Besos de chocolate

Día 4

Universo Alterno. Varios años en el futuro, sus edades serian:

Sanji: 40 Pudding: 35

UN SITIO PARA DESCANSAR

Han pasado algunos años desde que Monkey D. Luffy se coronó Rey de los piratas, fue un gran revuelo ese momento, encontrar el tesoro más buscado de todo el mundo, así como los grandes secretos que la historia ocultó, fue un detonante para varios eventos en los que se involucró el mundo entero.

Hubo muchas cosas importantes, la instauración de nuevos gobiernos, la caída de la supremacía de los tenryuubitos y la vieja marina, el nuevo conocimiento entre otras cosas trajo al mundo muy agitado a la mayoría del mundo al menos.

Con su objetivo cumplido "Los piratas sombrero de paja" no tenían una razón para continuar juntos, pero lo hicieron unos meses más, hasta que cada uno de ellos termino de cumplir sus respectivos objetivos ¿Y después? ... ellos se dividieron, cada uno de los tripulantes avanzó por su propio camino, aunque no perdieron contacto.

Algunos continúan navegando en busca de aventuras como su capitán Luffy quien puede llamar a cualquiera de sus ex tripulantes y ellos irán tan pronto como les sea posible, Otros como Usopp, Robin, Brook, Nami, Franky y Chopper se instalaron en tierra donde seguir sus sueños y compartir sus conocimientos era mejor mientras que Jinbe, Zoro, y Sanji llevan una vida entre ambos.

Este último, Sanji, tiene su propio restaurante marino el cual se encarga de abastecer con una fresca colección de animales que encontró en All Blue, es un lugar muy popular y lleno de vida, siempre hay clientes y descansar es bastante complicado después de todo la comida no es el único atractivo del sitio, muchos van a tratar de conocer a "una de las alas del Rey pirata" y terminan arruinando un poco el ambiente.

Por eso de vez en cuando se toma un descanso a veces una semana o tal vez un poco mas para salir de ese caos, el conoce bien a los cocineros bajo su mando, así que está seguro de que puede encargarles el restaurante y no arruinaran la calidad o darán un mal trato a los clientes durante los días que se mantenga lejos.

El destino del rubio es una isla relativamente escondida, en dicho lugar hay un par de ciudades y un pueblo cerca de las montañas, ese último es el objetivo del hombre, el lugar es bastante acogedor no es muy pequeño y todas las casas tienen ese aspecto rustico y hogareño, un sitio tranquilo donde el ex pirata puede olvidarse de todo el ajetreo que es su vida.

Camina por el lugar sin llamar mucho la atención después de todo los aldeanos lo conocen y nadie hace gran escándalo por verlo ahí, a excepción tal vez de los niños a quien amablemente les da algunos minutos de su tiempo.

Finalmente, llega a una casa de campo de techo rojo, paredes claras y un bonito pórtico de madera donde estaba una silla columpio algo amplia, solo ver el lugar le hizo sonreír, se retiró el cigarrillo de la boca tras darle una última calada y lo apago.

No tuvo que tocar conocía bien donde se colocaba la llave, nada más abrir la puerta un dulce aroma lo golpeo, chocolate, canela, vainilla y manzana eran algunas de las cosas que pudo identificar, entro en el lugar cerrando la puerta tras él, atravesó el recibidor y fue pasando por las habitaciones hacia la cocina

- Mademoiselle...

Apenas dijo eso se detuvo al notar que la cocina estaba vacía, había estado tan seguro de que estaría ahí y parecia que lo había estado hace poco, porque junto a la ventana estaba un pastel recién horneado y panquecillos de chocolate ¿Acaso se escondió cuando lo escucho entrar?

- Estas poniendo una cara tan estúpida ahora mismo Jiji

La voz femenina resonó haciendo que el rubio de cabello largo girara en su dirección y ahí estaba, una mujer castaña en sus treintas con una canasta repleta de lo que parecían fresas

- Cada que te veo, te ves más hermosa aún

Ante este comentario la mujer comenzó a reír divertida, para después caminar hacia donde estaba el hombre dejando la canasta en un espacio de la barra junto a él

- Y cada que yo te veo tu pelo es aún más largo, deberías cortarlo pronto será más cómodo para cocinar

- ¿Lo crees? Mi esposa dice que le gusta me hace ver galante

- Tu esposa debe tener muy malos gustos entonces, un hombre coqueto cuyo cabello es tan largo no es nada atractivo

- ¿No lo es? ¿Ni un poco?

- Mmm no, aunque esas pequeñas ondas ... tienen algo

Mientras decía eso la mujer llevo una de sus manos al cabello del hombre y por un segundo sostuvo un mechón dejándolo ir entre sus dedos momentos después

- Si, tal vez sean un poco adorables

Después de decir eso la mujer comenzó a caminar hacia la isla de aquella cocina, pero no llegó muy lejos ya que el rubio la tomo de la cintura y tiro de ella hacia él

No hubo forcejeo de parte de la castaña solo dejo que llegara y en cambio cuando el mayor realizó la audaz acción de besarla, ella coloco sus manos en las mejillas ajenas correspondiendo aquella acción tirando ligeramente del rubio.

El beso fue largo y profundo, lleno de pequeñas emociones guardadas que salieron en ese momento y buscaron llegar a su destino mediante aquel contacto, aunque tuvo que terminar un poco más tarde y la mujer tomo la palabra

- Llegas tarde ...

- No recuerdo haber dicho que llegaría antes

- ¿Quieres dormir afuera?

- ¿Me dejarías afuera?

- Pruébame y veremos

A pesar de que sus palabras parecían enfrentarlos los dos se mantenían en aquella posición, ella ligeramente inclinada con las manos en el cuello ajeno y él aun sostenía las caderas ajenas, hubo un momento de silencio tras su breve desacuerdo donde solo sus miradas se cruzaron.

La mujer fue la primera que se movió para reincorporarse, él rubio se lo permitió siguiéndola con la mirada cuando se alejó en silencio y comenzó a mover algunas de las cosas de la barra

- No me mires así, pareces un perro al que lastimaron

No hubo respuesta de parte del rubio más que una especie de sonrisa cansada, la mujer que termino con lo que hacía le miro de reojo tomando el pastel blanco que estaba cerca de la ventana colocándolo en la isla de la cocina

- Si hubieras llegado a tiempo habría tenido listo algo mucho mejor, tendrás que conformarte con esto

- Bienvenido a casa, querido esposo ...

Un sonido de alegría y sorpresa salió de la garganta del rubio, no es que fuera realmente raro que aquella mujer de cabello castaño le preparara postres o algo especial cada que llegaba a verla, pero ya que se tardó más días en ir pensó que obtendría indiferencia de parte de ella o un reclamo mayor.

- Me asegurare que no vuelva a pasar

- Eso espero ...

Fue todo lo que se dijo antes de que comenzaran a partir aquel pastel, es posible que para el ex pirata esos momentos fueran los más encantadores y que definitivamente aquella cabaña de una isla pacifica era su lugar favorito para descansar.