Capítulo 8 - Bajo la supervisión de un hombre peculiar

13 0 0
                                    

Han pasado tres días desde que los Caballeros Imperiales comenzaron a escoltar a Viola, y la atmósfera entre ellos se volvió incómoda. Mientras transcurría el tiempo, la sospecha que tenía Viola de que, mas que cuidandola, ellos la estaban monitoreando, crecía.

Cada mañana al despertarse de su sueño, se sentía vulnerable en lugar de bien descansada. Su agitación era peculiarmente fuere cerca del líder de los caballeros.

"¿Tampoco pudo descansar anoche?" el tono de Rosha estaba lleno de preocupación por su señora.

"No," Viola tocó su punzante cabeza, "Yo sólo..."

Ella se detuvo a la mitad de la oración cuando sus sentidos le advirtieron de la presencia de alguien tras la puerta del carruaje. Los ojos de Viola se giraron hacia la ventana, donde se fijaron con las pupilas ónix pertenecientes al hombre que la molestaba últimamente.

La repentina aparición del caballero la sorprendió. Sus manos temblaron bajo su mirada, que era tan afilada que su cabello comenzó a erizarse. Encontró terriblemente inquietante como parecía que el enfocaba su atención en cada movimiento que ella realizaba.

'¿Por qué me mira de esa manera?'

Viola se movió para poder escapar de su vista. Tan pronto como ella empezó a pensar en algo más, el reapareció en el mismo lugar tan pronto como se había desvanecido de la ventana del carruaje anteriormente. Viola sintió náuseas.

'Deja de estar tan agitada,' se dijo a ella misma 'Mantente segura...'

A pesar de sus intentos de tranquilizarse, la tensión en su corazón no se disipaba tan fácilmente...

Después de viajar sin detenerse por días, ellos llegaron a un area estrecha rodeada por árboles. Viola miró el denso bosque que los acordanaba con una expresión de confusión.

"Este no es el camino..." murmuró.

De acuerdo con lo que recordaba del terreno, el carruaje se estaba dirigiendo en la dirección equivocada y no hacia el usual camino al Imperio Arpen.

"¿No es?" respondió Rosha
confundida.

Viola extendió una mano fuera del carruaje y la sacudió. Un caballero que notó el gesto se acercó a ella.

"¿Estamos llendo por el camino correcto?" preguntó Viola.

"La densa lluvia bloqueó la ruta normal. Será más seguro por este camino, así que no tiene que preocuparse."

Ella se tranquilizó y después de un rato, el carruaje se detuvo y la puerta se abrió con fuerza.

"Tomaremos un pequeño descanso aquí."

No había nada para comer dado que ellos habían viajado a través de lugares ásperos, y no a través de pueblos.
El grupo de Viola tuvo que depender de lo que los Caballeros Reales compartían, puesto que la comida que habían traido con ellos de Koronis estaba a punto de terminarse.
Viola tomó un descanso atrás de una roca, lejos de los caballeros. Tan pronto como terminó su comida, ella revisó a los alrededores antes de que cuidadosamente sacara y estudiara su mapa.

'Un poco más lejos de nuestra actual locación se encuentra el Palacio Imperial... Oeste, pasando la montaña range, se encuentra el océano que divide el continente..."

De pronto una larga sombra se reflejaba sobre su cabeza.

'No había nada encima de la roca... Ack!!'

Su corazón empezó a latir. Despeinado cabello negro, se mostró, junto con eso un hombre hermoso como una estatua magistralmente esculpida.

A Viola no se le ocurrió ocultar el mapa atrás de espalda.

LER [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora