7.ARMAS PERFORADORAS

10 2 0
                                    

Aquí me encuentro, enfrente de la cueva de los molimiums, habian ×15 veces más molimiums de los que pensé y me contaron.Corro y al ver que por la partr delantera de mi trayecto, me escondo en un lugar que nunca creí, ni cuando era un marine asustado: me había escondido en las tripas de un buey. Estuve ahí 15 minutos escondido , al salir miré el GPS de mi movil y vi que estaba lejos, vi donde fue la última vez que me llamó mi hermano y así podia cojer las armas que él tenía escondidas en el maletero ya que era de las Fuerzas Armadas Holandesas. ¡ Y si, si que estaba cerca! Solo nos separaban 2 kilómetros , pero lo que me asustaba no eran los molimiums, eran los lobos, porque con sangre de buey que daba un olor muy fuertes no es que estuviera muy a salvo.Salí corriendo hacia el coche, no me perseguía ningún lobo i animal extraño sobrenatural del infierno, al llegar...ahí estaba el coche, un Range Rover azul de hace 2 años, ya que ser militar apota muchos beneficios, me acerqué y encontré a mi hermano, lo peor ea que me dispuse a no hacerle nada, cogí las esposas de la parte delantera y le até las manos y las piernas, me daba pena ver a mi propio hermano así, me quité el cinturón y le até la boca para que no haga ruido ni me contagie, algún remedio debe de haber alguna cura. Cogí el maletín de las armas, lo abrí y cogí una escopeta con municion de sobra, una revólver, una mini Gun (ametralladora ligera de asalto) y por último unas granadas inflamantes (envuelven de fuego lo que tienen al rededor por unos 4 metros) habían 3.Lo cogí todo y emprendi el viaje hacia el pueblo, armé las armas y fui directamente a la cueva donde estaban escondidos los molimiums, lancé dos granadas y me fui corriendo, al darme la vuelta vi que salian todos los molimiums de la cueva ardiendo y iban callendo uno a uno sufriendo, iva con mi hermano cogido de la mano, vino una de esas malditas bestias y le atravesé la cabeza y con ella saltó el amuleto, no sabia como me podía segir tantos kilometros sin que nadie la trajera hasta a mi. detras mia habia un pequeño grupo de bestias y delante unos matorrales bien altos y secos, al atravesarlos dejé la ultima granada y me fui hacia el pueblo, me giré una vez más y otra vez estaban en llamas , pero no solo ellos sino el bosque poco a poco también, y eso iba creciendo hasta alcanzar el bosque que envolvía el pueblo, yo me metí junto a mi hernano en mi casa que estaba en una plana sin árboles lejos del pueblo por poca distancia, mi casa estaba rodeada de unos cuatro molimiums, estavan junto al coche de Alfonso y decidí disparar al motor desde lejos, gracias a eso lo exploté y me cargué a dos de ellos , solo me quedaban dos por matar, até a mi hermano a una farola y fui a por ellos con la revólver que cogí del coche, a uno le corté la garganta con un trozo de cristal que havia por el suelo que se desprendió del coche, el otro me cogió por detras y me intentó mirder el brazo, le di un codazo en el estomago y conseguí que me soltara, después me agaché a la altura de sus rodillas y le pegé un tiro por la mandibula y acabé con él solo con un disparo, cogí a mi hermano y me dispuse a entrar en casa... Lo que pasará luego será un misterio que redactaré en mi siguiente nota...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 26, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Almas GélidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora