04

250 48 10
                                    

Sus habilidades.

Hakamada Tsunagu era conocido por ser un hombre muy pacífico y perspicaz.

Encontrarle la lógica a las cosas que veía o escuchaba era su especialidad, aún cuando esa lógica podía ser algo lejano a la realidad, prefería creer en ello que en una hipótesis sin sentido.

Sin embargo, siempre estaba dispuesto a escuchar las posibilidades e ideas de los demás.

-Eso fue un avance, dijo más de lo que esperé en un principio. A pesar de que no es todo, tenemos un indicio de lo que pasó y lo que puede hacer con su kosei -dice a través del teléfono.

-Ya veo, haz un informe sobre ello para que pueda archivarlo. Y recuerda...

-Lo sé, no preguntaré nada a menos que ella me dé pase para hacerlo -interrumpe con calma.

-Estaré informando a los héroes involucrados sobre lo ocurrido.

El rubio escucha el sonido de la llamada siendo finalizada y decide no pensar más en lo ocurrido por el momento. Aunque es inevitable, porque mientras mira a la azabache cocinar en completo silencio, sus pensamientos están centrados en lo que sucedió en el supermercado y las cosas que le ha contado.

Su llamada con Nighteye terminó más rápido de lo que pensó, no fue capaz de dar muchos detalles en aquella conversación. Simplemente le comunicó al peliverde que Asai Himeko había usado su kosei frente a él y le contó un poco sobre su pasado.

Definitivamente era algo que aliviaría a muchos héroes, pues finalmente podrían ayudarla más al tener más conocimiento sobre ella y su vida pasada. También les servía el que haya hablado y demostrado su particularidad.

Habían intentado saber cuál el kosei de la niña durante todo el tiempo que ha estado bajo su custodia, pero habían fallado. Lo único de lo que podían jactarse, es que era poderosa, tanto como su progenitor, o incluso más.

Tenían constantemente un ojo sobre ella. Ya sea para prevenir sus movimientos o intentar descifrar qué pasaba por su mente.

La azabache contó que su progenitor la dejó con vida porque era fácil de manipular y retener, lo que fácilmente podía interpretarse con que era alguien débil. No obstante, tenía la sospecha de que no era así. Sino al contrario.

No veía razón por la cual experimentaría con su hija si era tan débil como quería hacerles creer. Y tampoco habría tenido la necesidad de ponerle esposas para retener su kosei.

Simplemente habían muchas cosas que no cuadraban para él. Aunque esto no fue algo que le contó a Nighteye porque suponía que el hombre ya debía saberlo, si no era así, no dudaba en que pronto llegaría a la misma conclusión.

Durante el desayuno, Himeko se encargó de cocinar todo con una rapidez envidiable.

No se molestó en cuestionar cómo había terminado en tan poco tiempo pues ayer por la noche pudo ver cómo utilizaba su kosei para limpiar las cosas. Pero sí tuvo curiosidad por cómo había aprendido a cocinar a una edad tan temprana.

-Una vez mencionaste que aprendías rápido -musitó con calma, llamando la atención de la menor-, ¿fue así como aprendiste a cocinar?

Un pequeño silencio se hizo presente, a pesar de estar acostumbrado a ellos, no pudo evitar dudar si había sido una buena idea preguntar eso. No sabía que tipo de recuerdos podría desencadenar con cada pregunta, así que procuraba ser precavido.

Himeko dudó en responder mientras comía su ramen casero. Definitivamente había extrañado mucho el sabor de la comida casera, aunque no se comparaba con el de su madre, era mejor que comer sopa instantánea todos los días.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: a day ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

METANOIA | bnhaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora