Kim Taehyung está enamorado de Jeon Jungkook, Jungkook es mejor amigo de Taehyung, ambos estudian en escuelas distintas y son capitanes del equipo de baloncesto, en la cancha son rivales y en secreto dos almas que se anhelan.
Ambos deberán superar s...
Taehyung y Jungkook después de conocerse empezaron una tradición, los fines de semana sin importar que la pasasen juntos así sea para hacer nada, normalmente se reunían en la casa del otro, un fin de semana en la casa de Jungkook y el otro en la de la Taehyung, siempre fue así, normalmente veían películas o series hasta que el sueño los vencía.
Así que Jungkook por primera vez se sintió remplazado por el castañito, nunca hacían otros planes aparte, le molestaba que no le hubiera avisado, aburrido y un poco celoso, cosa que nunca admitiría, entró al cuarto de Taehyung a esperarlo.
Taehyung llegó abrumado de esa salida, ¿De verdad era muy obvio con lo que sentía? ¿Jungkook era muy ciego? Con muchas preguntas en su cabeza solo quería llegar, bañarse y acostarse, quería despejar su mente y quitar la sensación de culpa que tenía al hacer otros planes sin el pelinegro, no le molestaba haber salido, pero si quiera le hubiera avisado. Debía ir a disculparse con Jungkook o la culpa no lo dejaría dormir, decidido llegó a su habitación, pero se tensó y asustó cuando vio a alguien en su cama.
– ¿Te divertiste? – es lo primero que sale de los labios del pelinegro sin siquiera mirarlo.
– ¿Qué demonios Jungkook? Me has asustado.
– Te pregunté algo Kim, contesta.
– Si lo hice Jeon.
– Oh, qué genial Taehyung, entonces decidiste dejarme tirado a mí, ¿no?, espero que la próxima que haya planes distintos a nuestros fines de semana me lo hagas saber con antelación.
– Lo siento, ¿Sí? No te enojes, solo que cuando SeungMin me invitó me sentí mal porque ya le había rechazado varias salidas antes.
– No estoy molesto, solo que me hubiera gustado saber antes, nunca te prohibiría salir – aunque si fuera por él lo mantendría en una cajita de cristal para que nadie lo viera.
– Lo siento, no volverá a pasar, ¿Puedes siquiera mirarme? Eso me hace creer que estás molesto – Taehyung mira al pelinegro con las manos en las caderas y un ceño fruncido, cuando Jungkook le devuelve la mirada, solo se le viene la palabra tierno a su mente, una sonrisa se posa en sus labios.
– No estoy molesto, cariño.
El castaño sonríe satisfecho y va hacia él tirándose encima para abrazarlo, Jungkook pasa sus brazos por su cintura apretándolo más a su cuerpo, dejando escapar un suspiro feliz, ambos corazones bailan a la par y se sienten como en casa.
– ¿Quieres pasar el resto del día conmigo o debo pedir cita?
– Deja de ser un tonto o te echo de mi habitación – Taehyung se alza para mirarlo con el ceño fruncido.
– ¿Si quiera puedes? – el pelinegro le da una sonrisa burlona.
– No me retes Jeon.
– ¿O si no que Kim?
– Te echaré de mi habitación y le pasaré seguro a mi ventana – amenaza arrugando más su ceño, la sonrisa burlona de Jungkook se hace más grande.
– Estás mintiendo, no podrías hacerlo porque sé que me extrañarías y no puedes dormir sin abrazarme – Jungkook lo atrae más a él, estrechándolo entre sus brazos, Taehyung al notar lo cerca que sus rostros se encuentran siente su rostro calentar, ve como el pelinegro lo sigue mirando con una sonrisa burlona como si no notará la escasez de espacio entre ambos, repentinamente eso lo hace sentir nervioso, detalla el rostro de quién ha sido su mejor amigo por mucho tiempo y entiende porque cayó por él, Jungkook es muy guapo pero no solo por eso, también es dulce y cariñoso con él.
Cuando Jungkook nota que las mejillas de su castaño amigo, amigo como odia esa palabra, se encuentran de un tono carmesí, cae en cuenta en la poca distancia que hay entre ambos, si levantara un poco más la cabeza podría probar esos labios, sin embargo, sabe que no lo hará porque no quiere dañar su amistad y hacer que las cosas entre ambos se pongan incómodas, Taehyung no tiene sentimientos por él, pero… ¿Por qué se encuentra sonrojado?
– Taehyung – susurra colocando su mano en la mejilla sonrojada.
– Mmm.
– ¿Sabías que eres lindo cuando te sonrojas? – pregunta en voz baja.
– ¿Lo soy? – inquiere en el mismo tono que el pelinegro, adentrándose en una burbuja donde solo existen ellos dos.
– Si y mucho, realmente me – el ruido del teléfono hace que ambos se sobresalten y se separen, el castaño se da cuenta que es su teléfono y mira apenado a Jungkook, este suelta un suspiro y se enrolla en las sábanas, no puede creer que casi le sale que le gusta, ¿Pero que estaba pensando? Culpa sus ojos cafés que lo hechizaron.
– Lo siento, era SeungMin agradeciéndome por el día de hoy.
– Mmm, bien.
– Jungkook, ¿Qué ibas a decir antes?
– Nada importante – responde sin salir de las sábanas.
– De nuevo sigues sin mirarme, sabes que odio cuando no me miras.
– Eres un mimado.
– No lo soy – se tira encima y ríe al escuchar como el pelinegro se queja.
– Un mimado y caprichoso, estaba pensando, ya sabes cuándo uno tiene pensamientos pensantes.
– Estás cambiando de tema Jeon, ¿Siquiera piensas?
– Que el próximo fin de semana deberíamos hacer algo distinto – sigue hablando ignorando al castaño.
– Algo distinto, ¿cómo qué? – lo mira cauteloso.
– Ya sabes, quiero ir a un club y bailar, contigo.
– No sé si lo recuerdas Jeon, pero somos deportistas y no podemos beber.
– Yo no estoy diciendo que bebamos, solo quiero hacer algo distinto y bailar.
– Siempre terminamos tomando.
– Tú siempre terminas tomando, yo soy el que te cuida, vamos ¿sí? Una vez al mes no hace daño.
– Bien, de acuerdo, iremos, pero no me dejarás beber mucho o no te dejaré dormir conmigo por una semana.
– Si, si ahora ve a ducharte para dormir – el castaño rueda los ojos y entra al baño dejando al pelinegro acomodándose en su lado de la cama.
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