Capítulo 12 - Portal Secreto

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Ella se colocó el uniforme robado de las sirvientas del palacio, solo para evitar sospechas a toda costa. Su pequeño rostro estaba escondido convenientemente por una larga capa que incluía el uniforme. Afortunadamente, su apariencia simple no levantó ninguna sospecha por las sirvientas con las que se topó en su camino al muro.

Sigilosamente, Viola se adentro al laberinto del jardín y apoyó una mano contra las paredes de setos a la vez que avanzaba, asegurandose de contar cada uno de sus pasos.

'Son ochenta pasos desde aquí hasta allá... y noventa pasos desde allá... Luego, cien...'

Ella practicó medir la longitud del laberinto con sus pasos, tomando nota de cada dirección que tomaba y que tan lejos caminaba en caso de que necesitara regresar.
Notas tan minusiosas eran probablemente innecesarias, pero era bueno practicar solo por si acaso. ¿Qué tan lejos ella iba a seguir midiendo así? En el siguiente cruce, Viola atravesó el intrincado laberinto del jardín y se encontró cara a cara con el muro gigante que había visto antes.

"Construir una pared tan alta aquí... ¿Qué hace a este lugar distinto de cualquier prisión?"

Deslizó su palma a través de la pared para sentir su textura, pero algo se sintió extraño. Viola pasó su mano una vez más por el lugar que acababa de tocar, y una corriente misteriosa de aire rozó la punta de sus dedos. Asombrada, intentó quitarla, pero para su sorpresa sus manos eran lentamente succionadas dentro de la pared.

"¿Huh? Qué... ¡¿qué es esto?!"

Viola se tragó un grito. Miró ansiosa el muro que la jalaba en contra de su voluntad y luego cerró los ojos con fuerza.
 Mientras se preparaba para un impacto desconocido, descubrió que éste no se producía. Confundida, abrió los ojos para mirar a su alrededor, y la vista la dejó tanto sorprendida como atemorizada.

Ahora estaba del otro lado del muro, en el bosque que conectaba la Villa Real con el palacio del Príncipe Heredero.

"... Esto... Esto..." murmuró asombrada. "¿Qué es esto? ¿Es magia?"

Con los ojos muy abiertos, Viola tocó la pared de nuevo y fue succionada por una fueza extraña. Un momento después, se dio cuenta que estaba de regreso al lado de la Villa Real.

"Ahora estoy segura. Esto es un pasadizo mágico... ¿Quién hizo esto?"

No estaba segura de quién pudo haber creado tal portal, pero estaba razonablemente segura de que no pudo haber sido alguien del Imperio Arpen. Con lo estricta que era la seguridad alrededor de la Villa Real, si ellos se enteraran no permitirían que semejante magia existiera...

"Debo volver cuando sea de día."

Viola decidió que había descubierto suficiente por hoy y dio la vuelta para irse. Al mismo tiempo, una brisa repentina que cargaba un aroma encantador y floral rodeó su ser. La escencia era tan poderosa y seductora que su cuerpo temblaba con emoción. Curiosa de saber qué clase de flores emanaban un perfume tan intenso, Viola siguió el rastro adentrandose en el bosque.

No sabía bien porqué, pero el aroma hacía palpitar su corazón. Su corazón palpitaba tan rápido que la sorprendió. Aparte del fuerte latido de su pecho, el bosque era extremadamente silencioso. Incluso sus cautelosos pasos a lo largo del camino iluminado por la luna parecían excesivamente ruidosos en comparación con la quietud de su entorno.

Luego, un precioso lago se extendió ante sus ojos.

'Her... ¡hermoso!'

Sin pensarlo, Viola jadeó en admiración. Sus pies comenzaron a moverse, inconscientemente, hacia adelante, como si fuera atraída por la olas que brillaban como plata en la superficie del lago. Un mar de flores carmesí alrededor de toda la orilla del lago, creaban un camino hacia el agua, y el dobladillo del vestido de Viola las barrió suavemente mientras caminaba hacia el lago.

Fue entonces que noto una sombra peculiar flotando en el agua. No-la sombra era realmente un hombre nadando en el lago.

Sintió que su corazón se desplomaba.

¡El otra vez! ¿Por qué siempre tiene que estar flotando en algún cuerpo de agua?'

Al entrar en el claro, Viola se topó con el lider de los Caballeros Reales, el mismo hombre que la había guiado hasta el Palacio Imperial.

Pensar que se encontraría con él de nuevo en un lugar así... Intentó darse la vuelta, pero se quedó clavada en el sitio. Sus ojos no pudieron evitar quedarse fijos en el caballero que tanto la irritaba.

La mirada de Viola brillaba con interés, fascinado por su figura. Su cuerpo ligeramente agitado con emoción cuando los rayos plateados de la luna cayeron en su forma masculina, que reposaba gentilmente en la superficie del  agua. La luna parecía solo iluminar a aquel caballero en medio de toda esta oscuridad.

'¿Por qué está él aquí? ¿Es porqué hace calor afuera?'

Lo miró con curiosidad, manteniendo su cuerpo tan bajo como le fuera posible mientras lo observaba desde lejos. Gradualmente, sus alrededores se iluminaron al mismo tiempo que las nubes se iban, revelando la luna en su gloria total. Los ojos de Viola temblaron levemente.

El contorno de su hermoso rostro y el marco de su fuerte físico, ahora era completamente visibles. Su cabello suelto de ébano y sus movimientos agraciados lo hacían indistinguible de una muñeca finamente elaborada.

Viola se acercó involuntariamente al lago como si fuera atraída por una fuerza desconocida. Ni siquiera se había dado cuenta de que se acercaba a la orilla del sgua hasta que perdió el equilibrio en el suelo hueco,  sumergiéndose en el lago. Las aguas estaban heladas y todo su cuerpo estaba empapado.

"...¡Ah!" Viola escupió, inentando expulsar el agua que había tragado.

"¡Pfft!"

Movió sus extremidades para nadar de vuelta a la orilla, pero al hacerlo se dio cuenta de que sus esfuerzos estaban teniendo el efecto contrario. Por alguna razón, cuanto más se esforzaba, más se hundía. Se le puso la piel de gallina.

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