•Prologo•

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Las pisadas molestas sonaron incluso antes de que el retrato logrará abrirse, arrastrandose hasta mostrar la furiosa figura del pelirojo menor.

Harry, detrás de él, solo pudo suspirar antes de seguirle el paso, bajando la cabeza ante la atención y las miradas curiosas que se le dirigían a su amigo y a él cuando atravesaron el umbral.

Incómodo, como siempre que sentía el peso de las miradas, dirigió su atención a otra cosa, que lamentablemente solo podía ser a su furicó amigo.

Ron estaba molesto por qué los gemelos le habían hecho una broma, no podía comer más de lo que en un plato normal podía, sus cuadernos y pergaminos se alejaban de él y otras cosas que Harry no sabían si eran parte de la broma o por la ira que entorpecía más a su amigo.

Eso no quita que este seguiera molesto,y con su poca paciencia todo había caído como una bola de nieve; se encontraba furioso, pisoteando y mirando mal a quien sea y lo que sea que estuviera a su alrededor.

Su andar, su pose encorvada, sus pasos fuertes y apresurados eran indicios o muestras de la gran irá que sentía en esos momentos.

La broma no era demaciado exagerada, él mismo la encontró divertida cuando tenía que agarrar el pergamino de Ron que quería deslizarse al otro lado de la mesa, pero su amigo estaba demaciado estresado como para tomarlo así.

Había sido una mala mañana desde el momento en que él quiso comer más y no pudo, no sé molestó o alego, no, se enojo, se irritó a un enorme nivel que no había esperado, sobre todo sabiendo que él ya conocía como eran sus hermanos.

'Mione' y el intercambioron una mirada al entrar, Ronald también le había comentado algo grosero a ella cuando ella había hablado, o regañado, pero lo importante era que la reacción de su amigo fue lo suficientemente brusca como para que ella se fuera y estudiara lejos de ellos cuando estaban en la biblioteca.

Estaban lejos desde entonces, que había sido muy temprano, por lo que ella se le había perdido la mayor parte del día; la encontró sentada haciendo sus deberes cerca de la chimenea, ella miro mal al pelirrojo antes de mirarlo con lastima, como si entendiera que no estaba feliz en ese momento...

Él no lo estaba, definitivamente para nada.

Era realmente incómodo tener que elegir entre amigos, era fácil con peleas tontas pero esa vez era mas grave, realmente no sabía que hacer.

Se había elegido por ayudar a Ron, pero no había mucho que pudiera hacer así que solo le seguía, caminando detrás de él esperando servir como apoyo para que por lo menos su presencia hiciera algo, parecía que no estaba funcionando.

Él prácticamente estaba soltando humo mientras caminaba de un lado al otro en un camino repetido muy corto y desesperante.

Harry solo podía verlo, cómo todos los demás, incapaz de hacer algo, tampoco es que supiera el qué; no es que fuera el único en sentirse así, aunque tal vez en ese momento si el más afligido.

Empeoró cuando la entrada se abrió una vez más y los gemelos, sonrientes y alegres como siempre, entraron a la sala comun.

Muchos saltaron y reaccionaron violentamente al estridente grito desorganizado y fuerte que sonó por parte del Weasley menor, era obvio que había heredado los pulmones de su madre, y su voz y cara roja pintada en irá no ayudaron en nada a la situación o la imágen que proyectaba.

Hubo silencio en la sala común de Gryffindor mientras se escuchaba solamente los fuertes reclamos de Ron hacia sus dos hermanos, estaba furico y casi rabioso, enojado indudablemente y todo por la broma que había sufrido.

Los gemelos se veían tranquilos, quietos y relajados, aún parados dónde los había atrapado el inicio del regaño, pero no a todos se les pasó desapercibido sus ojos se veían nerviosos y sus rostros tensos, habían leves detalles de ellos que gritaban incomodidad, pero aún así no dijeron palabras mientras escuchaban a Ron despotricar.

El aire se volvió pesado a los pocos segundos, antes que se cumpliera el minuto de los continuos gritos; no solo los gemelos estaban incómodos, muchos se removían inquietos y otros bajaban la cabeza con pena.

Era casi doloroso escuchar grocerias y reclamos así, era una reacción demasiado exagerada y eso estaba literalmente provocando daño sentimental, pero Ron no parecía pensar en eso mientras seguía reclamandole a sus hermanos.

Así hasta que Ron grito, con toda intensión en sus palabras -¡¡Ya no los quiero como hermanos!! ¿¡Oíste bien!? ¡Me tienen cansado!- exclamó, llevando sus manos a su cabello en irá "reprimida" y desesperación.

Paro para recuperar aire, con la cara aún distorsionada en una mancha roja furiosa y un sonido exasperado e iracundo que demostraba el hecho de que no se había calmado.

Como antes de que los gritos pararan, no hubo más palabras, no hubo más reacciones.

Así fue hasta que todo el ambiente fue cortado con el más filosos de los cuchillos.

-¿Entonces pueden ser los míos?-

No de sangre, si de alma: Eres Nuestro Hermanito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora