaba y cada vez veiamos menos, cosa que no me gustaba debido a lo poco que conocíamos el lugar y en lo vacío que estába, dando un sentimiento de incomodidad. Habían momentos en los que podía escuchar mi propio eco retumbar por las paredes.

—Hm, creo. Quiero que me enseñes a apuntar otra vez.— Él frunce sus labios, acercando el arma a su pecho mientras se preparaba para mi lección. Se preparaba incluso sin yo haber aceptado.

—Mike, esta es como la séptima vez que me lo pides en todo el día.— Traté de no suspirar o hacer muecas. No puedo retractar mis palabras incluso si yo mismo me comprometí a enseñarle todo, solo por nuestra seguridad.

Me posicione detrás de él con cuidado. A pesar de él ser más alto que yo, podía apoyar mi cabeza en su brazo izquierdo mientras él apuntaba con su derecha. Mi mano viajó hacía sus dedos y los posicioné correctamente en el gatillo, no sin antes poner el seguro, solo por seguridad. Su cabeza giró hacia mi por un instante, un instante que se sintió como una eternidad al estar tan cerca el uno al otro, tal vez no debería enseñarle en esta posición. Rápidamente su brazo izquierdo fue posicionado en el cañon.

—Con este vas a apuntar. No lo sueltes nunca y agarralo fuerte siempre.— Él tragó. Tragó como si su saliva no pudiera pasar por su garganta, no pude evitar darme cuenta cuando estoy tan cerca a él, a su cuerpo, a su cuello, tan cerca que veía su nuez moverse de arriba a abajo lentamente, como si fuera una película. Era como si al estar tan cerca, una sensación repentina de querer besar su cuello recorriera todo mi ser. Él asintió con rapidez, escuchando cada una de mis palabras, o eso creo.

—Mike, ¿me estas escuchando?— Se sentía como si los roles hubieran cambiado. Yo el pegajoso y Mike el incómodo. Aunque fuera totalmente inconsciente, aunque fuera simplemente por enseñarle algo. Mike solo apretaba los labios y asintió como si su voz no pudiera salir por alguna razón. Quizás la razón sea a que no esté acostumbrado, pero no puede ser, porque, ¿por qué razón me pediría enseñarle a apuntar casi diez veces si es así?

—Estoy entendiendo bien, no te preocupes.— Aclaró su garganta seca.

Boté aire, casi sin creerle. —Bien, pero si no estás prestando atención, luego no te quejes, porque no te enseñaré otra vez.— Él rió, luego volteó sus ojos y con una señal, me pidió que volviera a lo que estábamos. Me separé de él casi por instinto antes de acostumbrarme demasiado, o antes de que el anhelo de contacto físico apareciera. Quizás he estado con falta de cariño en estos horribles momentos. —Ahora sólo quita el seguro y dispara.— Apunté a la lata vacía de comida colocada a unos metros de nosotros.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 18 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Apocalypse - Byler [--]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora