Besos de chocolate

Día 6

Si no van al día con el manga esta historia contiene spoilers, se desarrolla en el universo original después de los capítulos 1063 y 1064  del manga (una pequeña divergencia del canon)

Debe incluir: Tabaco

EL AROMA DE UN RECUERDO

Las horas pasaban lentamente en aquel lugar, la incomodidad y el cansancio eran algo del día a día desde que ella estaba en aquel sitio, prefería fingir que dormía la mayor parte del día porque así no tenía que estar consiente de todo lo que pasaba, quería rendirse, pero su orgullo de pirata no se lo permitiría jamás ¿Qué clase de Pirata se rinde por algunos días de comer mal? ¿Por la incomodidad de unas esposas? Ninguno, ninguno que se respete al menos.

Todo era tan tortuoso, si hubiera tenido más fuerza de combate no habría sido capturada, su ciudad no habría sido arrasada ni su hermano lastimado, se maldecía por no haber podido huir y terminar en ese barco, en esa maldita cárcel sin ventanas, esposada con Kairoseki a merced de un grupo de piratas vulgares, prefería morir a ayudarlos con sus deseos, si, ella no dejaría que la doblegaran.

Al menos eso fue lo que pensó al principio, conforme los días pasaron la voluntad de la 35va hija de Big Mom iba decayendo, aunque mantenía su actitud orgullosa y desafiante con sus captores en su interior estaba rindiéndose, se sentía sola, asustada y lastimada, las muñecas le ardían estaba segura de que las esposas de piedra habían lastimado su delicada piel, sentía náuseas y el viaje no parecia acercarse a su fin.

Lo peor eran las visitas de Laffitte o Barba negra para ver si ya se habia resignado, verlos mirarla con superioridad la asqueaba, hacía que quisiera matarlos, los detestaba a ellos y a ese estúpido barco, si tan solo no tuviera ese ojo, si su habilidad no hubiera despertado tal vez ella seguiría en Chocola Town.

Tras casi tres meses de estar encerrada Pudding finalmente se rindió, la siguiente vez que fueran a verla aceptaría la oferta, después de todo no le quedaba nada, su madre estaba muerta, los piratas de Big mom seguro tenían problemas internos y no estaba segura si alguien estaría dispuesto a rescatarla.

Pero esa noche cuando dormía la chica percibió algo, un aroma cálido y acogedor que picaba su nariz, un toque de madera, resina y especias finas bailaban, en su cabeza una imagen apareció, un hombre rubio con cejas enroscadas con un cigarrillo en la boca.

Eso era tabaco, el aroma en su nariz era un King Ground, los cigarrillos que su ex prometido estuvo fumando durante toda su estancia en Tottoland, tiene presente ese aroma, incluso su sabor aún se mantiene con ella.

Quiso abrir los ojos, pero se sentía tan cansada, si se quedara de aquel modo podría mantener la imagen mental que aquel aroma tan distintivo le dio, si lograba abrir los ojos y en realidad se equivocaba su corazón sería el más afectado, sabía que tener esperanza de ser rescatada por él era una tontería ¿Por qué siquiera le importaría a Sanji ir por ella?

Era cierto que Vinsmoke Sanji era tan amable que perdono sus ataques e incluso siguió siendo tan bueno con ella hasta el final, pero incluso con esa amabilidad ella no permitió que él se acercara más, fue ella la que eligió arrancar de su mente la última conexión que hubo entre ellos por eso era imposible que el aroma que percibía fuera el de sus cigarrillos, Sanji no tenía una razón suficientemente buena para ir a buscarla.

Aun así, la leve esperanza creció en su pecho, abrir los ojos y encontrarlo ahí sería tan increíble y dulce, tanto como esas cursis historias de princesas que hay en los libros donde el príncipe a pesar de cualquier cosa aparece para salvar a la princesa apresada por los villanos.

Paso un poco más de tiempo así, perdida en sus pensamientos sobre alguien que amaba y no tenía, varios escenarios ficticios pasaron por su cabeza y su curiosidad aumento impulsándola a descubrir de donde venia ese aroma a tabaco si acaso existía la posibilidad de que fuera él.