Una nueva familia [SNV] [Yaoi]

| La serpiente y el desierto |

Las risas abundaban en la mesa en el jardín de la casa de los Serra, donde daban la bienvenida al tercer hijo de Noé, Adamas, que se encontraba ahora en brazos de su abuela, que le daba muchos besos en la cabeza que lo estaban poniendo rojo.

Hasta el momento, Adamas estuvo en brazos de todos sus nuevos familiares, que se tomaban su momento de mimarlo y consentirlo como era debido.

Primero fue su abuelo, que se sentaba en la cabecera de la mesa del patio, sus ojos eran como las de sus dos hijos, detrás de unos lentes, ya sabia como se llamaban esas cosas gracias a que Giovanni Serra, su abuelo, lo menciono al notar que no paraba de mirarlo, a simple vista lo notaba serio, calmado incluso, pero de mirada amable pero firme, su cabello canoso era corto.

Luego estaba su Tía, Julia Serra, su largo cabello color arena se movía con el viento, ondulado y sedoso, ella no usaba lentes y era años más joven que Noé, siendo así ella la hermana menor, era a simple vista risueña, atrevida, directa y divertida, todo lo contrario a su hermano mayor, reservado, tranquilo y responsable.

Y hasta por lo que podía ver, llevaban una relación de hermanos muy estable, no por nada Julia le regalo una cosa que llamaban crema que era para las arugas, según ella, Noé tenia que cuidar más su piel y más cuando ya tenia un tercer niño a su cargo, por ende más estrés que podía agravar sus arrugas prematuras que tenia, él respondió dándole un zape en la cabeza.

Si, que buena relación de hermanos mortales.

Luego esta su abuela, cálida y amorosa, pero estricta y gruñona cuando quería, Pascuala Serra, raro nombre pero bonito, su largo cabello canoso caía con gracia por su espalda amarado en una coleta baja, sus ojos azules oscuros eran penetrantes, tenia un lunar debajo de sus labios que sus dos hijos heredaron, ella mostraba más sus sentimientos que su esposo.

Pero que más llamaban su atención eran sus ahora hermanos mayores.

Unuk era su hermano más viejo por así decirlo, tenia 4 años por lo escuchado, era una copia de Noé perfectamente, solo que su cabello era más corto, no paraba de sonreírle con cariño pero su mirada nada infantil lo mantenía alerta, se mostraba muy cariñoso con Seth, acariciando su cabello y susurrando cosas que no lograba oír.

Y para terminar su segunda hermano Seth, el tenia el cabello color rojo y los mismos ojos miel, tenia una cosa rara en la boca que chupaba mucho de color morado (Un chupete nene), estaba por lo que podía ver una silla especial para bebés, su mirada era más penetrante que la de Unuk, era rara, como una combinación entre la incomodidad, curiosidad e interés.

Adamas: -(Seth... ese era el nombre del Dios de la Guerra Egipcio, ¿No es así?)- pensó viendo a su nuevo hermano, que ahora se centraba en Unuk que le quito esa cosa morada para darle de comer

El Dios de la Guerra, la fuerza bruta, "El incontenible" lo llamaban según recordaba, y Señor del Caos, de la sequía y el desierto....... había escuchado de él pero nunca el gusto de conocerse en persona, él se había ido de su panteón por voluntad propia y se fue al desierto antes de verse.

"El Dios que decido no ser Dios", así lo llamaban, porque él decidió dejar sus obligaciones y ahilarse de todos.... recordaba las palabras de Poseidón sobre que Seth no era digno de ser Dios.

Adamas: -(No pensé que...... papá le pusiera a uno de sus hijos el nombre de un Dios, aunque no me extraña)- pensó mientras volvía a los brazos de su padre

Y luego estaba Unuk.......

Su mirada, le era inquietante pero tranquilizadora al mismo tiempo, como si algo dentro de su hermano fuera más que un simple niño que ahora recibía elogios de su padre por alimentar a Seth, como si fuera algo más antiguo..... más fuerte...... más misterioso.

Adamas: -(Espera... Unuk no era el nombre de una estrella)- pensó al recordar aquello

Si, recordaba vagamente que era el nombre de una estrella, en ocasiones las usaba para guiarse cuando no tenia opción en sus numerosas campañas, se había aprendido el nombre a pesar de no ser una estrella guía, si no mal recordaba, era la estrella más brillante de una constelación.

La constelación de la serpiente, si, ya se acordaba, de verdad que era bonita cuando se apreciaba en el cielo nocturno.

Siempre le pareció hermosa.

Su padre si que sabe poner nombres curiosos..... ¿O tal vez fue su Tía cómo paso con él?

Quien sabe, tal vez a futuro podía saber la historia detrás de sus nombres, tal vez una divertida como paso con él.

Si....... si solo esa historia fuera de verdad.

Unuk limpio el cachete de su ahora hermano del medio Seth, que se dejaba limpiar de forma un poco molesta, comprendía que le molestara no poder tomar bien los pequeños cubiertos de plástico, aunque bueno, tenia que admitir que agradecía que no los votara por la frustración, era una celebración importante como hacer que lo limpiaran.

Pero lo voz de su padre llamo su atención.

Noé: -¿Seguro que quieres seguir Unuk?, puedo hacerlo por ti- dijo con Adamas en brazos, no quería que su hijo mayor no disfrutara de su comida

Unuk: -no papá, yo puedo- dijo seguro, Seth a su lado bajo la mirada un poco apenado

Noé suspiro internamente, ¿Cómo podía ser su hijo tan bueno?, se lo agradeció acariciando su cabello y luego besando la cabecita de su amado Seth, que alzo la mirada que brillaba por aquello, además de como caricio su cabello para luego concentrarse en alimentar a su hijo más joven con una mamadera que Julia trajo para el pequeño recién nacido.

Unuk miro la escena con cariño, le resultaba tan tierno ver a su padre alimentar a su nuevo hermano, le recordaba cuando Seth llego a sus vidas hace un año, tan pequeño y frágil, rojito y hermoso a sus ojos.

Sin duda tenia que proteger a su nuevo hermanito, como lo hacia con Seth.

Unuk: -Seth- le susurro cuando noto que nadie los miraba -se que es difícil, pero no creas que papá te va a dejar de lado por Adamas- le dijo a su hermanito que se encontraba también mirando a su hermano menor

Seth solo bufo mientras bajaba la cabeza, nadie escuchado las palabras de su hermano mayor, solo él, sabia que tenia que aceptar tarde o temprano que un nuevo bebé llego a la familia.... y que no le iba a quitar el amor de Noé, o de su Tía y abuelos.

Unuk acaricio su cabello y beso su frente, una escena que a vista de los mayores fue tierna y hermosa...... pero que escondía la verdad.

La verdad que Unuk y Seth ya sospechaban de algo..... que un ser como ellos había llegado a la familia.