MY BEST FRIEND | James Potter

onze

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La cabeza del joven Potter divagaba en el dia anterior, el beso a su mejor amiga, su corta conversación y cómo cuando Sirius entró volvieron a ser mejores amigos. En cambio, la mente de la peliroja pensaba en que podía hacer para que no pasara nada, pues en sus visiones siempre moría James, por eso ella le quería sacar de su futuro, y él quería todo lo contrario.

Potter iba caminando con Peter por todo el castillo para ir a su sala común, cuando antes de ir hacía las escaleras vio esa cabellera roja acercarse a él, su corazón latía fuerte, tenía una sonrisa de oreja a oreja mientras Peter saludaba moviendo la mano a la Dubois.

─James, podemos hablar un momento?─ dijo la chica con una sonrisa en su cara.

─Si, claro─ dijo el Potter extrañado por como dijo su nombre.

─Oh mira ahí viene alguien importante para mi, me voy─ murmuró Peter mientras se iba unos metros mas lejos.

─Te voy a preguntar algo, pero necesito que seas honesto─ dijo la peliroja pero cuando el azabache iba a hablar, comenzó a hablar devuelta.

─ Sientes algo por Lily?, ya sabes, mi mejor amiga─.

─Crei que te lo había dejado claro, no me gusta Lily, ya no más, por qué preguntas─ dijo él agarrando la mejilla de ella, mientras la chica lo miraba con nostalgia y algo de molestia, lo cuál confundió a James.

─Solo quería saber eso, Gracias James─ dijo ella dirigiéndose a los baños, lejos de la sala común, pero él la frenó.

─Oye Evie, arreglaron las cosas con Lils?─ dijo Potter viendola a sus ojos, llenos de agua.

─Si, somos las de antes ahora, nos vemos luego─

James fue con Peter hasta las escaleras movedizas, tendrian que esperar un poco de tiempo, ya que estaban todas completamente desordenadas.

─Oye Pete, no notaste rara a Evie?─ dijo el azabache mientras veia a su amigo.

─ Un poco, creo que mejoró su acento británico─

─No me dijo Cornamenta o Jamie, Pete─

─Tal vez se enojó contigo, de seguro ─ dijo Pettigrew mientras comía una gragea de su paquete.

Pero sonreía pensó Potter.

Estuvieron unos diez minutos más tratando de subir las escaleras hasta que llegaron a la sala común, dijeron la contraseña y pasaron.

Un golpe se escuchó por toda la sala común.

El paquete de grageas ahora estaba tirado por el piso, con todos los sabores tirados por el piso, Peter estaba con su boca abierta como si hubiera visto un fantasma y balbuceaba cosas que no entendía nadie.

─Que pasa, Pete?─ dijo Remus mientras dejaba sus lentes de lectura en la mesa ratona de la sala común.

─Te mordió la lengua el gato?─ dijo la chica con acento francés haciendo reir al castaño y pelinegro.

─Como has hecho para subir tan rápido, nosotros estuvimos estancados en las escaleras─dijo el azabache mientras miraba a la peliroja.