10° Conne

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Pasaron cinco días en los cuales buscamos sin parar a los demás pero fue envano.

Daryl: Volvamos... es una pérdida de tiempo (dijo en un tono molesto)

No dije nada y solo lo seguí. Tiene razón, ya no tiene sentido que le diga que tenga fe... Ahora de verdad estamos solos en esto.

Llegamos al camping cuando estaba a punto de anochecer. Ambos estabamos en silencio sin decir una sola palabra.

Conne: ¿Que tal si tomamos algo?

Daryl: No tengo sed.

Conne: Hablo de tomar alcohol.

Daryl me miro algo animado asi que nos pusimos a tomar algo de alcohol que se encontraba en la barra.

Daryl: ¿Sabes tomar? (Dijo mientras tomaba asiento en el sillón con su botella de ron)

Conne: Lo hice pocas veces, pero no a tal punto de emborracharme ¿Tú?

Daryl: Solo puedo tomar un poco, no me gusta emborracharme (Me reí y seguimos tomando)

Me gustaría verlo ebrio, solo para saber cómo se comporta, con suerte se vuelve más sociable.

Pasaron un par de horas y ya estábamos bastante tomados. Y pensar que él dijo que no le gustaba emborracharse.

Daryl estaba en el sillón a punto de terminar su botella. Yo aún estaba sentada en la barra del pequeño bar. Es extraña esta situación, porque sé siente como si en realidad intentaremos tapar con esto la real perdida de nuestros amigos.

Conne: ¿Estás molesto? (Pregunté curiosa)

Daryl: No.

Conne: Yo si (decidí ser sincera)

Daryl: ¿Por qué?

Conne: Solo quiero olvidar toda esta mierda y no pensarlo más.

Dejé mi vaso en la barra y me dirigí hacía él. Solo quiero que olvidemos todo esto por un rato y creo que ya se como hacerlo.

Me coloqué frente suyo, puse un pie a un lado de su cintura y la otra al otro lado, sentandome sobre él. Tomé la botella que tenía en su mano y la tiré a un lado. Puse cada una de mis manos en sus mejillas y luego lo besé. Él me siguió el beso, algo confundido, pero completamente entregado.

Los besos se fueron intensificando a tal punto que nuestras lenguas ya estaban encontradas. Sus manos comenzaron a recorrer mis muslos hasta llegar a mi cintura, sin importarle levantó un poco mi remera para poder tocar mi piel. Sus manos frías se sienten como un pequeño choque eléctrico que me fascina.

Mi temperatura comenzó a subir, cada segundo que pasaba quería más, quería que me toque, que me acaricie cada parte del cuerpo. Empecé a sentir como el bulto de Daryl comenzaba a ponerse más duro y sentirlo entre mis piernas era delicioso.

 Empecé a sentir como el bulto de Daryl comenzaba a ponerse más duro y sentirlo entre mis piernas era delicioso

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