Amigos

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Pov omnisciente.

El sol entraba suavemente por las ventanas, su luz era tenue por el momento tan temprano de la mañana, hacía frío debido a lo mismo y pese a que todo podía estar muy silencioso ya que la mayoría de personal dormía; ese no era el caso de Purple.

El moreno de ojos morados tarareaba mientras hacia el desayuno, miraba la hora atento mientras hacia panqueques en la sartén, por sus años de experiencia ya dominaba esa y más recetas, salían esponjosos y hermosos además de deliciosos.

Purple: Bien, ya está. —Dijo sirviendo un par de panqueques en un plato.

Red: Buenos días... —Saludó totalmente vestido y arreglado pero con una cara que denotaba cansancio. —¿Zim? —Cuestionó mirando alrededor en busca del mencionado.

Purple: Sigue arriba, durmiendo seguramente.

Red: Iré a despertarlo. —Comentó regresando.

Purple: Déjalo descansar un rato más, aún es muy temprano y lo he notado algo cansado últimamente. —Mencionó llevando los platos de comida a un carrito de servicio junto con una jarra y vasos.

Red: Pero llegará tarde.

Purple: Un rato más, son las 4:40 de la mañana.

Red: ¿Y que haces despierto?

Purple: Madrugue... E hice bien en suponer que te levantarías a esta hora de nuevo. —Dijo tranquilo sirviendo el desayuno.

Red: Me dió insomnio, es todo.

Purple: Por 2 días seguidos, imaginé que tendrías hambre. —Dijo alzandose de hombros.

Red: Bueno... Imaginaste bien. —Dijo sonriendo sutilmente. —Provecho. —Añadió educadamente, antes de tomar sus utensilios para comenzar a comer.

El contrario solo asintió y decidió empezar igualmente, le gustaba ver a su compañero contento y eso no era algo que sucediera muy a menudo, al menos no frente a la mayoría de empleados.

Red: Mmmm, ¿Que les pusiste? —Cuestionó disfrutando de aquel sabor.

Purple: Lo normal, solo le agregué mantequilla a la mezcla. —Comentó sonriendo suavemente.

Red: Están muy ricos. —Finalizó para seguir saboreando el desayuno.

(...)

Mientras tanto Zim solo se removía entre sueños, se había dormido bastante temprano, pero aún así puso su alarma, cual pronto comenzó a hacer escándalo generando que el muchacho se cayera de la cama.

Zim: Auch... —Se quejó desde el piso, luego de unos momentos se levantó. —Hmmm, ¿Y el reloj? —Cuestionó somnoliento, tambaleándose algo aturdido.

Para cuándo se dió cuenta ya había caído de espaldas sobre la cama, no pudo evitarlo, se había mareado.

Zim: Rayos. —Se apoyó de la cama para sentarse.

Una vez logró ver el reloj despertador, lo apagó.
Comenzó a vestirse y arreglarse sin perder ningún minuto, incluso si era muy temprano, podía ser realmente lento cuando recién se despertaba y su cerebro trataba de pensar en lo que debía hacer.

Una vez vestido se lavó la cara y dientes, tomó su mochila y comenzó a ordenar su habitación, dobló su sábana, tendió su cama; dejó todo listo para poder irse tranquilo. Hecho todo eso salió de su habitación a paso calmado, ya eran las 5:30 de la mañana.

Beautyfull or BelovedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora