La aventura irreal

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Nami se escondió detrás de una pared, trepándola de alguna manera, para tener una mejor vista de la pelea... que había terminado. Los tres hombres habían sido derrotados con facilidad, pero se preguntó qué hizo Luffy con su dedo.

Solo lo había visto apuntar con la mano con el movimiento de pistola de un niño, antes de que explotara la bala del cañón. ¿Disparó una bala de su dedo? ¿Cómo fue eso posible?

¿Era ese el legendario poder de la Fruta del Diablo del que hablaban Arlong y sus hombres? Ella tenía muchas preguntas...

Luffy pareció notarla, así que tuvo que agacharse. Y actúa con naturalidad. "Gracias, por cierto," dijo ella, tratando de no estar nerviosa. "¡Buen trabajo pateando sus traseros!" Ella vaciló y luego agregó: "¿Te importa si te invito a comer algo? ¡Tengo una propuesta para ti!".

No, ella no iba a pedirle que peleara con Arlong todavía. Ella quería sacar su fuerza primero. Ella no quería enviar al niño a su muerte.

"Claro, por qué no..." Luffy asintió con la cabeza. A pesar de saber a dónde conduciría esto, no estaba dispuesto a rechazar comida gratis.

Nami se estremeció al recordar la cantidad de comida que comió Luffy. Sí, esa no fue una buena oferta de su parte. Pero de todos modos, lo hecho, hecho está... tendría que pensar en algo más tarde.

"Formemos una alianza". Ella dijo, antes de explicar.

Luffy estaba desconectado en ese momento, así que solo asintió, estaba pensando en otras cosas.

Por ejemplo, cómo sería una molestia explicar a Haki si los marines se enteraran. Garp no era una persona que pusiera esa información sobre la mesa, pero si usaba Haki de cualquier manera y la gente lo reconocía, estaría en problemas.

No estaba preocupado por los Marines, pero se filtraron algunos piratas del Paraíso que tenían usuarios de Haki, pondrían un gran objetivo en su espalda. Luffy no estaba en contra de un buen desafío, pero sus compañeros de tripulación apenas estaban preparados para ello.

Y no quería eso hasta que hiciera a sus compañeros de tripulación lo suficientemente fuertes. Así que tuvo que eliminar cualquier posible filtración de esa información. Sería mejor no usarlos, quiéralo o no.

Nami, en su mayor parte, necesitaba ser fuerte, incluso después de Wano, no ganó ningún tipo de Haki. Y eso era algo que había que arreglar. Si Nami recogía el bastón bo esta vez, no le importaría enseñarle. Como su uso de naginata era casi similar, y tenía algo de experiencia con el uso de tubos largos.

La charla de Nami lo hizo estallar.

Su propuesta era infiltrarse juntos en la base de operaciones de Buggy y dividir su tesoro 60/40. Luffy solo asintió con la cabeza, parecía aburrido. También estaba un poco emocionado de pelear contra Zoro y Kuina.

Pero Zoro necesitaba uno o dos días para recuperarse por completo de su tortura de hambre. Así que esperaría un poco. Lucha contra ellos en su forma más fuerte y muéstrales su fuerza.

Pero si presionaban para pelear, él no se negaría. Le gustaba ser dominado.

No era como el protagonista shonen promedio que tiene hambre de batalla. No, lo disfrutaba de vez en cuando, pero disfrutaba más entrenando. Y la mayor parte de la batalla que disfrutó fueron palizas unilaterales de él golpeando al enemigo.

Aunque no le gustó cuando Garp le dio una paliza unilateral. Llámalo hipócrita pero no le gustaba perder.

Nami no lo ató con cuerdas por ahora. Se preguntó brevemente por qué, pero rápidamente lo descartó porque Nami reconoció que no era tan estúpido como hacía creer a la gente.

Pero mientras caminaban hacia el área que ocupaba la tripulación de Buggy, una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de Luffy cuando se dio cuenta de que Nami se había adaptado a este detalle menor y simplemente planeaba 'traicionarlo' cuando llegaran allí.

Aunque ella estaba tratando de cruzar el dubble cruzar el dubble cruzar.

"Oye, te voy a atar sin apretar", susurró Nami. Parecía que estaba equivocado en su conclusión. "Sé que puedes escapar fácilmente de ellos, pero quiero que bajen la guardia".

Luffy estaba impresionado. Así que principalmente estaba jugando un juego de doblaje... o estaba tratando de ponerlo a prueba. No es que algunas cuerdas fueran una molestia para él. Luffy casi se rió al pensar en su ingenuidad mientras continuaban caminando, pero se contuvo.

Nami no era tonta. Lejos de ahi. Su verdadero problema era que estaba cegada por sus ideas preconcebidas y su sentido común. Pero ella debería arreglar eso... este mundo carecía de sentido común.

Unos cuantos piratas se fijaron en ellos cuando entraban en la plaza y le hicieron señas a su capitán. Buggy apareció y los miró con no poca hostilidad.

"Esa es la chica que robó nuestro mapa" dijo alguien del grupo y el otro adivinó que la otra persona era su acompañante. "¿Y no eres tú el tipo al que le disparé?" La nariz azul dijo otras cosas, pero Luffy bajó el tono.

El chico del sombrero de paja también estaba un poco desconcertado por lo fuerte que era el aura de Buggy, en comparación con lo débil que era. ¿Era la nariz azul perezosa o algo así? Tenía un potencial de pepita de oro allí.

"¿Qué es lo que quieren, bastardos llamativos? ¡Espero que estén aquí para devolver el mapa que robaron!" Nami mostró una sonrisa torcida mientras se desarrollaba su plan. En no más de unos segundos, las manos y el torso de Luffy estaban atados con una cuerda que parecía salir de la nada. Ella realmente era buena en esto.

"¡Así es! Estoy harta de trabajar para este tipo. He venido a devolver el mapa y unirme a tu tripulación. Puedes tener a mi jefe como regalo", gritó.

Buggy se quedó pensativo ante este giro de los acontecimientos y luego se echó a reír. "¡Supongo que no eres tan estúpido como pensé originalmente! Buen trabajo para mí".

Cifras. Los piratas pronto rodearon a Luffy, y puso los ojos en blanco.

"Oye, antes de que esto vaya más lejos... tengo una propuesta para ti, chico payaso". Luffy dijo.

Eso hizo que Buggy frunciera el ceño. "¿Cómo acabas de llamarme..."

Pero fue cortado. "Únete a mi tripulación pirata".

Luffy necesitaba gente fuerte, y aunque el payaso era otro Ussop más en su fiesta, no fue mal recibido. Aunque convencerlo sería difícil.