Solución Salina

XXII

Me encanta mirarle sin que me vea, observarle mientras está concentrado, serio, ajeno. Y cuando está de otro modo, me encanta igual.

Inglés.
Español.

Tercer año.

La ciudad está celebrando, pues su presidente por fin ha logrado aquello que tanto ha añorado: una persona la cual le brinde aquel amor y cuando que tanto necesitaba.

El evento no será en el centro de la ciudad, puesto que Luzu quería algo pequeño, pero al enterarse de aquella extraña adoración de la población hacia el cambiaformas. Se decidió por hacer la boda en privado —solo para aquellos más cercanos a la pareja—, y transmitir la ceremonia en televisión nacional. Son embargo, eso no impidió que la gente pintara las calles de blanco y llenarlas de flores.

¿Y Luzu? Se sentía hermoso. Quackity había invitado a una amiga lejana a la boda, con el fin de que ayudará al castaño a elegir su vestimenta.

El oji-azul se decidió por un hermoso vestido blanco. Era una falda suelta, la cual era decorada por un precioso encaje de flores, que comenzaba desde su cintura y se desvanecía a lo largo de la falda. La parte del pecho tiene forma de corazón siendo completamente cubierta por el encaje de flores. Lleva unas mangas estilo poeta, abrazando con suavidad su antebrazo.

—¿Cómo te sientes con el vestido? —Pregunta el híbrido de gato.

—Yo... Me siento lindo —susurra Luzu con un pequeño sonrojo en sus mejillas.

—¿Lindo? Queda corto. Te ves precioso —alaga Tina. —¿Que opinan chicos?

—Me daría envidia siendo sinceros —responde el zorro mientras su cola se mueve de un lado al otro.

—Estás muy guapo cabrón —dice Juan.

Espera... ¿Que rayos hace Juan ahí? Sabe bien que para llegar acá, el hechicero necesitó un año entero para lograr el hechizo, sin embargo, la práctica hace al maestro, y ahora puede ir y venir cuando quiera.

Le agradó tanto el chico, que en una de sus visitas le dió pidió asistir a su boda —también pidiéndole que fuera una de sus damas de honor—, de igual manera, le pidió de favor entregar algunas invitaciones en Karmaland, por lo que, sí, algunos de sus amigos asistirían a su boda. También pidiéndole de favor a Juan traer a aquellos quienes aceptaron la invitación.

Llegaron al salón en dónde sería la ceremonia. Ve en la entrada a un hombre fornido con cabellos azabaches y ojos violeta. Se acerca a paso alegre pero sin hacer mucho ruido, para después abrazarle por detrás sacándole un susto.

—¡Vegettita! —Saluda animadamente. —Si viniste.

—¡Por supuesto que vine, hombre! —Corresponde al abrazo.

—¡Luzio! —Escucha a una voz acercarse detrás de ellos. El castaño voltea al oír su nombre.

—¡Alexby! —Le nombra alegre mientras se separa del abrazo. —¡Cuánto tiempo!

—¡Te ves muy guapo! —Alaga el más bajo. —¿Emocionado?

—Cómo no tienes idea —suspira el castaño.

—¡Bueno! Hasta aquí llego yo. Los espero adentro —se despide Alexby. —Suerte. —Le giña un ojo para después desaparecer entre las puertas.

—¿Cómo te sientes Luzu? —Pregunta el mago.

—Nunca me había sentido tan emocionado. Nunca me había imaginado terminar de esta manera —suspira tranquilo.

—El chico te ha de traer loquito, no has parado de suspirar —nota divertido el oji-violeta. —¿Y crees que el sea el correcto?

—Yo no creo que el sea el correcto. Él es el correcto.

—Entonces ¡¿Qué esperamos?¡ —Pregunta animado mientras le ofrece su brazo al oji-azul. —¡Vamos! —El castaño toma con alegría el brazo de su mejor amigo.

—Por favor no me tires de camino al altar.

—¡Hombre! Ni pensarlo. Antes me pego yo tres tiros.

Ambos rieron suavemente. Las enormes puertas de madera oscura se abrieron con lentitud, revelando al castaño sonriente siendo guiado por el pasillo por el mago amante del morado.

Al llegar al final del pasillo, Vegetta lo dejó a un lado de Quackity. Antes de irse, el azabache oji-violeta le susurró al oído:

—Juro que nunca te había visto sonreír tanto. Él es el indicado —dice para irse a su lugar en las bancas de atrás.

Luzu suspira de nuevo, está vez, volteando a ver al cambiaformas a un lado suyo. Sus ojos azules cuán zafiro cruzan miradas con los cansados ojos bicolores dorados y blancos.

El cambiaformas vestía de una camisa negra, chaleco, pantalones, saco y corbata del mismo color. No es algo que sea muy común. Normalmente la camisa es blanca para dar cierto contraste; eso es lo que la mayoría hace. Pero Quackity mandó todo a la verga y decidió usar algo que le gustara.

La ceremonia comenzó, siendo Foolish quién casará a la pareja. En ningún momento, ninguno de los dos dejó de sonreír como tontos enamorados. Sus corazones latían a mil por hora. En un momento, ambos entrelazaron sus manos.

—Con esta mano, yo sostendré tus anhelos —comienza Quackity cuando Foolish le indicó. —Tu copa nunca estará vacía por que yo seré tu vino. —Vierte el vino en el pedazo de cristal. —Con esta vela, alumbraré tu camino en la oscuridad. —Enciende la mecha. —Y con este anillo, te pido que seas mi esposo. —Toma con delicadeza la mano de Luzu y le pone el anillo.

Los anillos eran hermosos. Techno quería agradecerle de alguna manera a Quackity por esa oportunidad que le concedió para poder volver a hablar con Tommy, por lo que los anillos fueron su creación. El anillo del castaño tiene forma de enredadera, con pequeños diamante incrustados entre los espacios, mientras que el del cambiaformas era liso por dentro, pero adentro tenía el mismo que el del oji-azul.

—Acepto.

—¡Ahora los declaro marido y esposo! —Declara un animado Foolish.

Ambos se besaron con tanta delicadeza que Luzu se sintió en las nubes. Cuando apenas unieron sus labios, las personas dentro de la sala comenzaron a aplaudir y gritar sus mejores deseos a la ahora feliz pareja de casados. De igual manera, se escuchaban los gritos eufóricos de la gente afuera, no había ni un solo rincón de la ciudad que no estuviera celebrando.

—Creo que le puedo agradecer a aquella grieta que te trajo conmigo. He sido bendecido por tu amor y cariño. Eres hermoso.

1021 palabras.

Talvez esta semana no esté actualizando, tengo un proyecto y es muy largo.

*Llora en tener dinero para ir a ver a Lovejoy pero no tener a un acompañante*