13 𖤐 ¿me amas?

1.9K 235 129
                                    

—Wow... Es algo... wow...

—Taehyung es un idiota, un idiota en letras mayúsculas. —completó Yoongi, bufando con un fuerte sentimiento de desprecio desbordando su pecho.

Pronto, ambos escucharon el quejido suave, chillón e irritado que brotó de los labios chiquitos de Jungkook, ambos jóvenes guardando silencio.

Mina tomó aire, acariciando con cariño los sedosos cabellitos oscuros, manteniéndose del otro lado del mostrador, viendo con tristeza la frente de Jeon pegada cual imán contra la barra de la cafetería.

Yoongi sobó su hombro momentáneamente, sorbiendo un gran trago de su cargado café caliente.

Vieron los hombros del pequeño Jungkook sacudirse de arriba a abajo, las alarmas en su interior haciendo efecto, percibiendo que, en efecto, Jeon estaba llorando.

—No sé qué hacer con él, me está lastimando y sigue actuando como un tonto. —expresó a duras penas la vocesita apagada del azabache, la misma ahogada al pronunciarse sobre la fría isla.

Mina y Yoon se miraron entre sí, la preocupación detonada en sus facciones.

—Lo lamento tanto, cielo. —murmuró Myoi, dando suaves golpecitos a la mata de cabellos negros. —¿Quieres que te prepare algo? ¿Qué tal una malteada? ¿Mmh?

Su voz mostró ánimo, queriendo distraer al chiquillo de su estado de felicidad tan carente y tristeza abrumadora.

Jungkook, después de una larga hora, por fin despegó su frente de la mesada, sus ojitos rojos, hinchados y pesados dejándose ver.

Una mancha roja se extendía por su frente, producto de permanecer tanto rato con la frente apoyada sobre aquella superficie.

—De fresa con vainilla, p-por favor.

Su voz estaba tan quebrada, que Mina solo quería lanzarse al otro lado de la barra, y apachurrarlo entre sus brazos hasta que su tristeza se fuera.

—¿No quieres también un pedazo de pastel? Pide lo que quieras, Koo, yo te invito. —ofreció Yoon esta vez, sonriendo con dulzura a Jungkook.

El nombrado asintió, con la cabeza gacha y los ojos lloroso, sus hombros caídos y su espalda encorvada.

—Bien, iré a preparar tu malteada, mi amor, no me tardo, puedes agarrar todas las galletas que quieras. —la pelinegra se apoyó sobre la barra, subió ligeramente sobre esta, logrando que sus labios alcanzaran la cabecita pelinegra, dejando un dulce beso, que le transmitió apoyo, cariño y aprecio al chiquillo.

Jungkook sonrió a penas, agradecido con ambos de sus amigos, que habían estado pendientes a él y a su salud emocional desde que el imbécil de Taehyung metió la pata lo más que pudo a su inexistente relación.

Un batidero de sentimientos, entre enojo, tristeza e impotencia hacían mella en él, de una forma que no podía controlar o apagar.

Su cuerpo y estado de ánimo era prueba de lo herido que se sentía, por dentro y por fuera.

"¿Terminar con Seulgi? Yo... Jungkook, no podría hacerle eso... ¿Por qué no mejor seguimos así? Necesito pensarlo mejor, tú me entiendes... No... no me agrada la idea de lastimarte, pero simplemente... yo no podría romperle el corazón de esa forma, lo siento. ¿Podrías intentar comprenderme? Por favor, mi amor. "

Y su pequeño puño impactó contra el frío azulejo de la barra, para después cubrir su rostro con ambas manos, y sollozar tan fuerte como pudo contra ellas.

Aquellas palabras habían atravesado con toda la fuerza existente su blandito corazón, haciéndolo moronas.

—Claro, é-el no podría romperle el corazón a ella, ¿P-pero qué hay de m-mí?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 15, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

bonito ʚɞ taekook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora