𝘎𝘢𝘮𝘦𝘳 - 𝘌𝘪𝘔𝘪𝘬𝘰 g!p

🎮 - O4

- ¿Qué haces aquí?

Miko estaba paralizada, totalmente sin saber qué hacer o decir. Tenía un plan en mente, pero al momento de que Ei la miró a los ojos se olvidó por completo. Sólo pudo ver como la japonesa decía "vuelvo en cinco", tocaba algunas teclas y se quitaba los auriculares para llegar a ella.

Miko no quiso mirar las pantallas que tenía, sentía que estaba siendo demasiado intrusa en ese momento.

- Miko, ¿estás bien? - volvió a hablar la peli morada y eso hizo a la mayor volver un poco a la realidad.

- Oh, si, no, bueno, es que yo, bueno... -

No sabía qué la estaba haciendo delirar, tal vez el rico perfume dulce de Ei en la habitación, tal vez que la iluminación fuera tenue o tal vez que le estuviera prestando atención verdadera después de aquella noche.

- La verdad si fueras otra persona te sacaba a patadas pero eres tú así que si quieres puedes quedarte. - Ei tampoco sabía cómo manejar la situación. - Estoy en stream ahora mismo y sería raro para los viewers verte pero puedes quedarte fuera de cámara.

- ¿Ah? - alguna vez ha escuchado sobre eso, pero sinceramente no le tomaba importancia. Miko no veía ningún stream así que no tenía idea de cómo funcionaba. Su mente en realidad se quedó con que Ei la estaba dejando quedarse. - No quiero molestar, hablabas mucho con tus amigos.

- Está bien. Pero, ¿por qué entraste?

- La puerta estaba abierta y te oí, sólo tenía curiosidad.

- Oh, olvidé cerrarla. - susurró para sí misma. - Bueno yo... necesito volver, ya sabes, estábamos en un pequeño descanso pero seguramente me están insultando para que vuelva.

Y ahora la estaba echando, ¿qué pasaba con ella?- 

Deberías volver, sí. - asintió insegura. Miko no quería irse

- ¡Miko! - se escuchó a lo lejos, era la voz de Makoto. Ambas pegaron un salto al oírlo y se miraron rápidamente.

- Creo que yo debo volver también. - río nerviosa. - Lo siento por entrar, nos vemos.

- Está bien, te veo luego.

Cuando Miko salió de la habitación escuchó el click de la puerta. Ei la había cerrado esta vez.

Suspiró derrotada y volvió con su amiga, quien tenía lágrimas en los ojos y no paraba de mencionar a Perrito y el lindo final de la película.

Al ser de noche, Miko se quedó a dormir con Makoto. La cama era grande así que tenía su propio espacio para acomodarse. La japonesa se durmió primero, venía de un largo día.

Mientras tanto, Miko no podía cerrar un ojo. Pensaba y pensaba. Ei era rara, lo sabía desde siempre. Sin embargo, esto de que hiciera streams y saliera de casa era demasiado nuevo. Y lo último era sospechoso.

Decidió usar su teléfono y comenzar a investigar. En dos horas aprendió bastante sobre el supuesto trabajo de Ei. Aprendió de bits, las suscripciones, las donaciones y la principal plataforma de streams, Twitch. Por probar suerte, ella escribió el nombre de Mina en el buscador de la app morada.

Por supuesto, no le salió absolutamente nada de lo que buscaba.

Entonces, Ei estaba usando otro nombre para su canal. Eso es algo que también aprendió, muchos usan nombres inventados para ello. Suspiró. ¿Por qué tenía que ser tan difícil? O peor, ¿por qué no se rendía?

Un gamer es complicado, siempre en su mundo, siempre con la mente llena de píxeles. ¿A caso Ei no será virgen? eso podría hacer que todo lo que está viviendo fuera en vano y hacerla sentir una idiota por completo. pero Ei tenía 18 años, al menos debió hacerlo una vez.

Aunque pensándolo bien, por un momento no le desagradó la idea de ser la primera para Ei. quizás eso sea bueno. sí su primera vez no resultase como quería entonces podría dejarla en paz y volver a su antiguo estado. 

Miko se bajó de la cama, necesitaba un poco de agua y dejar de pensar tanto. llegó a la cocina y se sirvió un vaso. luego se apoyó en la encimera e intentó buscar alguna solución.

Creyó escuchar a alguien venir a donde ella, probablemente el padre o madre de las japonesas. Se quedó en su lugar y en unos momentos logró distinguir a la pelinegra llegar.

- ¿Insomnio? - preguntó Miko y la vio saltar en su lugar. La japonesa sonrió.

- No... recién corté stream y quería agua. - señaló a su botella de metal. Miko asintió.

La japonesa se acercó hasta Miko y se quedó quieta unos segundos, la mayor notó que muy pegada a ella estaba el agua. Pero no se movió, simplemente ladeó la cabeza haciéndose la tonta y, por un mínimo segundo, logró captar como Ei aguantaba la respiración. La chica se acercó a ella y cargó su botella. Miko mentiría si dijera que no estaba loca por ese aroma que desprendía cada vez que estaban cerca.

Es ahora o nunca, pensó Miko.- Ei. - llamó. - ¿Tienes pareja?