No de sangre, si de alma: Eres Nuestro Hermanito

~ III ~

-Hermione ¿Puedo hablar contigo?- interrumpo Harry a el silenciosos pero enorme tren de pensamiento que llevaba ella.

Ella no dudo en asentír, aunque se veía confundida en gran medida, pero no dijo nada más que -Claro ¿Que es lo que necesitas?-

Harry realmente lo aprecio, sabía que lo que él había hecho no era el movimiento mas inteligente, incluso preguntar eso, aunque sabía que terminó bien, sonaba realmente ridículo.

Pero lo quería tanto...

Ya no tenía que preocuparse, ahora lo tenía, ahora podía...ser feliz.

-No me parece justo que los gemelos cambien todo de ellos para parecerse a mi ¿Sabes de algún hechizo para también cambiar algunas cosas de mí?- pregunto con sencilles y alegría, sabía que ella, de alguna manera, entendía, o entendería al menos.

-Oh, si, se de que libro los gemelos sacaron el hechizo, pero toma algo de tiempo por qué tienes que visualizarte muy específicamente y otras cosas...- respondio ella con sinceridad.

Harry sabía que tenía algunos buenos amigos...

Sabiendo que ella no lo rechazaría, comenzó a hablar con ella sobre que cambios podría hacerse, ella escucho, no lo ignoro no lo abandonó, no, lo escucho, Harry no podía ser más feliz.

Por otro lado del colegio, aún era algo impactante para unas personas el nuevo look de los gemelos, las miradas congeladas, el asombro y el shock, bueno, no habían disminuido mucho.

Ese cabello oscuro y esos ojos bosque tan especiales en ellos era extraño, no es que no les quedarán bien, más bien era...

Pues, al parecer por opinión popular, esos rasgos se clasificaban fácilmente como tiernos y agradables, cierta dulzura que nadie admitía que era solamente perfecta para Harry.

Y aún así esos mismos dos rasgos se veían completamente terroríficos en los gemelos, o por lo menos cuando planeaban una maldad o travesura, que era casi siempre.

Su pelo brillaba fuertemente bajo cualquier luz, a veces tomando tonos escarlata oscuro, además de eso cómo si se necesitará más, sus ojos se iluminaban, pero de una manera cruel y fría que daba escalofríos.

Ellos parecían la maldad encarnada, si antes eran demonios ahora parecían los mismos estudiantes de lucifer, y no era mentira.

Verlos a ambos planear una maldad y jugar a la confusión de nombre con esos rasgos y la luz de las mazmorras podía fácilmente darle pesadillas a alguien.

De todos modos la mayoría de los maestros habían aceptado la situación al finalizar el día, a pesar de la extrañesa de esta, pero eran los gemelos Weasley y Harry Potter, algunos de ellos incluso se molestaron por no haber esperado algo así, sobre todo cuando cayeron en cuenta del deseo tan grande de Harry por tener una familia.

Era fácil deducir que el único que no se encontraba tan contento era Severus snape, para el, ver los ojos de Lily y el pelo de Potter tan seguido no le sentaba bien

Sobre todo el mal sabor de boca que le quedaba al unir esos rasgos con las problemáticas bromas que los gemelos hacían, y eso que el sabía de malos sabores.

Lastima que aún así nadie esperaba todo lo que estaba por venir...