Matrimonio Forzado

Traición

- Buenos días, señorita Granger. - Verla le generaba repulsión. La noche anterior realmente habia tenido sexo con una muñeca o con una mujer muerta, simplemente se había quedado mirando el maldito reloj de la pared, totalmente innerte.

- No me espere despierta, voy a salir. -

- Nunca lo hago...

- No tolero verla. Nunca pensé desear con tanta intensidad un hijo y yo odio a los niños, ni siquiera estoy seguro de que eso cambie con el mío. Las pociones no están funcionando de la misma manera que lo hacían antes. Tengo trinta y siete malditos años y tengo que usar pociones para una erección Lucius! Anoche parecía que me estaba cogiendo a una mesa, se quedó quieta mirando un reloj, creo que ni siquiera la Vi pestañear. - Lucius Malfoy se mantenía en silencio observando a quien quizás consideraba su único amigo, el padrino de su propio heredero. La situación que atravesaba era mala siendo optimistas, esta misma conversación se daba varias veces a la semana y desde el ataque del traidor Weasley notaba en su compañero una culpa que no quería admitirse. El estruendo que produjo la explosión del vaso con whisky en la chimenea junto al rugido del fuego lo sobresaltó. Ciertamente hoy estaba más alterado de lo que lo había visto en años, al menos la chica lograba que Severus se encuentre con alguna emoción.

- Puedo sugerir quizás que cambies de amante en primer lugar. Deberías saber que no debes ver a la misma mujer tantas veces...

- Precisamente tú Lucius, que no has experimentado jamás el significado de la fidelidad no eres el indicado para darme lecciones de moralidad. - Ahí había vuelto el sarcasmo, como la representación de un animal enjaulado dando su último ataque.

- No, por supuesto. - Respondió sintiendo irónicamente mientras hacia girar su propio alcohol con lentitud recostado en el sillón frente al fuego de la imponente chimenea. - Pero nunca me he visto con nadie la cantidad suficiente de veces para estar en el centro de las conversaciones sociales. Narcisa lo sabe. Asumo que todos lo hacen... - Detuvo el juego con el vaso para observarlo fijamente. - Estás perdiendo el eje y no podemos permitirnos eso... llamarás la atención de nuestro señor aunque más no sea para divertirse Severus. Hemos arriesgado demasiado para perderlo por una erección amigo mío.

- No me interesa tu mundo de chismes, Lucius. Nunca le juré fidelidad y no se espera ciertamente eso de mí, lo que cotillean las mujeres de mí me tiene sin cuidado. Por otra parte no te atrevas a decirme que no tengo claro nuestro objetivo; si alguien arriesga todo por esta guerra soy yo. - Snape observó fijamente a su amigo, mientras terminaba su tercer vaso de whisky - Debes dejar que alguien mas que Dumbledore sepa tu papel en la guerra. Hace años que te lo digo. Si el viejo muere necesita saberlo alguien. - De pronto la puerta sonó enérgicamente interrumpiendo la discusión e inmediatamente ingresó una mujer rubia de forma nerviosa.

- Qué pasa Narcisa? Qué significa esto? - Mucho discurso pero su amigo trataba realmente mal a su propia esposa y a su hijo. Le resultaba increíble que ella lo apoyara en esto último. - Draco?

- Lucius. Es Draco, no para de decir que no va a comprometerse con la señorita Párkinson y que ni siquiera va a hablarle, ella llegará junto a su madre en 10 minutos. Sería un problema... el señor Oscuro lo ordenó en persona. - Malfoy suspiró molesto antes de agarrar su bastón con cabeza de serpiente y salir rápido por la puerta principal. Diez minutos después vió junto a Narcisa como Draco salía al jardín seguido por su padre a recibir a una sonriente señorita Párkinson.

- Lo siente Severus...

- No sé si yo tenga energía para hacer lo que haces Lucius.