Después de la agradable conversación con Big Q decidí regresar a mí habitación.
Me sentía de alguna manera más tranquilo con las palabras del azabache, pero seguía teniendo ese malestar incómodo en mí interior. Como si algo me estuviera arrastrando y inundando con pensamientos intrusivos.
Me recosté en mí cama, agarrando mí móvil para distraerme un rato. Me sorprendi al ver mensajes de Vegetta, al parecer su misión había salido exitosa, tanto como para invitarme a merendar para la tarde de mañana.
Sonreí inconscientemente mientras aceptaba la amable invitación. Quizás eso era lo que necesitaba, una tarde con amigos después de pasar demasiado tiempo con la misma gente y el mismo aire pesado.
Dejé mí móvil en la mesita de luz, me acomode mejor cerrando mis ojos. Pensaba en que me pondría para salir, y que podría llevar para compartir.
Decidí dormir un rato y luego salir a comprar algun chuche y cosas para la casa. Quizás luego tendría ánimos para hacer algunas galletas y comer junto con los chicos mientras vemos alguna película.
Cai dormido con una sonrisa en mí cara, con bastantes planes y poco tiempo para hacerlos.
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Pov: Omnisciente
Había pasado media hora ya desde que Luzu decidió dormir un poco. Todo en la casa estaba tranquilo, los híbridos hacían sus rutinas sin mucho problema y sin hacer ruido.
Mientras que otro híbrido alado hacía su casa en un terreno lejano. Sus auriculares reproducían una y otra vez el Playlist que había armado cuando se sintió mal por las elecciones.
Limpio sus lágrimas falsas con dramatismo mientras se recostaba sobre una pila de bloques, cantando el estribillo de su nueva canción favorita.
-- Conozco lo mal, conozco lo vil conozco lo horrible que te hice sentir Me apena que este que este saliendo al revés pero sin embargo me quedo podrías decir con todo razón que fue demasiado tiempo que yo tarde para hablarte, que te traicione. -- entonó con sentimiento y una mano en el pecho con los ojos cerrados.
Pero una risa burlona lo hizo salir de su burbuja y pegar un brinco del susto. Miro en todas las direcciones, buscando la fuente de la reciente burla.
-- Aquí arriba, bobo. -- al levantar la vista pudo apreciar la figura del híbrido oso sobre la construcción no terminada de su casa. Este estaba sonriendo de manera burlona.
-- Rubia, ¿Qué se supone que haces aquí? Casi me matas de un susto, pendejo. -- Pregunto el pato mientras pasaba una mano por su cabello, intentando vagamente calmar los latidos de su corazón.
-- Solo pasaba por aquí y me llamo la atención ver a un enano tan triste y dolido. Así que decidí venir a ver qué sucedía. -- explico con una sonrisa, se acomodo un poco en su lugar y volteo a ver al híbrido que estaba subiendo para ver el atardecer junto a el. -- ¿Me vas a contar o seguiremos escuchando tus canciones de dolida? --
