New York City.
El chico misterioso le había dado un regalo de Navidad a Sabrina. La verdad es que se sintió especial. Se encontraba de camino a la casa de Shawn y decidió bajar con el regalo, porque le daba curiosidad.
—Sabrina, ¿qué llevas en tus manos? —preguntó el canadiense curioso.
—Me lo dieron en el trabajo.
—Eso explica el tamaño —soltó una gran carcajada.
A Sabrina le molestó su actitud tan estúpida. Desconocía a Shawn cada día que pasaba. Era un golpe muy grande de realidad para ella. Pero Sabrina pensaba en Darcy. A él le pareció vergonzoso el tamaño de su regalo, pero ella sabía que puso mucho cariño en aquel obsequio. La rubia se lo agradeció mucho. Últimamente, el joven Darcy estaba en su mente la mayoría del tiempo. El pequeño paseo en Cornelia se repetía en su cabeza una y otra vez. Ella quería más.
—Sabrina, cariño, necesito toda tu atención sobre mí.— Shawn tomó la mano de la rubia.
Toda la noche fue muy aburrida para la rubia, porque todo se trataba de Shawn. Ella estaba muy incómoda, a tal punto que se fue sin decir nada.
Sabrina desapareció de Cornelia unos días, al menos más de 15 días, porque sus padres habían vuelto y estaban evaluando todo lo que hizo mientras ellos no estaban. Finalmente, llegó el 14 de enero. Sus padres le pidieron que fuera con ellos a Cornelia. Se sentó en una silla y puso atención a todo lo que decían, pero su vista fue robada por el joven Darcy. Eran las 8 de la noche. Darcy siempre estaba de mañana, se le hizo demasiado raro. Lo observó levantando algunas salsas y acomodando platos. La rubia decidió levantarse e ir a abrazarlo por atrás. Él soltó un pequeño brinco.
—Me asustaste.— Se tocó el pecho y le regaló aquella bonita sonrisa a la rubia.
Lo observó caminar hacia donde Sabrina iba.
—¿Cómo has estado, Darcy?
Sabrina pudo notar cuándo Darcy bajó su mirada y se apagó su sonrisa un momento.
—Aquí ando, la verdad.
Sabrina se percató de cómo Darcy se fue. Él era demasiado tímido, pero ella sabía que algo andaba mal con él. Siguió con sus asuntos y la rubia se fue con sus padres, temiendo lo que le fueran a decir.
—Sabrina, lo hiciste muy bien. De verdad estamos muy orgullosos de ti. El trabajo está impecable. Estuviste pendiente todo el tiempo, hasta que volvimos.
—Gracias por creer en mí de verdad.
Los padres de la rubia se veían muy felices. Ella también estaba feliz con sus resultados, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por un mensaje de Darcy. Su corazón se aceleró al leer lo siguiente.
Holaaaa, buenas noches, de nuevo la saludo. Solo quería decirle gracias por el abrazo. Últimamente no han sido días buenos. La verdad, me entró mucho sentimiento, me puse muy sentimental, muy chipil. Me alegro de verla. Espero que se encuentre bien y me alegro mucho de saludarla.
9:19 p.m
Aquel mensaje le hizo cuestionárselo todo. ¿Entonces él no está bien? ¿Pasó algo? Algunos minutos después tuvo el valor de responderle a Darcy.
Darcy
Buenas noches, te devuelvo el saludo. ¿Ha pasado algo? ¿Quieres hablarlo conmigo pronto?9:32 p.m
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My love, we were in Cornelia Street - Sabrina Carpenter
Fanfiction¿De verdad, esta bien estar así? ¿Juntos? Sí, estoy segura de que tú eres todo aquello que siempre quise.