~ IV~

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Si el desayuno había sido extraño entonces el almuerzo y la cena posterior a eso no podían ser nada menos, eso era obvio... ese conocimiento no preparo a nadie.

Cuando entro al gran comedor no dudo ni un segundo en ir directamente al par de ahora pelinegros.

No fueron pocos los que si tierno escalofríos al verlos juntos a los tres, parecían perfectamente normales, cómo si siempre hubiera sido así, eso los hacía sentir peor.

Los gemelos, a diferencia de el terror que provocaban cuando Harry no estaba presente, tenían una cara amable y cariñosa, sin perder absolutamente nada de la diversión que los caracterizaba.

Para ellos lo único raro fue que sentarse los tres juntos en el mismo lado del comedor ahuyentó con violencia las tres personas que habían delante, que fueran compañeros de los gemelos explicaba las acciones para los demás.

De resto, la naturalidad con la que llevaban todo era...escalofriante.

Harry se sentó y animadamente hablo sobre lo que aprendió, sus tareas, a qué clase iba después y demás mientras los gemelos respondían con risas e interes.

Pasaban entre ellos comida, tomando lo que el otro quería sin siquiera preguntar mientras la conversación continuaba sin problema.

Las risas de Harry y las miradas divertidas de los gemelos realmente parecían que siempre habían estado allí, y aún así se veía... diferente.

Pero no era malo, era como si eso siempre hubiera faltado, cómo si un rompecabezas perdido por fin tuviera algunas piezas faltantes.

Parecía tan perfecto y normal para ellos...

Fácilmente y sin problema alguno se despidieron, deslizando sus nombres con normalidad, pero el nuevo cariño, la cercanía y el amor lo hacían mucho más especial.

Eso fue el almuerzo.

Cuando Harry se retiró junto al resto del salón los gemelos fueron detenidos por Ginny y Percy.

Los gemelos les sonrieron con tranquilidad, pero Harry no se había ido hace mucho y la diferencia de trato era...notoria.

Más retraídos, más fríos, más quietos y alejados...eso sin duda llamo la atención.

-Fred, George, se que Ron fue un idiota pero...- se interrumpió Percy, buscando unas palabras para expresarse, sin notar que los gemelos no estaban alegres con eso -No deberían de haber reaccionado así, fue...mucho, incluso si son ustedes- intento explicar.

En cambio Ginny tenía un poco más que decir -¡Solo una pelea y ya! !nos cambian! No solo dejaste a Ron, nos dejaste a nosotros también, no puedo creer qu...- sus palabras fueron interrumpidas por una mano alzada por parte de uno de los gemelos

-Ginny, Percy, agradecemos

-Que nos dijeran su opinión

-Es bueno saberlo-

Comenzaron los gemelos con leve humor, pero pronto fue obvio que no era real.

Y aún así la falsa muy pronto fue rota, los rostros de ambos gemelos se enfriaron, sus ojos brillaron malvadamente y los miraron con seriedad, ignorando por completo la conmoción y el estremecimiento que sus otros hermanos sufrieron

-Sin embargo no nos interesa saber

-La opinión de aquellos que dejaron

-Que nuestro querido hermano nos gritara

-Y no solo eso

-Si no que además quieren que los perdonemos ¿No son muy atrevidos George?

-Si George, yo diría demaciado atrevidos

-Yo soy Fred, tu eres George- respondió uno de ellos con humor, ignorando a sus otros hermanos a propósito

-No, yo soy Fred

-No, eres George, yo Fred

-Entonces vamos a preguntarle a Harry ya que el si nos diferencia

-Si, el sabe quién es quien- dijo uno de ellos, está vez mirando a los pelirrojos intimidados, ese tono frío y los ojos avada no estaba provocando más que escalofríos, las acusaciones no estaban ayudando

Frente a todos los gemelos le restregaron en la cara a su familia de sangre que alguien más, y no ellos, hacía cosas que ellos no.

Sin molestarse en decir nada más ambos asíntieron a la vez y se dirigieron fuera del gran comedor, ignorando una vez más a los otros pelirrojos

El asunto paso de boca en boca y los chismes no pararon.

Cuando mucho más tarde dos alegres y tranquilos gemelos regresaron con su nuevo hermano fue evidente el gran cambio que había y que tan real era esa relación no sanguínea.

Cuando Harry comenzó a murmurar con los gemelos la gente noto aún más similitudes al ver esas tres sonrisas traviesas y ojos emocionados.

Los únicos que no disfrutaron la comida fueron dos pelirrojos humillados, Ron aún estaba demaciado metido en su cabeza para pensar bien sobre todo lo que estaba pasando.

Lo que no podriá recuperar.

No de sangre, si de alma: Eres Nuestro Hermanito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora