Parte 44

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Mapi: y así fue cuando abrí la puerta y las encontré

Leila: al oír eso se me congelaron los oídos, y la tensión que Ona había generado en mí se marchó. Oír como lo soltaba como si nada fue algo que no me lo podía creer

Ona: cuando Mapi dijo esa frase, la conversación se paró en seco y sentí como 1000 miradas hacia Mapi así que decidí intervenir: Pero no estábamos haciendo nada solté con las manos en alto interrumpiendo el resto de conversaciones, haciendo que todo el mundo se callará

Vir: de que hablas tú ahora, Ona estábamos hablando de las gatas de Mapi que se perdieron por el hotel,

Ona: perdón quería decir estaban, mi cara se iba poniendo más roja

Leila: es cierto, en que estabas pensando Ona, o es que acaso le escondes algo a Vir y al resto. Con quien no hiciste nada

Ona: hacer nada de que, solamente me he equivocado

Leila: ya claro por supuesto que te has equivocado. Claro que sí

Mapi: bueno al caso, sigue contando la historia

Ona: eso ha estado demasiado cerca Ouahabi, y lo sabes

Leila: que culpa tengo yo ahora, quizá deberías saber mejor las conjugaciones

Ona: me hartas, me enferman tus idioteces

Leila: ya claro, claro Ona, claro

Ona: no digas claro, claro, claro simplemente cállate

Leila: claro Ona, claro

Olga: bueno ya hemos acabado, había pensado en esta noche ir a cenar a un antro/pequeña discoteca de la zona si es que no llueve

Guijarro: perfecto, fiesta por fin.

Todas ríen, pasan las horas y muchas descansan otras juegan a las cartas y hablan. Vuelven a la piscina se bañan etc.Y así pasa el tiempo, más tarde se cambian

Leila: opte por una americana negra con una camisa un poco desabotonada enseñando el moreno natural del escote. Unos pantalones del mismo estilo y unos buenos pero cómodos tacones. Siempre iba a estos eventos con traje, era lo más cómodo para mí

Ona: opte por un vestido abierto por la espalda, largo y con algo de vuelo, una chaqueta por si el frío y el pelo suelto un poco de brillo en los ojos y un tono rojizo en los labios

Al salir del baño choqué con Leila, viendo la oportunidad al estar a solas quise insultarla pero cuando tenía ya la palabrota en la punta de la lengua la miré fijamente y se me fue; chicas como ella deberían estar prohibidas en el mundo, una es incapaz de resistirse cuando van así de guapas a pequeñas discotecas. No me estaba dando cuenta que le acababa de taponar el paso completamente hasta la puerta de salida

Leila: que, volviendo a disfrutar de las vistas otra vez Ona. Vas a tener que empezar a pagarme porque ya son las suficientes como para desgastarme

Ona: tú sí que me desgatas, idiota

Leila: chhss, no grites que se te va el maquillaje y no queremos eso verdad. Te veo en la entrada. Sale de cuarto no sin antes darme con el hombro

10:50, Empiezan a salir, llegan al antro y las bebidas empiezan a correr

Leila: antes de que alguien me pudiese buscar para intentar hablar, conecte con mi mejor amiga para esto: Guijarro. Somos compañeras de copas desde hace muchos años, sobre todo desde que se murieron mis padres que era ella la que me controlaba el alcohol que corría por mis venas. Y en 4 minutos ya estábamos riéndonos, ambas sabíamos que teníamos mucho aguante, más de 10 copas con chupitos era nuestra media habitual, pocas veces hemos conocido a la llamada resaca por el contrario del resto. Siempre hemos sido las sujeta copas o incluso nos las hemos tenido acabar nosotras para evitar que siguiesen bebiendo. Así que con un gesto ya estábamos sentadas en la barra con nuestra1º copa. Por el contario eso de bailar lo odiábamos ambas aunque yo era una gran bailarina, el baile siempre había sido parte de mí, por lo que sí, sí se bailar pero no lo solía demostrar no soy especialmente extrovertida para esto. Por lo que nos sentamos con nuestras copas hablamos

Ona: llegó al sitio, yo tengo poco aguante, además eso de beber nunca me había gustado. Sino que lo que me gustaba era bailar con las compañeras muy mal pero nos lo pasábamos bien.

Pina. Venga otra copa para todas

Ona: no gracias

Pina toma anda la quiero vacía para cuando vuelva.

Ona: me da miedo Pina en estas situaciones,

Leila: que, necesitas ayuda. Dame eso, de 1 trago me la bebo. Nada mal

Ona: cómo eres capaz de hacer tal cosa

Leila: de beber esto, práctica enana, práctica

Ona. No vuelvas a llamarme así a no ser que volvamos a empezar una discusión como en la villa y no me apetece en estos momentos

Leila: ya me llamarás cuando necesites que me beba otra copa por ti, dicho esto me vuelvo con Patri.

Ona: idiota, me voy

Pasan las horas y ahí la seguía viendo sentada en la barra junto con Patri animadamente. De un momento a otro me cansé y decidí ir al baño.

Leila: busqué con la mirada a Ona, no la veía desde hace tiempo la había perdido. Patri y yo nos entendíamos muy bien y ella sabía a quién buscaba

Patri: puede que esté en el baño, yo que tu empezaría por ahí

Leila: fui al baño corriendo, algo me decía que tenía que estar ahí

Ona: Salí del baño y estaba en el lavabo me había bajado un poco la cremallera del vestido para que fuese más cómodo el lavarme, hasta que entra alguien

Leila: lo siento, te buscaba pero ya veo que estas bien.

Ona: esta vez fui yo la que le cerré la puerta de salida y la empujé a un cubículo de forma brusca y cerré la puerta detrás de mí 

Durmiendo con mi primera enemigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora