Secreto pt3

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Sentían un malestar en su interior. Con sus pelos colocados de puntas, acompañados de una piel de gallina. La sorpresa reinaba en sus expresiones, cambiando a una de terror y susto. De todas las situaciones y cosas que estaban pensando, jamás llegaron a divagar acerca de un acontecimiento como tal. Arturia estaba siendo agarrada del brazo de su padre, Uther Pendragon, que su rostro se encontraba carmesí de la rabia. Se escuchaba como sus dientes rechinaban. Igraine tenía colocada una mano en su boca por la sorpresa, para luego observar a otro lado, omitiendo tal escena.

- ¡Padre! Me lastimas - gritó con desesperación Arturia.

Gilgamesh al volver a sus sentidos entendió la situación, agarrando a Arturia por la cintura para no dejarla ir. Uther estaba gritando palabras insultantes para ambos. Cansado de agarrar el brazo de Arturia, golpeó el rostro de Gilgamesh en un puñetazo, dejando un moretón. Finalmente pudo sacarla de la bañera, haciendo que se tropezara y cayera al suelo, completamente desnuda.

- ¡Maldita niña! ¿Cómo te atreves? - preguntaba a regañadientes mientras le tiraba una toalla.

Gilgamesh apretó su puño con rabia. No quería levantarse para no mostrar de más, ya sería un espectáculo completo.

- ¡No puede tratar así a su hija! Nosotros no hicimos nada malo ¡Aparte de amarnos! - gritó Gilgamesh totalmente molesto.

Uther volteó la cabeza hacia la dirección del rubio, desafiando su mirada. Gilgamesh le respondió con mayor ferocidad, mientras se levantaba tapándose con la cortina del baño. Igraine ayudó a Arturia a levantarse, mientras la tapaba delicadamente con la toalla, ayudándola a caminar.

- Si no quieres que te mate ahora mismo ¡No vuelvas a aparecer frente mío! No me importa que sea hijo de Ninsun - respondió mientras lo señalaba con el dedo.

- Lo tomaré como una amenaza. Fui golpeado, maltratado psicológicamente, amenazado, al igual que su hija ¡Si quiero puedo llevarlo a juicio! - respondió mientras agarraba una toalla al costado de la bañera para atarse alrededor de su cintura.

- Escucha bien, niñito ¡No te metas conmigo! Lo vas a lamentar por el resto de tu vida, si es que todavía la tendrás - dijo enfurecido mientras caminaba fuera del cuarto de baño.

Morgan fingía tristeza, pero al quedar sola con Gilgamesh lo observó de arriba y abajo sonriéndole. Cruzó de brazos.

- Mí hermanita no es ninguna inocente. Pero a cualquiera se le quitaría la inocencia al ver a un tipo como tú - dijo con soberbia.

Gilgamesh la observó, molesto la empujó a un lado con el hombro corriendo hacia el comedor. Observó como Igraine ayudaba a su hija a vestirse, mientras Uther de espaldas gritaba y la regañaba.

- Maldito engendro - le dijo a Gilgamesh.

- Usted es un terrible padre - le respondió a Uther.

El señor lo observó con mayor enojo, apretando su puño y aguantando sus ganas de enterrarlos en el rostro egocéntrico del Elish. Igraine se levantó con la Arturia ya vestida y la arrastraban a la salida. Gilgamesh agarró la muñeca de Arturia acercándola a él y abrazándola.

- ¡No se van a llevar a mí mujer! - dijo con recelo.

Uther abrió la boca en sorpresa. Arturia observó el rostro determinado y seguro de Gilgamesh, sonriendo un poco por esto. Pero unas lágrimas salían de sus ojos al pensar en lo que sucedería.

- ¿Tu mujer? ¡Pero que dices,hombre! - respondió mientras se agarraba la cabeza - En cualquier momento me agarra un paro cardíaco.

- No es mí culpa que seas un viejo rufián - respondió Gilgamesh mientras caminaba hacia atrás, todavía abrazando a Arturia.

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