Capítulo 3- Una guitarra eléctrica

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—Que es lo que vamos a ver exactamente- pregunto David —

Su buen humor regreso de inmediato, estaban en la tierra,  por fin vio colores que no fueran ese color blanco cegador, admiro la penumbra de la noche, y al  respirar una brisa tan fresca hizo que su piel se pusiera chinita.

Iban caminando por una banqueta y una persona, caminaba enfrente de ellos, David espero a que se hiciera a un lado para pasar, pero esta persona lo atravesó. Era como un fantasma, no lo podían ver.

Esto le hizo recordar lo muerto que estaba, se estremeció casi se asustó

—Vamos a hacer que recuerdes quien eres. —

Por fin aquel sujeto decía algo que le era de curiosidad, saber quien era, y como había muerto.

Ambos llegaron a un pequeño local, era de instrumentos musicales

—Nada de esto te resulta familiar. —

El chico iba a negar con la cabeza, hasta que vio pasar dos chicos, estaban discutiendo.

Estaba un chico alto esbelto de cabello rubio siguiendo a un chico mas bajo de cabello cobrizo, el primero de estos se veía alterado

—Ellos... los conozco? —

—Si, son tus mejores amigos. Ellos te trajeron a esta tienda, aquí compraste tu primera guitarra. —

David, inconscientemente, se paso la mano derecha por su mano izquierda, sintiendo sus dedos, estaban rasposos, por tocar la guitarra, al sentir esto un escalofrió recorrió su espalada.

—Yo tocaba en una banda... —

—Ya vas recordando! —

Cerro los ojos y recordó

....

—Tengo que volver a mi casa! —

Dijo un adolescente a sus amigos de forma casi desesperada,

—Tengo que ir con mi mama y con mi hermano —

—Vamos David! ¡Solo vamos a ver! — comento uno de estos, el mas alto, Sam

Los tres chicos entraron a la tienda, los tres asombrados abrieron sus ojos y bocas.

Había guitarras por todos lados, de diferentes tamaños y colores.

Carlos, uno de sus amigos, tomo una guitarra y empezó a tocar varios acordes, haciendo que el lugar se llenara de un esplendido sonido.

Su papa le habría enseñado a tocar la guitarra desde una temprana edad, en cambio David se habría aprendido los horarios y los nombres de las pastillas que su mama tomaba. No le importaba el ayudaba con gusto.

—Wow! ¡Esto que es! —dijo señalando una guitarra con bordes puntiagudos, blanca con roja.

—Esto es una guitarra eléctrica

Su corazón se estremeció al escuchar su nombre.

Le había encantado

Después de ese día, todos los días, después de la escuela siempre iba y veía a su adorada guitarra. Y preguntaba el costo, por si por milagro hubiera cambiado el precio.

Juntaba el dinero que su mama le daba para su comida de la escuela, para un día ir y comprársela.

Un sábado muy temprano un 16 de abril, temprano se levantó y contó el dinero juntado

Al terminar de contar, hizo un pequeño baile de victoria, se puso sus tenis desgastados y corrió hacia la tienda.

—Buenos Jeremy!— saludo contento, mientras ponía todo el efectivo en la repisa— Quiero la guitarra—

—Lo siento niño, ya la compraron.—

"Que"

¿Como? Como que ya habrían comprado la guitarra, antes de salir del pequeño local, volvió a ver hacia atrás, por si es que le estaban mintiendo

Su guitarra, su linda guitarra, que impotencia.

Su corazón lloro, todas esas veces que no comió solo para juntar ese dinero, todas las veces que conto y conto esas monedas.

Aventó su pequeña bolsa en el sillón, sin percatarse que había dos personas esperando. Su hermano Dany y su Mama

Ese día David cumplía años. Un colgante estaba en la pared con la leyenda de "Feliz cumpleaños"

Dany (Que había cumplido años un día antes) sostenía con cara adormilada, sosteniendo unos globos de forma de números un "1" y un "5", tenía un gorrito de fiesta, puesto a la fuerza, en su cabeza.

Su mama, sostenía una brillante guitarra eléctrica color roja.

David, no lo podía creer, con la boca entre abierta se quedó inmóvil hasta que con una cara de asombro, fue con su mama y la abrazo, quería llorar de emoción. Tenia su querida guitarra.

A los meses ya se sabia un repertorio de canción, a los dos años, era reconocido por lo bien y con la pasión que tocaba aquel instrumento

Tiempo después Sam, Carlos y David, iniciaron su propia banda.,

...

En su corazón, en su interior, sintió y recordó, se sintió muy feliz y algo melancólico.

Y aunque todavía no se acordaba de Sam o Carlos, los sentía muy cercano a ellos.

—Sam y Carlos s-saben que yo estoy...—

—Muerto? Solo Sam

David bajo la mirada y asintió.

—Si solo se ah enterado Sam... significa que mi muerte ah sido... no hace mucho—

Termino la frase con tono de pregunta

—Es que acaso no era muy obvio? —pregunto Esteban

—Solo confirmaba—

—¿Ahorita, estaban hablando de mí?—

—Sip, tu y Carlos habían peleado esta tarde, ese mismo día—

Ambos se quedaron en silencio, y siguieron "andando" David seguía a Esteban.

—Tengo un hermano?—

—Un gemelo—aclaro

—Así que me parezco al chico que sostenía los globos?—

—Umm. Si. Algo así. Tu tienes los ojos de otro color, y eres más bajo que él.

Se le borro la sonrisa, ¡como que más bajo que el!

Y un sentimiento volvió, una competitividad.

—Y por si te lo preguntas, si, el siempre te molestaba con eso.—

Estaba, que palabra tan horrible, "aba" lo hacía, y ya nunca lo iba a volver a hacer, ¿en qué momento había pasado todo?, lo mas triste es que no se acordaba de mucho.

No poderse despedirse de sus amigos o familia, estar en buenos términos con tus amigos. Nada, desearía poder decirles un último adiós, pero eso ahora nunca iba a suceder. Al parecer así de imprevista la vida, o mas bien la muerte 

Te doy mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora